En el verano del 2017 la banda lanzó su EP Debut llamado Los Vientos y las Ganas, en medio de la escena indie santiaguina en la que compartían escenario con bandas como Niños del Cerro, El Cómodo Silencio de los que Hablan Poco, Medio Hermano, entre tantas otras. Dicho trabajo se caracteriza por un sonido crudo de ritmo enérgico, en dónde evidenciaban su influencia en bandas del hardcore melódico argentino y el punk.
Ya desde el lanzamiento de su primer EP la banda mostraba en vivo elementos distintos a los registrados previamente, las distorsiones quedaban de lado para dar espacio a guitarras más atmosféricas cargadas de efectos como delay y reverb, canciones con largos interludios instrumentales y el elemento melódico desarrollado de manera más pulcra.
Fue en esas tocatas durante los años 2017 y 2018 dónde sonó “Los Últimos Destellos”, canción que mostraba este nuevo interés sonoro de la banda, pieza de seis minutos y medio de duración con una suave introducción de voz y guitarra que luego da paso a una especie de mantra sobre el cual la banda completa se mantiene y en el que las sutilezas timbrísticas, melódicas y dinámicas son las que le dan vida a este relato.
La canción fue compuesta en 2017 inspirada en los diversos paisajes de la Patagonia Chilena, incorporando un relato de Patricio Guzman del documental El Botón de Nácar. El nombre del tema hace alusión a las diversas puestas de sol entre la cordillera, mar, estuarios, fiordos, ríos, lagos y bosques de la Patagonia.
«Los Últimos Destellos» fue registrada a finales del año 2019 en Estudios Aliaga. La grabación, mezcla, producción musical y mastering estuvieron a cargo de Ricardo Herrera, bajista de Medio Hermano. El arte fue hecho por Harol Bustos (Cerro Estudio) y en la grabación de la batería participó Pepe Mazurett, baterista de Los Niños del Cerro.