BBs Paranoicos celebró en el Caupolicán: cuando el cumpleaños es del rock, un cuarto de siglo no es nada

BBs Paranoicos celebró en el Caupolicán: cuando el cumpleaños es del rock, un cuarto de siglo no es nada
4 de noviembre 2016.

Por Guillermo Ziem.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

Cuando hablamos de la escena musical en Chile, generalmente sabemos que suena en la radio, pero ¿cuánta de esa música es sólo la punta del iceberg? la verdad, creo que es mucha, para muestra, un botón, los nacionales BBs Paranoicos se dieron cita ayer en el glorioso Teatro Caupolicán, con sus amigos, verdaderos amigos, quienes han estado en las buenas y en las peores, aquellos de verdad.

A la cita fueron convocados para calentar el ambiente la banda rock Rama, que con su “no menor” presencia en escenarios nacionales, se abre paso a nivel internacional, mostrando sus tres álbumes, con su omnisciente, poderoso y a veces acogedor sonido, que es una fusión que sólo puede ser nombrada como Rock, lo que los hace merecedores de poder compartir con esta gran banda su mesa de cumpleaños.

Luego de un par de minutos sube a escena Sinergia, quienes lograron equilibrar el poderío del rock, con la caricatura de la vida en sí, sus letras cargadas de cotidianidad, chilenismos y realidades transversales, fueron los encargados de ponerle el sabor alegre a la jornada. En casi una hora, esta potente banda derrochó simpatía y virtuosismo, sin “sacarle el poto a la jeringa” con la contingencia social y haciéndose parte de los lienzos presentes entre el público, con un Don Rorro inspirado, que convocaba a hacer las cosas bien, y la realidad de lo que se puede ofrecer, además de invitar a bailar con cumbias propias del inconsciente colectivo, como “Loco, loco” en su propia versión, Sinergia demostró que su metal pájaro si suena, también se baila y se disfruta.

Se hace la merecida pausa en el show, mientras preparan el escenario para el plato de fondo, entre tanto, los fans despliegan lienzos con consignas en rechazo y directa alusión a nuestra contingencia social, mientras algunos valientes bajaban desde la galería hasta la cancha, pero en caída libre, por palco y sin escala, algunos saciaban la sed entre una nebulosa alegre para este magno recinto cerrado.

Pasada la pausa, suben a escena los cumpleañeros, con la humildad que solo una banda que paso a paso se ha forjado tras 25 años de carrera, a punta de esfuerzo, pasión, alegría, ganas y todo con perseverancia. La ovación es inmediata, y a la velocidad de una trampa mecánica, parte un show impresionante en que ninguna garganta dejo de corear a rabiar sus canciones.

Tema tras tema, la banda no daba pie atrás y siguió con su impulso, a punta de rock, algo que sin duda, hacen muy bien. El mosh en el público es ciclónico, y modifica sus revoluciones al ritmo de cada canción, la fanaticada de BBs Paranoicos es simplemente tridimensional, si no están en galería, vuelan por sobre el mosh, pasan por la barricada, se saludan con la banda sin interrumpirlos, giran en círculos, se golpean respetando la integridad del otro, curiosamente hasta cuidándose entre sí, siento que es quizás, el público más fiel de una banda nacional y lejos los más enérgicos.

Como si esto fuera poco, la banda de Oso Kretshmer y compañía, invitan a escena a dos de sus miembros fundadores, Alex Patiño y Cedric Otero, quienes acompañan a la formación actual de BBs, en a lo menos cuatro de las canciones del extenso repertorio que ofrecieron para conmemorar su cuarto de siglo y una docena de álbumes.

BBs agradecieron en todo momento a los fans, quienes les han permitido continuar y a su vez, nos dejaron un mensaje esperanzador, manifestando “que todo se logra y que solo basta querer ser feliz”.

Un show impecable, impresionante, implacable y del que fuimos testigos, con oídos temblorosos de la realidad, en el que vimos que el Rock en Chile sigue vivo.