Parque Bicentenario de Cerrillos.
19 de marzo 2023.
Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Javier Martínez.
Hay alegrías y alegrías. Pero pocas se comparan con la alegría del reencuentro. En medio de una excelente racha para los revival, como el de Los Búnkers hace unas semanas, o incluso el de Blink 182 que, lamentablemente no se concretó, llega la reunión de la mítica banda nacional Pánico, cuando están a punto de cumplir 30 años desde su creación en 1994. Nacieron en Francia y se radicaron allí. Pero a pesar de la lejanía geográfica, la leyenda y el culto a esta agrupación no decayó en los diez años que pasaron desde que comenzó su pausa. Son ícono de la música alternativa de los 90. Son parte de la conformación de la identidad del punk y del rockero psicodélico chileno, y así lo demostraron la tarde del domingo en Lollapalooza. Los chicos y chicas pánico – como se conoce a su fanaticada – repletaron el escenario Banco de Chile, con más poleras negras que en todo el festival, cantaron cada canción moviendo el cuerpo frenéticamente o empujándose en un mosh bajo el sol abrasante. Incluso, quienes no forjaron su adolescencia o adultez con esta banda, pudieron, al menos, responder al llamado de “¡mamaluco, cucurrucho, chico güerro!” sin necesidad que nadie les explique por qué esa canción se encuentra arraigada en su subconsciente. A los únicos a quienes les tomó desprevenidos el vendaval, fue a los más jóvenes, ilusos nacidos después del 2000 que sentados en el suelo, no sabían lo que se iba a plantar sobre el escenario.
Como corresponde a una banda de sus características, el primer sonido que se escuchó por los parlantes, fue la estridencia de un acople, imposible de saber si fue a propósito o un error, porque en realidad no importa. El impecable sonido de Lolla, se ensució con la sola presencia de Edi Pistolas, Carolina 3 estrellas, Juanito Zapatillas, Tatán Cavernícola y Memoria Radial en el escenario. Edi, con guitarra de palo cantó primero que nada “Chicos y chicas pánico” honrando la presencia leal de los mismos de siempre, de los que siempre llevan ropa muy rara a la fiesta. Pero esta era su fiesta. Con “No me digas que no si quieres decirme que sí” y “Una revolución en mi barrio” se armó el primer mosh con la absoluta diversidad de personas presentes. Incluso, pudimos divisar a María José Ayarza, más conocida como Chini.png, quien había participado como artista en el festival el viernes 17, en medio de la batahola saltando, cantando cada palabra y empujando de vuelta. Al mismo tiempo, la imagen de Bruce Lee con fondo rosado apareció en la pantalla como la clásica carátula de su primer EP, Pánico, conocido como “el Bruce Lee” por sus seguidores.
A medida que el concierto avanzaba, la euforia de la gente iba en aumento. Comenzaron a aparecer las canciones del disco Pornostar una tras otra. “Demasiada confusión” y “Playa”, “Miss Intoxic llega a la disco”, “Acción y velocidad”, “Chica Bonita” y “Rosita quiere ser una pornostar” se sucedían y eran todas coreadas palabra por palabra por el público. La euforia también era de los integrantes de la banda. Al menos por parte de Edi Pistolas, era evidente por sus gritos, su baile, su agradecimiento y su cara enrojecida por el calor. Pero el virtuosismo en el bajo de Carolina 3 estrellas, en la batería de Tatán Cavernícola, en la guitarra de Juanito Zapatillas y en los teclados de Memoria Radial, eran prueba de las ganas de tocar que habían acumulado en los diez años pasados. “Muchas gracias. ¡PANICOOOOO!” Gritó Edi de pronto. Si bien ese grito es conocido ya, el hecho de haber agradecido antes, hizo parecer como si estuviera agradeciendo a su banda más que al público. El fiato y la nostalgia del reencuentro se hizo notar incluso en ese acto fallido.
El inicio del fin vino con más canciones del recuerdo como “Las cosas van más lento” o “Lupita” y el momento de mayor psicodelia se dio con “Reverberation Mambo”, de su disco más próximo al presente, Kick, lanzado en 2010. Esto, justo antes de recurrir al único final posible para un show como este: “Transpíralo”, himno insigne de la banda, pero también tema amado en Chile y Latinoamérica, hizo literalmente transpirar al público bajo el sol de las cinco de la tarde, mientras los guardias se encargaban de “regar” a la gente con botellas de agua para evitar que los acordes de Pánico les llevaran a la deshidratación. El agradecimiento mutuo fue sincero y la banda se despidió en un abrazo y una reverencia que solo denotaba que habían vivido, en conjunto con su gente, un momento sublime de máxima felicidad.
Si bien Pánico debía reaparecer en la versión 2020 del festival, la pandemia retrasó los planes de reunión entre ellos y el público, pero generó expectativas acerca de algo que eventualmente ocurriría. Hoy en día, luego del exitoso debut de la nueva-vieja banda que formaron, se preparan para un sideshow que se realizará este jueves 23 de marzo en el Teatro Coliseo, así como para comenzar a grabar algunos demos antiguos encontrados en viejos baúles.
El inolvidable show entregado por Pánico en Lollapalooza Chile 2023 fue suficiente para suplir todo el rock que faltó en un festival que ve cada vez menos instrumentos sobre sus escenarios, menos riffs de guitarras y más pistas pre grabadas de música urbana y pop. Si bien esto muestra la capacidad de adaptación del evento a los gustos de los jóvenes, la música avanza no solo hacia adelante. Estos festivales pueden ser la instancia perfecta para conectar a las nuevas generaciones con la música que vale la pena escuchar de las anteriores. Esperamos que los jóvenes oídos hayan salido tan desconcertados del concierto como los fanáticos de siempre, que no podían dejar de comentar cómo estos viejos raros les habían volado la cabeza.
Setlist:
Chicos y chicas pánico
No me digas que no si quieres decirme que si
Una revolución en mi barrio
Fútbol
Autobrillante
Demasiada confusión
Tanto sol
Playa
Miss Intoxic llega a la disco
Acción y velocidad
Chica Bonita
Rosita quiere ser una pornostar
Surfer
Las cosas van más lento
El karate es una cosa del espiritu
Guadalupe
Lupita
Reverberation Mambo
Transpíralo