Banda invitada: Unsilent
15 de agosto 2024.
Por Daniela Díaz.
Fotografías por Javier Martínez / Spider Prod.
Desde las gélidas tierras de Polonia, Batushka regresó a Chile, en el marco de su gira “Latin American Prophecy”, esta vez con su vocalista Bartłomiej Krysiuk, y su formación detrás a cargo de la Productora Spider. La banda que se encuentra en la recta final de su trayectoria por Latinoamérica, con el mismo nombre en pugna, y que nos mantiene a todos los fanáticos en completa expectación.
En la mitad de agosto, se nos vino este show totalmente esperado, en una congregación que comenzó a las 19:50 con el ritual de apertura, a cargo de la banda nacional Unsilent. Interpretando un black con elementos de death metal, inauguraron la noche de niebla, con un sonido denso y envolvente, que capturó al público en una atmósfera de maldad implacable. El cuarteto liderado por Álvaro U, y procedentes de la región del Maule, se presentaron con un estilo imponente, caracterizados por baterías poderosas que evocaban la furia de una locomotora en medianoche. Los guturales, en ocasiones con reminiscencias de Sepultura, se combinaron con riffs marcados y baterías lapidarias, que jugaban con los ritmos de manera contundente, mientras se repletaba la negra Sala Metrónomo. Las guitarra, y el bajo de Jhonny A., nos llevaron a las trincheras de una guerra extremadamente violenta, cerrando con una actuación en casi 40 minutos, dejando el ambiente más cálido, para recibir a los polacos.
La noche continuaba con la ansiada actuación de Batushka, quienes desde el año 2019 han atravesado turbulencias legales debido a diferencias musicales y personales entre Krzysztof Drabikowski, el creador y guitarrista, y Bartłomiej Krysiuk, el actual vocalista. A pesar de estos desafíos, tuvimos la oportunidad de presenciar en vivo, parte de la magnitud de su arte y su enigmática propuesta.
Pues ya eran las 21:00 horas, momento en que dos coristas salían al estrado para encender las velas y los inciensos, procediendo a iniciar la liturgia blasfema. Después de unos minutos en calma y con un ambiente de profunda solemnidad, los miembros de la banda comenzaron a salir uno a uno, vistiendo sus características túnicas monásticas. Los europeos, que mantienen su identidad facial en completo enigma en vivo, desplegaron de manera digna y bella una parte de su cultura exótica, que mezcla y trasciende los límites convencionales del black metal con un culto religioso. El primer tema con el que nos deslumbraron fue “Yekteniya I: Ochishcheniye”, del álbum Litourgiya (2015), con su potente combinación de riffs agresivos y coros litúrgicos dieron el tono exacto para todo lo que se venía en esta noche tan especial, seguido de sus “Wieczernia” y “Powieczerje” y estas últimas piezas que mezclan la agresividad del black metal, con la solemnidad de los coros y cantos gregorianos.
Manteniendo su distintiva mezcla de metal, con simbolismos e imágenes de la iglesia ortodoxa oriental, Krysiuk y sus músicos desplegaron un ritual inmersivo que sobrepasaba lo extrasensorial, envolviendo a todos en un manto de oscuridad profana. Con oscuras atmósferas basadas sobre una exquisita y preservada combinación de medios tiempos, blast beat, coros y guturales. El recinto completo se transformaba en un templo impío, complementado con fuegos, inciensos, velas y cráneos, presentando un sexteto que nos daba una experiencia profundamente ritualística. Más adelante, fuimos transportados a dimensiones más oscuras con “Yekteniya III: Premudrost’”, canción que tiene el uso de ritmos cambiantes y atmósferas inquietantes, donde no faltaron los headbangings introspectivos.
La energía en el recinto seguía en aumento con los gritos, aplausos y emoción de todos los fanáticos, mientras la banda tocaba “Pismo I” y “Polunosznica”, ambas de Hospodi (2019), la que nos refleja la evolución de su sonido, junto a la continuidad de su propuesta agresiva, ritualística y atmosférica. Dentro de los puntos más álgidos que alcanzaba este ritual fue con “Irmos III” y “Yekteniya IV: Milost’”, temas que nos entregaron una mezcla perfecta de ferocidad musical y profundidad espiritual, con una puesta en escena impactante, de esa que te genera intriga por la cantidad de elementos visuales con los que enriquecen el show, y que también te da placer sonoro sin discusión.
Mientras que para ir concluyendo la ceremonia, Krysiuk y compañía nos mostraron “Pismo VI”, tema destacado del 2022, de su álbum Maria, el cual fue sellando con gran intensidad y rigurosidad la combinación de vestuarios tradicionales de la iglesia ortodoxa, proyecciones de iconos religiosos, junto con los cantos gregorianos, en una experiencia que no se repite todos los años y que tienes que sentir.
Y es así como Batushka se reafirma como una de las bandas más innovadoras y espirituales del black metal, en un show de una hora y ocho minutos, donde se dio paso a la renovación de los votos de todos sus adeptos. En un culto majestuoso, donde la oscuridad se transformó en un altar de trascendencia y cada nota se convirtió en un canto sagrado, confirmando la vasta variedad de culturas que se unen en el metal extremo.
Setlist Batushka:
Yekteniya I: Ochishcheniye
Wieczernia
Powieczerje
Yektenia III: Premudrost
Pismo I
Polunosznica
Utrenia
Irmos II
Irmos III
Yekteniya IV: Milost
Pismo VI
>>> REVISA NUESTRA RESEÑA FOTOGRÁFICA PINCHANDO EN ESTE TEXTO <<<