Amon Amarth y Powerwolf en Teatro Caupolicán: Regreso y debut, heroico y triunfal
11 de marzo 2020.
Por Paulo Domic.
Fotografías por Javier Martínez.
Un día como hoy hace 30 años, comenzaba en nuestro país el tránsito hacia una democracia luego de 17 oscuros años de dictadura militar. Una era angustiante y terrible que cobró la vida de miles de chilenos, que castró las libertades, las artes y los sueños de generaciones completas que desde ese fatídico 1973 comenzaron a acumular mucha rabia. Por eso no fue raro que nuestro país fuera una de las primera naciones latinoamericanas que comenzara a cultivar el metal, especialmente el más extremo. Hacia 1989, gozábamos de una buena salud en nuestra escena metalera. Eran los tiempos de la revista Grinder, de los casetes, del Paseo Las Palmas y del Manuel Plaza.
La rabia perdura, hoy hace que ante el fracaso total de esos 30 años de mentiras y abusos en que muchos se durmieron, el metal siga siendo una fuerza musical y por qué no, también social en Chile. Por eso es que ayer en el Caupolicán fue especial, más allá de la quinta vez de Amon Amarth y el debut de Powerwolf en nuestro país. Fue también un espacio ideal para soltar la ira contenida y escuchar muchas veces los cánticos adversos al orden que nos gobierna.
Y no podía ser algo distinto a un iracundo inicio el que tuvo el ritual al que asistimos en esta noche de historias. Los pasillos del Caupolicán ebulleron de personas que prácticamente llenaron el recinto y que corearon incesantemente los cánticos de desprecio a Piñera y Carabineros, telón perfecto de fondo para el brutal inicio de Bonebreaker, la banda chilena encargada de abrir el evento. Liderados por Tito Melín, una eminencia del Death Metal chileno, la banda tocó frente a un gran marco de la audiencia que en esta oportunidad llegó temprano y los apoyó con furia.
Los chilenos dieron un show sólido que comenzó con “Kill the Soul”, conquistando inmediatamente a la audiencia sedienta de Death Metal. En una presentación de unos 35 minutos, brillantemente coronada con “I Am The Darkness”, Melín y los suyos pusieron muy en alto el gran nombre del Death chileno.
Puntualmente a las 20:00 hrs, tal y como fue comprometido, luego de una introducción con «Mr. Crowley» de Ozzy, sale a escena Powerwolf. Los alemanes originarios de Saarbrücken y liderados por el rumano Attila Dorn, descargaron toda su pesada mercancía de heavy y power metal por vez primera en tierras chilenas. Visiblemente emocionados por la recepción de la gente, que mayoritariamente fue convocada por su presencia pese a que Amon Amarth era el estelar, el show de la banda estuvo muy inspirado por la retroalimentación recibida. Cuando el público responde a todo, sin duda que motiva extra a dar lo mejor de cada músico.
Luego de una apertura infernal con “Fire and Forgive”, Attila agradeció y encendió a sus seguidores que realmente estaban en éxtasis. Es que no deja de ser llamativo que una banda con más de 15 años sacando discos y que ha estado parada en grandes escenarios tradicionales del metal, como el Wacken, recién este 2020 esté pisando no sólo nuestro país, sino que América en un tour en que también visitan Brasil, Perú y Argentina abriendo para Amon Amarth.
Attila es un frontman de mucho oficio. Hace cantar y gritar a la gente prácticamente antes y durante cada canción. Bien claro lo dijo al inicio, la convocatoria era para asistir a una misa de heavy metal. Y sus vestuarios, maquillaje y accesorios, incluso el cáliz del que beben durante el show, complementan perfectamente con el espíritu y estética que ellos desde siempre han cultivado.
Un tremendo inicio de la noche de metal. Powerwolf es una banda que más que sólo música, ofrece una experiencia y un espectáculo de esos que se agradecen haber presenciado. El cierre con “Warewolves In Armenia” y “We Drink Your Blood” reventaron el Caupolicán y dejaron muy arriba al público presente. Un debut perfecto y una esperable nueva visita ante la gran recepción que tuvieron y que sin duda merece un concierto donde sean los estelares.
“Bienvenidos a nuestra fiesta vikinga” fue el saludo de Johan Hegg, líder de Amon Amarth. Con sus más de dos metros, rubia y larga cabellera y barba, pues contó con toda la credibilidad del mundo. Un vikingo sueco frente a todos, con su profunda y potente voz atronadora llenando todos los espacios. Un festín del Valhalla metalero para los miles que recibieron con placer la erupción ígnea de este quinteto escandinavo. “The Persuit of Vikings” y “Deceiver of the Gods” fueron los primeros dos martillazos de Thor que bajaron desde Asgaard al centro de Santiago.
Amon Amarth ya ha venido varias veces a Chile, pero jamás había estado en un escenario tan grande. Y en esta oportunidad llegan en un muy buen momento gracias al éxito del lanzamiento 2019 llamado Berserker, que ha tenido muy buena acogida y ha reverdecido los laureles de una banda con más de 28 años de carrera. Y ese gran momento se reflejó totalmente por el marco de público, con un Caupolicán virtualmente lleno, algo que muy pocas bandas de Death Metal Melódico pueden lograr.
Además del mencionado Berserker, los discos Jomsviking y Twilight of the Thunder God fueron las más citados anoche. Si bien no ofrecen un show tan visual y con parafernalia como sus teloneros, los cinco vikingos del plantan sobre las tablas como una banda que llega a ofrecer un show de puro, crudo y directo Death Metal, de ejecución perfecta y cuidada como siempre suele ser la escuela sueca. Mucho cabeceo, profundos guturales y una batería brutal a cargo de Jocke Wallgren. Una metralla de canciones que no bajan la intensidad y que mantiene una tensión épica y heroica.
“Guardians of Asgaard” y “Raise Your Horns” pusieron término a la presentación de 90 minutos de Amon Amarth, pero obviamente el público no los dejó ir. Finalizaron el repertorio de anoche con una implacable “Twilight of the Thunder God”, terminando de agotar el último resabio de energía que le quedaba a un Caupolicán que tuvo una noche de mucha liberación y furia. Una ceremonia especial para canalizar la ira que atraviesa nuestros días y que despierta con sirenas de alarma. El metal lo hizo hace 30 años y lo sigue haciendo hoy en Chile: es un grito libertario que encumbra las acalladas voces y las alzan sobre el silencio que quieren que guardemos aquellos que se benefician con nuestra somnolencia.
Setlist Bonebreaker:
Kill The Soul
Bonebreaker
Bullets
To The Final Battle
Die Again
Nest of Spiders
Mercy
I Am the Darkness
Setlist Powerwolf:
Fire and Forgive
Army of the Night
Incense & Iron
Amen & Attack
Demons Are a Girl’s Best Friend
Armata Strigoi
Sanctified With Dynamite
Resurrection by Erection
Werewolves of Armenia
We Drink Your Blood
Setlist Amon Amarth:
The Pursuit of Vikings
Deceiver of the Gods
First Kill
Runes to My Memory
Fafner’s Gold
Crack the Sky
The Way of Vikings
Asator
Death in Fire
War of the Gods
Victorious March
Raven’s Flight
Shield Wall
Guardians of Asgaard
Raise Your Horns
Encore:
Twilight of the Thunder God
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