Parque Bicentenario de Cerrillos.
18 de marzo 2023.
Por Paulo Domic.
Fotografías por Lotus Producciones.
Cinco años después de debutar en Chile en este mismo festival, Alison Wonderland volvió al país para pararse nuevamente en el Perry’s Stage. Pero esta vez fue distinto, ya que el espacio abierto es una experiencia totalmente diferente a la que vivió cuando esa primera vez tocó su música dentro del Movistar Arena. Lo que no cambió, fue el gran espectáculo sónico y visual que entregó, demostrando por qué es una de las DJ más connotadas del mundo, ocupando puestos muy altos en distintos ránkings de pinchadiscos del mundo. Una fiesta enorme que fue el deleite de miles de asistentes que disfrutaron de su show al inicio de la noche de esta primera jornada de LollaCL 2023.
Contrariamente a lo que muchos pueden pensar, aunque ella no toque instrumentos en el escenario, de música sí que sabe y muchísimo. La australiana creció en Sydney, donde se formó como músico clásico, especializándose en violines. Actuó como violonchelista en la Ópera de la Juventud de Sydney y luego fue bajista en algunas bandas locales de indie rock. Pero un día fue a un club y al escuchar una canción electrónica, incluso fue al DJ a preguntarle cómo se llamaba. Ahí comenzó ese romance con las remezclas y tornamesas que se transformaron en su pasión y profesión.
Su disco debut, Run de 2015, fue su primer gran hito artístico, llegando al número 1 en el ránking de electrónica del Billboard estadounidense. Un logro que volvió a repetir en 2018 con su disco Awake, y que se ha mantenido muy arriba con Loner, su último trabajo del año pasado que contextualiza este nuevo periplo por el mundo que la trae de regreso a Chile con sonidos nuevos y un show recargado, apoyado en visuales que prometieron poner a todo el público chileno a bailar y a hacer catarsis. Misión que indudablemente cumplió y superó con creces. Y claro, ella en más de alguna vez ha comentado lo mucho que le gustó Santiago cuando vino, amó ver montañas por todas partes. Por lo mismo, para este reencuentro vino con una energía muy especial y se le notaba muy conectada con su público.
Bajo la oscuridad total a las 20:30, de pronto las pantallas del Perry’s Stage se encienden y comienza el espectáculo encandilante de Alison. Sobre la tarima se hizo todopoderosa y sus mezclas hacían eco en todo el lugar, poniendo de pie y haciendo bailar a todos los muchos que se congregaron y esperaron para verla en acción. Sus frenéticos y desenfrenados ritmos, los sonidos de sus tornamesas y el poder de los sub bajos, penetraban sin piedad en todos los sentidos, haciendo imposible quedarse inmovil viendo su performance.
Las pantallas realmente eran un espectáculo aparte. Psicodélicas y enceguecedoras animaciones, imágenes de sus videoclips y delirantes colores e íconos, se complementaban perfectamente con el humo y las lenguas de fuego que salían desde el frente del escenario. Una experiencia totalmente memorable para ambientar su selección musical y enorme destreza para pinchar discos. Por momentos, la masa se volvía una marea incontrolable cuando ella arengaba y pedía que saltaran al compás del ritmo, petición a la que nadie se restaba.
En una hora de presentación, la australiana tocó lo mejor de su repertorio, con bastante foco en su disco Loner del año pasado. Éxitos como “I Want U”, “Anything” y “Church” no faltaron en sus elegidas para el show y fueron puntos altísimos y muy celebrados de su actuación. “¡Estoy feliz!” exclamó permanentemente, evidenciando lo complacida que estaba nuevamente frente a este público chileno que tanto estima.
Un impresionante show a cargo de una de las mejores DJ del mundo. Una fiesta que engalanó el Perry’s Stage, un escenario que queda algo secundario dentro de la parrilla de Lollapalooza, pero que congrega a muchísima gente, incluso cuando los headliners están tocando. Alison compitió con el concierto de Rosalía y así y todo logró tener a unas 3 mil personas para ella sola, que disfrutaron de su arte y que se llevaron un gran recuerdo de este nuevo paso por Chile y su Lollapalooza.
