Inspirado en diversos autores nacionales y latinoamericanos, el artista busca entregar un mensaje que se compone de ideas sobre la dimensión espiritual del ser humano, alimentado por su propia experiencia de vida.

Benjamín López, profesor de música y cantautor viñamarino, está promocionando por estos días su primer disco solista homónimo, una obra compuesta por ocho canciones donde el compositor de FIGA da a conocer su otra faceta musical, la trova, compuesta desde una profunda reflexión de la vida, todo a través de la poesía y su guitarra.

El álbum, que cuenta con la participación de un ensamble pequeño compuesto por una voz femenina, un pianista, un violinista y un violonchelista, nace también de los autores musicales que siempre han inspirado a Benjamín. “La música de mi disco está estrechamente vinculada con mis referentes, entre ellos Nicole Bonuot, Jorge Drexler, Silvio Rodríguez, Juan Quintero, Laura Murcia, Tere González, Marta Gómez, Carlos Aguirre, Violeta Parra y Víctor Jara”, explicó el compositor.

Sobre esta propuesta, el artista comentó que “mi imaginario sonoro se nutre de la música de raíz folclórica, la trova, la música docta y la canción popular latinoamericana. Las letras narran procesos de evolución personal-colectivo e ideas sobre la dimensión espiritual del ser, poniendo énfasis en la consciencia de habitar y transformar el cotidiano para, desde cada lugar propio-auténtico, aportar a la comunidad y a la tribu. Es la necesidad de comprender el poder del “aquí y ahora”, esa cápsula del tiempo que nos permite ser y hacer”.

Agregó que “es la obra musical debut de mi carrera solista, por ende, marca un punto de inflexión en mi porvenir musical, tanto como compositor y músico-intérprete. El álbum es un primer acercamiento a la música sanadora, a la música espiritual, esa que acompaña procesos, vínculos, profundidades y deja huella en quien la escucha. Es un tipo de música que me nace y me fluye constantemente: de hecho, es lo más natural para mí concretar un trabajo de estas características y que su consecuencia sea terapéutica”.

Cabe mencionar que la letra y composición de esta producción musical es autoría de Benjamín López Jadue, lo mismo que la interpretación vocal masculina. En tanto, la voz femenina pertenece a Ignacia Cisternas Vallejos; en el piano estuvo Carlos Aguilar Trujillo; el violín fue tocado por Cristian Ortiz Romero, mientras que Felipe Piñones Bustamante tocó el violonchelo. El disco fue editado y mezclado por Víctor Salinas Oliva y el mismo Benjamín, siendo masterizado por Carlos Barros. La fotografía del álbum es original de Trinidad Widow Lira y el arte lo hizo Andrea Guzmán Gálvez.

Consultado por el 2022, el cantautor viñamarino espera principalmente promocionar este disco, a través de presentaciones en vivo, como también está proyectando el segundo disco de su agrupación FIGA.