Carlos Cabezas en Blondie: Ya no bailamos en silencio
10 de agosto 2019.
Por Francisca Neira.
Fotografías por Javier Martínez.
En 1997 salió a la venta por primera y única vez el disco debut como solista del vocalista de la banda chilena Electrodomésticos, Carlos Cabezas. El Resplandor, nombre de la placa contuvo diez tracks que se movían entre los sonidos metálicos de guitarras distorsionadas y ciertas incursiones de corte más electrónico y, por supuesto, entre el frenesí de temas distorsionados, veloces y la ternura de canciones lentas, melódicas.
Casi al final del año pasado, Cabezas celebró los 20 años del trabajo que ya no se encuentra en disquerías, con un concierto en el Teatro Bío Bío de Concepción, instancia que permitió la grabación y edición de dicho material para ser publicado en nuevas y distintas plataformas. Y así es como llegamos a la noche de ayer, 10 de agosto, en que El Resplandor nuevamente sonó en vivo y cautivó a los cientos de asistentes que llegaron en masa a Blondie para disfrutar de un espectáculo que cumplió todas las expectativas y que por poco logró repletar el recinto santiaguino.
A eso de las 21.30 la música envasada se silenció y dio paso a un aire que sirvió de preludio para el ingreso de los músicos que se ubicaron rápidamente en el escenario. “Dios mío, un ser humano” es la voz que da inicio a “Bailando en Silencio”, el primer corte del disco original y la canción que abrió los fuegos de un concierto caracterizado por la íntima relación entre el vocalista y un público que constantemente le hace declaraciones de amor, de devoción, de admiración. Uno a uno se sucedieron en el mismo orden del disco los diez temas que motivaron la realización de este concierto.
Dos de los puntos más altos de esta primera parte del show estuvo dada por el sonido oscuro y rupturista de “Newfastcar”, un corte con tintes punk y new wave que hace mover hasta las cabezas más serias de la noche y, como era de esperarse, el recibimiento eufórico de la canción que da nombre al disco y que es coreada por todos los presentes. Ya en estos momentos vislumbramos la tónica de lo que sería una noche llena de invitados insignes. El primero en subir al escenario fue Tilo González, baterista de Congreso, quien acompañó a Edita Rojas en la batería de “Lo Mejor de Ti”, esa especie de oda transformada en canción lenta (porque balada no es) que sonó profunda y envolvente en un espacio más que adecuado para ese tipo de ritmos. Más tarde subiría también al tablado Cristian Heyne, reconocido productor nacional que acompañó en el bajo la épica interpretación de “Kor-o-Wok” que nos transportó a todos a dimensiones complejas en andas del mantra que se metía persistente en los cerebros embobados por el ritmo repetitivo y grave de los instrumentos.
Si bien la invitación era a escuchar El Resplandor en vivo, Cabezas y sus secuaces aún tenían mucho más que entregar y una vez que terminó “Alegarikous” comenzó la segunda parte de un show que recién estaba en la mitad. “Pez” y “Maldita”, dos de las canciones más populares del cancionero solista del compositor chileno sonaron en una especie de trance complejo que dio paso al bolero cebollero pero elegante a la vez que increíblemente sonaba como salido de las entrañas mismas del rock. Quizá algo tuvo que ver el hecho de que “Adiós Amor” y “Has Sabido Sufrir” fueron interpretadas en guitarra por el partner de Cabezas en el proyecto Cordillera, Ángelo Pierattini, quien por cierto se quedó a cargo de las seis cuerdas hasta cerrar el show.
Para el final, eso sí, una joyita: Pancho Molina, ex baterista de Los Tres acompañó a Cabezas en la interpretación de un cover de su propia banda, “Bolsa de Mareo”, que inundó el recinto capitalino de un coro sincero y el baile frenético de gran parte de los asistentes, un público por cierto adulto, sereno y exigente al que el protagonista de la noche agradeció profundamente señalando que la particularidad de su música es que es “nuestra”, al tiempo que con su mano hizo un gesto en el que envolvía a todos los presentes.
La verdad, la jornada de anoche resultó impecable, tal como se puede esperar de un puñado de músicos de amplia trayectoria y pioneros, cada uno en su estilo, de corrientes y escuelas musicales en Chile. Por lo demás, El Resplandor forma parte de nuestra identidad musical, de nuestro patrimonio cultural, ya que tiene marcado en cada una de su canciones el sentir y el sonido de una época, de una generación y, por qué no decirlo, de una transición que abarcó todos los aspectos posibles de las vidas de quienes habitamos este espacio de los confines del mundo llamado Chile. Hoy nos queda el recuerdo de aquello y el placer de escuchar un disco que gritamos, disfrutamos a todo volumen. Definitivamente anoche (y de aquí en adelante) bailamos, pero no en silencio.
Setlist:
Bailando en Silencio
El Resplandor
Lo Mejor de Ti
Monopolygamia
Newfastcar
Un Cirujano Turco
Endoncia
Kor-o-Wok
Eso Tiembla (Ayer)
Alegarikous
Pez
Maldita
Adiós Amor
Has Sabido Sufrir
Fe de Carbón
El Viaje
Bolsa de Mareo
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