Anita Tijoux + Las Manos de Filippi se presentaron en Club Chocolate: Folclor y raza
Jueves 7 Abril 2016.
Por Jaime Cares.
Fotografias por Alvaro Gauna.
Alrededor de las 23 hrs Anita Tijoux apareció en el escenario del Club Chocolate acompañada de su banda y el público manifestó su felicidad sin guardarse nada. En una hora y tanto de show, Anita recibió todo el apoyo de los asistentes quienes cantaban y bailaban cada una de sus canciones, otros como yo, simplemente nos perdíamos en su mirada, es que si tienes la oportunidad de ver sus ojos, te pierdes en la emoción y la gracia de su gran calidad interpretativa.
Respaldada por una agrupación de excelentes músicos y un manejo sólido de la improvisación, el show se enriquece con la influencia folclórica latinoamericana que brota de sus canciones, enraizando en nuestros corazones la esencia pura de nuestra raza. Una presentación que aumentó nuestro entusiasmo por ver más, en una noche que hasta ese momento era fantástica.
Cuando vi a Las Manos de Filippi, sentí que es una banda necesaria para reírnos del sistema en su propia cara, porque cuando las políticas y leyes limitan la vida de cualquier hijo de vecino y aumenta las garantías de los que están en el poder, el panorama se vuelve gris, carente de vida y racionalmente difícil de entender. Por eso denunciamos y apuntamos con el dedo a un estado que no protege a las personas, que se olvida de su gente y privilegia sus propios intereses.
Esta fue una vez más nuestra fiesta, una lucha festiva, consciente, inclusiva, donde los únicos que no estaban invitados, eran los perros guardianes de quienes quieren seguir enriqueciéndose a costa de los demás con sus políticas retrogradas.
La energía incombustible de la banda, que no ha parado de tocar desde que está en Chile, fueron el sello de una presentación redonda que nos hizo bailar y gozar con las cosas sencillas de la vida como reírnos de la desgracia de tener gobernantes incompetentes que no nos representan. Las Manos de Filippi le dieron el color, la vida y la chispa a un Chile que se resiste a caer nuevamente en el gris de sus peores años.
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