Artista invitada: Masquemusica
9 de mayo 2023.
Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Jaime Valenzuela / DG Medios.
Alicia Keys es una estrella. En tantos sentidos como podamos pensarla. Reluce por sus casi treinta años de trayectoria y por su talento como compositora, pianista, productora y cantante. Resplandece por sus letras y su mensaje, así como por su activismo y constante lucha por los derechos de las minorías. Apareció hace mucho como una pequeña luz de veinte años en el radar de los satélites de la música global y anoche en el Movistar Arena, salió como una presencia fantasmal en la oscuridad a reencontrarse con el público chileno luego de diez años de ausencia. Se encendieron las luces y brilló.
La noche comenzó con la ilustre presentación de Macarena Campos, la cantante chilena conocida como Masquemusica. Quien fuera la fiel acompañante de Bronko Yotte durante más de una década, comenzó una carrera en solitario en 2020, aventurándose con su primer single “Tu tiempo”, el que presentó como telonera de Keys mientras el Movistar comenzaba a llenarse. A esta se sumaron otras muestras de talento como “Cuotas”, “Ciega” y “Fuego”, interpretadas con un incomparable desplante y con su voz que es tan firme como versátil. Con una presentación sin mucha parafernalia, respaldada por un piano y dos acompañantes en las voces, cumplió un sueño, como ella misma lo ha planteado, de cantar para Alicia y conocerla, siendo una de sus inspiraciones en la música desde muy pequeña. Fue aplaudida y vitoreada por el público presente y se retiró agradecida para dar paso a la nerviosa espera de la artista principal.
Azul fue el color elegido para brillar esa noche por la cantante oriunda del barrio de Harlem en Nueva York. El cabello trenzado nuevamente, como indicio de que no deja de lado su raíz afro y signo de juventud, que nos recuerda a la Alicia de Songs in A Minor, su primer disco, publicado en 2001. La cara con sutiles trazos de maquillaje que no ocultan la naturalidad de su sonrisa y el escenario, por supuesto, dominado por la presencia del piano de cola. Los oídos se abrieron ante “Nat King Cole”, canción de su más reciente álbum, KEYS II (2022), que otorga contexto a la gira que tiene como subtítulo “Inolvidable”. La intertextualidad aparece en el verso que dice “unforgettable like Nat King Cole”, quien además de ser inolvidable, es autor de una de las canciones más icónicas del jazz de mediados del siglo XX que lleva como título, justamente, “Unforgettable”. Siguió con uno de sus sencillos más añorados de su segundo disco, The diary of Alicia Keys (2003), “You don’t know my name”, con el que invitó a cantar, hizo cantar y agregó una pequeña estrofa en versión reggae. Para la parte hablada, sacó un teléfono celular falso con el que encantó al público con su famosa conversación con Michael, parte icónica del video, mostrando también su lado actoral.
Siguiendo con la analogía del estrellato, el Movistar Arena recuerda siempre a un planetario. Estrellas cubren su parte exterior y por dentro se proyectan luces y astros que acompañan el viaje de tantos sonidos diversos que pasan día a día por su escenario. Alicia organizó su micro universo, reflejado en la cúpula blanca, con detalles que notoriamente fueron pensados para su gira por Latinoamérica. Luego de interpretar canciones de diversas épocas de su carrera como “Wasted energy”, “Karma”, “New day” o “So done”, entre otras, sorprendió con la sección en español del espectáculo en la que interpretó el cover de “Calma” de Pedró Capó, en uno de cuyos remixes Keys participa cantando en castellano. Le siguió “Looking for Paradise”, canción en la que acompaña a Alejandro Sanz en un constante spanglish y que fue coreada a todo pulmón por el público. Finalmente, con un pequeño intermedio en el que su corista principal tomó el protagonismo cantando y bailando acompañada de los sonidos más latinos de “I like it like that” de Pete Rodríguez y “Mi gente” de J Balvin, Alicia salió del escenario para volver a aparecer en medio del recinto rodeada de tres teclados, con luces amarillas apuntando a todos los rincones, como un sol en medio de su sistema solar.
El resplandor llevó a la gente a voltearse para mirar el nuevo escenario puesto al lado contrario del espacio, mientras sonaba la introducción del disco HERE (2016), ambientada con imágenes en blanco y negro de las luchas de la población afroamericana por sus derechos, de Nina Simone y otros referentes de sus principios, de Nueva York y sus caras más sombrías. “The Gospel” abrió esta nueva sección del show en la que la cantante contó al público la historia del teatro Apollo en Harlem. Lugar de extrema relevancia para la música afroamericana, vio los primeros pasos de Ella Fitzgerald, Michael Jackson o Ray Charles. Contó Alicia que en él las personas decidían cuáles eran las mejores actuaciones o canciones por medio de aplausos y decidió implementar, precisamente, esa práctica poniendo a prueba dos versiones de sus canciones, la versión Originals, tocada solo con un teclado, y la versión Unlocked, tocada con un sintetizador. Ambas versiones de cada canción aparecen en una especie de Lado A y Lado B de los discos KEYS y KEYS II. Comenzó el ejercicio con “Skydive”, continuó con “It’s insane” y finalizó con “Only you”. En las tres ocasiones, según votación popular, ganó la versión Unlocked, llena de energía y más bailable, acorde al ambiente del concierto. Pero eso no cerró el momento solar del espectáculo. “A woman’s worth”, la segunda canción que se conoció en su carrera, enloqueció a la audiencia y siguió aumentando la energía con “Unbreakable” y “My Boo”, canción de 2004, de sobra conocida por la gente, en la que colabora con Usher. Llegado el momento, decidió dirigirse a su ciudad natal, Nueva York. El primer guiño lo dio con “City of gods”, pero ante la pregunta “¿Les gustaría que cantara otra canción sobre New York?”, el Movistar Arena se vino abajo con gritos y aplausos expectantes de “Empire state of mind”. Alicia pidió que todos sacaran sus celulares y fue entonces cuando el espacio se convirtió realmente en un universo de estrellas alrededor de la más brillante de todas.
Si bien el momento anterior dejó la vara alta en cuanto a las sorpresas por venir, el regreso al escenario principal no dejó de impresionar, cuando en medio de la canción “Girl on fire” apareció Ana Tijoux interpretando su canción “1977”, en un remix que extrañamente funcionaba a la perfección con la canción de Keys. Luego del abrazo sororo, Alicia se acercó al piano y pidió al público que la acompañara cantando lo que ella llamó “nuestra primera canción juntos”, “Fallin’”, su primer single y éxito. “Hasta que las estrellas nos escuchen cantar”, dijo, y las primeras notas del piano guiaron las miles de voces que corearon la canción como si la hubieran esperado por años.
Justo antes del final, la intensidad bajó un poco con canciones como “In common”, “Gypsy woman” y “Underdog”, pero era solo un pequeño descanso a la emoción, porque decidió cerrar con “No one”, de su querido disco As I am (2007), dándole al público nuevamente la oportunidad de acompañarla cantando y decorando el recinto con globos morados que iluminados por cada espectador con la linterna de su celular, dieron al show un cierre espectacular, planetario e inolvidable. El regreso estuvo marcado por “Like you’ll never see me again” y la infaltable “If I ain’t got you”, en la que cantó el coro en castellano, para volver a hermanarse con sus seguidores hispanohablantes y para dejar claro que es una con su público, una estrella cercana y cariñosa que llenó de energía los corazones de quienes asistieron a un show que agotó sus entradas y que esperamos que se repita antes de que pase una década más.
Setlist:
Nat King Cole
You don’t know my name
Wasted energy
Karma
New day
Un-thinkable (I’m ready)
So done
Diary
Calma
Looking for paradise
The Gospel
Plentiful
Nobody knows
Skydive
It is insane
Only you
A woman’s worth
Unbreakable
My Boo
City of gods
Empire state of mind
Try sleeping with a broken heart
Girl on fire
Superwoman
Fallin’
In common
Gypsy woman (She’s homeless)
Underdog
No one
Encore:
Like you’ll never see me again
If I ain’t got you