El buen invierno de Justin Vernon (Bon Iver) en Port Chester, NY
9 de diciembre, Teatro Capitol.
Por Bernardita Ponce.
A unas 4 horas de Boston, en la localidad de Port Chester, NY, se encuentra situado el Teatro Capitol, lugar que desde los años 70´s ha albergado diversos espectáculos musicales y culturales. En su escenario han pasado artistas como Pink Floyd, Janis Joplin, David Bowie, Rolling Stones, entre muchos más, que han podido presentar su música en un pequeño y acogedor lugar, cuya capacidad es de 1800 personas. Llegamos entusiastas a ese lugar, el pasado viernes 9 de diciembre, independiente del frío que esa noche se hacía sentir (unos -12 grados de sensación térmica), pero daba lo mismo era la oportunidad de ver, quizás por única vez, a Bon Iver, el proyecto del cantautor de Wisconsin, Justin Vernon.
La cita decía que el show partiría a las 20 horas, pero como todos sabemos, las actividades culturales, en especial relacionadas con la música siempre sufren algún retraso. Bueno esta vez, no fue la excepción, y Justin se hizo esperar, pero no porque él lo quisiera sino más bien hubo un problema en el teatro, lo que obligó a que bomberos llegara al lugar y revisara el recinto. Como pueden imaginar, la ansiedad por ver al artista acrecentaba cada minuto. A eso de las 20:30 horas comienza el show telonero de Polica, proyecto liderado por la cantante Channy Leaneagh, quién logró que el público sintiera cercana con su propuesta electrónica.
Eran las 21:10 hrs., se apagan las luces y aparece en escena Justin Vernon y compañía. La banda compuesta por dos baterías, una de rock y otra de jazz, 5 saxofones, dos sintetizadores y guitarras, nos daban el preámbulo de que esa noche sería una verdadera explosión de sonido. Con 22 (OVER S∞∞N) de su más reciente álbum «22, a Million», empezó el camino dictado por Vernon esa noche, sentimientos, sonoridad y efectos electrónicos comenzaban a ser parte del show. Así continuaron más temas de su nueva placa, sonó «10 d E A T h b R E a s T» , que se sintió poderosa y potente, bajo la oscuridad. ”715 – CREEKS» , sonaba maravillosa sólo con la voz de Vernon. El tono inmediatamente se recuperó en «33 GOOD”, que comenzó con melancólicos acordes de piano y el falsete flotante de Vernon. La suspensión se convirtió rápidamente en algo que era mucho más oscuro en vivo, con ecos, notas sostenidas sobre una batería desesperada.
El punto de ruptura llegó con “Beach Baby”, de su álbum “Blood Bank, donde Justin Vernon comenzaba a mostrar su sutil voz y nos llevaba a paisajes que evocaban recuerdos, viajes y momentos especiales. Continuaron “Perth” y “Towers”, canciones clásicas del disco “Bon Iver, Bon Iver”, quizás de los temas favoritos del público asistente y que muchos deseábamos escuchar en vivo. Realmente una linda instancia, en un ambiente muy íntimo.
Justo cuando ninguno de nosotros podía aguantar más de la emoción, todo se detuvo. Y «8 (círculo)» entró como un break ante tanta emoción. Cuando llegó a «00000 Million», la última canción de «22», se sintió como Vernon y la audiencia había salido de un largo interrogatorio psicológico. La luz blanca pura, que emitía de los paneles no podía borrar el hecho de que el tormento dentro de cada canción individual había luchado la noche entera contra la progresión lenta a la paz. Con Creature Fear de “For Emma, Forever Ago”, mi disco favorito, Bon Iver se iba al único encore de la noche. Sentimientos que nos evocaban recuerdos, viajes y vivencia muy personales era parte de esa velada.
Bon Iver regresaba al escenario, para darnos quizás uno de los grandes regalos en esta gira, porque esa noche, fue donde más variedad de temas y discos se pudieron escuchar. Eso creo que nunca le dejaré de agradecer. Con “Calgary” del disco “Bon Iver, Bon Iver” y “The Wolves (Act I and II)” de “For Emma, Forever Ago”, finalizaron las casi dos horas de show, donde Vernon prácticamente era emoción pura en el escenario, donde su música nos transportó a viajes desde la oscuridad a la luz y viceversa.
Vernon entregó a la audiencia parte de su vida interior, muy emocional. Pensé que el show, con su nuevo disco, de propuesta más electrónica, sería menos íntimo. Me equivoqué. Justin Vernon sabe como con sutilezas, el sentimiento se proyecta y nos transporta a diversos viajes personales. Su combinación de luces y proyecciones, agregaron otra dimensión a la música. El espectáculo multimedia actuó como un amplificador para las emociones de Vernon, donde sólo era un tipo normal haciendo su música, la que cobra vida y disfruta de ella.
Sólo decir que es un privilegio ver artistas tan talentosos con una humildad única. Gracias Justin Vernon, que junto con tu proyecto Bon Iver, nos has permitido ser más emocionales. Gracias por darnos tanto de ti.
Setlist
10 d E A T h b R E a s T
715 – CREEKS
33 “GOD”
29 #Strafford APTS
Beach Baby
Perth
Towers
re: Stacks
666 ʇ
8 (circle)
____45_____
00000 Million
Creature Fear
Encore:
Calgary
The Wolves (Act I and II)