Por Francisca Neira.
Partiré esta reseña desde un punto no tan evidente: soy profesora. Sí, soy profesora o al menos ese ha sido mi trabajo por un largo tiempo en el que he intentado incansablemente acercar la literatura a muchos y muchas estudiantes (demasiados) y no siempre ha sido fácil explicar o evidenciar la relación indisoluble que existe entre el arte y los diferentes contextos, ya sea en que se produce o en que se recibe. Porque, aunque suene a lugar común y quienes estamos sumergidos de una u otra forma en el mundillo educativo/cultural lo consideramos de perogrullo, si la consigna no es literal, esa relación pasa desapercibida la mayor parte de las veces; aunque otras, se revela con tal intensidad que emociona y deja entrever la naturaleza misma de quien crea los textos u obras.
Y eso fue, precisamente, lo que encontré en “Lado B. Crónicas, entrevistas y reportajes musicales” (2023), el compendio de textos escritos y publicados en diversos medios (salvo algunas excepciones inéditas) durante algo más una década por la publicista de profesión y periodista de oficio, Johanna Watson, y publicado recientemente por Ocho Libros Editores, quienes suman con este ejemplar un nuevo aporte a su catálogo que ya contemplaba algunos títulos referidos a la música (chilena, en particular) y que, por primera vez, se abre a una veta de tintes más rockeros en la que podemos encontrar textos referidos a Los Prisioneros, Aterciopelados, Cecilia La Incomparable, Guns’n Roses, Fabiana Cantilo y Evaristo Páramos, entre otros.
El “Lado B” de Watson es atractivo, cautivante. Es difícil descolgarse de la lectura después de comenzar porque es ágil, rápida, entretenida y, a pesar de que dentro de las secciones hay subtemas, por ejemplo, varios textos referidos a Faith No More o a alguno de sus integrantes o a Charly García y su mala situación de salud, no se vuelven tediosos ni monotemáticos y eso, me parece, es puro mérito de la escritora. En ese sentido, y para dimensionar de qué hablo, la publicación cuenta con 352 páginas que se dividen en tres grandes secciones dedicadas al rock anglo, al argentino y al chileno más una pequeña enfocada en Hispanoamérica. Cuarenta y seis textos (¡46!) que además de la música y los artistas hablan de Johanna, la mujer, lo sé porque tal como señala el periodista argentino Sergio Marchi en uno de los prefacios del libro “la música es una cuestión de preferencias”, pero también lo sé porque la escritura de Watson va de la música pero es sumamente íntima. Nos deja enterarnos, como si fuéramos amigas de toda la vida, de sus ansiedades frente a un primer show de la banda favorita, de la cita fallida en un concierto fundamental y de cómo vive en primera persona y en la vida cotidiana la pasión por la música.
Pero, como si aquello no fuera suficiente, “Lado B” también nos habla de Chile, de la dictadura y la vuelta a la democracia, de nuestro feminismo, de la pobreza, del Estallido. Eso fue lo que no pensé encontrar, pero a pocas páginas de iniciada mi lectura, pude ver cada vez más claro: Watson trenza con palabras historias musicales, personales y colectivas, discursea tanto de sentires como de reivindicaciones, no menciona partidos pero habla de política dura, guía las preguntas para que sus entrevistas serpenteen naturalmente entre los procesos creativos y las apreciaciones de la contingencia nacional e internacional, insta a las y los músicos a referirse a los temas de fondo que rodean, quieran o no, sus obras. Se mete en las patas de los caballos. Y lo hace magistralmente, como dijo Mauricio Durán en la presentación del libro, dominando “el arte de desaparecer” y dejando la tribuna para que las y los entrevistados reflexionen y se expresen libremente, casi como si ella no les hubiese preguntado nada, casi como si esas personas tuvieran la necesidad de contarle algo sin que ella se los pidiera. Y entonces me hizo mucho (muchísimo) sentido el consejo que la propia autora extendiera a algunos periodistas en formación presentes en el lanzamiento del libro, “pregunten lo que quieran, lo que ustedes quieran saber de verdad”, ella lo hace, y al leer se nota que Watson pregunta lo que realmente quiere saber y escribe lo que en serio quiere contar. Y se agradece.
A modo personal, salvo algunas excepciones que me parecieron innecesarias en un libro de la extensión de “Lado B”, la mayor parte de los textos me parecieron no solo entretenidos e interesantes sino cautivadores e, incluso, inspiradores. Mis favoritos, sin duda, fueron la entrevista a Trey Spruance, guitarrista de Mr. Bungle, que esboza una explicación al amor Chile/FNM/Patton y las crónicas “Jorge González es mi héroe” y “Santaferia y Gustavo Gatica: la lucha sigue al ritmo de la cumbia”. Estos dos últimos son textos que paran los pelos y emocionan hasta apretar la garganta porque hablan de todo eso que es mucho más que la música pero que se condensa tan sutilmente en ella que nos permite compartirla en un gusto y un gesto común, y eso, Johanna lo sabe bien.