Por Jaime Farfán.
El sábado 22 de marzo, Charlotte de Witte cerrará la segunda jornada de Lollapalooza Chile con un set que se espera sea demoledor en el Perry’s Stage, desde las 23:00 hrs. en adelante; no obstante, esta no será solo otra presentación, sino que será una nueva confirmación de un momento clave en su carrera, una que ha estado marcada por la reinvención, la evolución constante y la capacidad de levantarse cuando todo parece venirse abajo.
La historia de Charlotte en la música comenzó en su natal Gante, Bélgica, donde, con apenas 17 años, se abrió paso en la escena electrónica bajo el seudónimo Raving George. Sabía que poner su nombre real en un cartel podría jugarle en contra, por lo que optó por el anonimato, pero su sonido hablaba por sí solo. Su single debut, «You’re Mine» (2015), junto a Oscar and the Wolf, fue su primera gran explosión en la industria. Aun así, el house melódico de ese track no terminaba de representar lo que realmente buscaba por lo que ese mismo año decidió dejar atrás su alias y, con el EP Weltschmerz, abrazó sin miedo el techno hipnótico y oscuro que hoy la define.
Desde entonces, su ascenso ha sido imparable. Discos como Sehnsucht (2016), Brussels (2017) y Heart of Mine (2018) la consolidaron como una fuerza dentro del género, mientras que su sello KNTXT la convirtió en un nombre clave del techno contemporáneo. En febrero de 2025, sorprendió con su más reciente EP, One Mind, un explosivo B2B junto a Amelie Lens, donde ambas exponentes del techno belga llevaron su energía al límite.
Pero no todo ha sido un camino de rosas. En 2022, en el festival Pukkelpop, Charlotte de Witte sufrió uno de los momentos más amargos de su carrera cuando problemas técnicos arruinaron su set y tuvo que abandonar el escenario, en medio de una lluvia de críticas. Lo que pudo haber sido solo una anécdota terminó marcando un antes y un después en su forma de afrontar la música. Dos años después, en 2024, tras una seguidilla de presentaciones exitosas en el impactante tour Overdrive, volvió al mismo festival y cerró su presentación con un show impecable, como si no pudiera seguir adelante sin saldar una deuda pendiente.
Chile, por su parte, no es un territorio desconocido para la DJ: ha tocado en varias ocasiones, incluyendo Creamfields 2022 y en el vigésimo aniversario de Sundeck, el 2023, donde quedó claro que el público local sabe responder a su energía. En cualquier caso, este regreso se siente diferente ya que está en su mejor forma y viene con una racha de éxitos en festivales como Tomorrowland y Awakenings a sus espaldas, además de un sonido cada vez más afilado.
Cuando las luces del Perry’s Stage se apaguen y los primeros golpes de bombo resuenen en el suelo, el mensaje será claro. Charlotte de Witte no solo toca techno: lo habita, lo respira, lo construye con cada caída y cada retorno. El sábado 22 de marzo, cuando nos encontremos en el Parque Cerrillos, lo demostrará de nuevo.