Primavera Sound Santiago 2022, domingo: Del sol y otras estrellas
Parque Bicentenario de Cerrillos, 13 de Noviembre 2022.
Por Jaime Farfán.
Fotografías por Francisco Aguilar / Primavera Sound.
Atardecía, sobre el escenario había una orquesta completa, sus rostros estaban llenos de satisfacción. Eran los jóvenes miembros de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI), quienes ayudaron a Björk a entregar una mágica presentación en el domingo en el Punto Ticket Stage. Vistiendo un complejo traje color menta, una máscara de tonos esmeraldas y unos largos guantes blancos de látex, la intérprete islandesa anunciaba el último tema. Caían perpendiculares los últimos rayos de luz de la tarde en Cerrillos. Firmes, desde las cuerdas empezaron a salir las tensas notas de “Pluto”, cuyo explosivo mensaje sonaba progresivamente agresivo en versión orquestal. Todos agitaban los puños en el aire, cuando la maravillada cantante rompió la tensión – miren hacia el sol – señalando como se ocultaba entre las montañas.
En el último día del Primavera Sound Santiago, la naturaleza decidió ser nuevamente la protagonista y nos sorprendió con un clima caluroso. Atrás estaban las dramáticas lluvias que dejaron a los asistentes empapados el día anterior. Sin nubes en el cielo, todo estaba dispuesto para una tarde intensa en el Parque Bicentenario, repleta de buenos artistas para disfrutar. En la última jornada de un festival, todo es conocido y resultó más fácil moverse por las instalaciones del extenso recinto de Cerrillos. Movimiento que hay que decir, no estuvo libre de aventura, dado lo irregular y cambiante del terreno. Las distintas comodidades, como amplias zonas para sombra con cojines y algunos asientos, abandonadas los días anteriores debido al clima, se vieron repletas de gente tratando de capear las altas temperaturas.
No obstante, iniciamos pausadamente recibidos por la minimalista presentación de José González, quien tocaba su guitarra acústica arriba del Santander Stage cerca de las 16:20 hrs. Su voz dulce y profunda, resulta reconfortante, y es conocida para muchos dada su amplia difusión en medios, sumada a una consistente carrera compuesta por cuatro discos y otras colaboraciones. El cantante sueco rinde honor a sus raíces argentinas en “Local Valley”, lanzado el año pasado, y durante su espectáculo ayer no hace excepción, recitando con un melodioso español los versos de “El Invento”. No necesitó grandes recursos para conquistar a una acalorada audiencia, incluyendo además los covers que lo caracterizan. En esta ocasión, nos deleitó con una delicada versión del himno del trip-hop, “Teardrop” de Massive Attack, una poderosa “Blackbird” de The Beatles y la clásica “Heartbeats” de The Knife, desde siempre emocionante.
Un espectáculo destellante, fue lo que Jessie Ware entregó a continuación en el Punto Ticket Stage. Con todo listo para brillar, la cantante británica vino a Chile en su mejor momento, alimentada por el éxito del álbum What’s Your Pleasure del 2020. En menos de una hora, esta diva del pop en ascenso demuestra sus capacidades para grandes canchas, con una fórmula disco atrevida y sensual, que te atrae a la pista y te invita a bailar. Desde “Spotlight”, la exquisita voz de Ware desata la fiesta, con talentosos bailarines y coristas completando el sugestivo panorama. Para “Read my Lips” el calor obliga a la artista a sacarse la chaqueta, lanzando los brillos de las lentejuelas plateadas de su peto por toda la cancha. Las coreografías se completan con abanicos iridiscentes y orbes, en una interpretación y unión musical de tal amplitud que hace que el lugar se sienta pequeño y el show demasiado corto.
Con suaves armonías y un grueso bajo, comienza después de las 18:00 la clase magistral de la institución musical nacional, Inti-Illimani. Son filosas las flautas y los vientos que penetran el aire, alcanzando los acordes de los chilenos grandes distancias. Suenan amplios y majestuosos, como en una norteña “La calle de la desilusión” y la cumbianchera “El Guarapo y la Melcocha”. Similar que, con sus contemporáneos Los Jaivas, son jóvenes de todas las edades los que festejan con las sabrosas canciones de estos experimentados músicos, brincando en “Sobre tu playa”. La experiencia que se palpa en sus nevados cabellos sale a relucir entre las palabras que sueltan en los interludios, recordando el pasado aeronáutico del recinto donde se desarrolla el festival. Antes de tocar el himno “El Aparecido”, hablaron de la importancia de la migración y del desarrollo multicultural.
Porque del choque entre culturas nace la innovación y la belleza, quedando sellado en la cautivante presentación que dio la invitada estelar, Björk, junto a los integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana. La cantante islandesa, que no regresaba a Latinoamérica desde hace más de una década, se presentó en Primavera Sound mostrando otra de sus facetas. Abrazando su conocido amor por la música de cámara, decide traer su show en modalidad “Orkestal”, pero incluyendo un interesante giro. Fueron agrupaciones sudamericanas las escogidas por la artista para acompañarla en sus canciones, incluyendo producción y arreglos de cuerdas hechos exclusivamente por ella. Todo un honor, que en Chile recayó en los prometedores estudiantes de la FOJI.
Deteniendo el tiempo por una hora y veinte minutos, Björk complació a los expectantes fanáticos con una sólida selección de su amplio catálogo, iniciando con “Stonemilker”, el imponente tema que también abre Vulnicura. Una de sus melodías más bellas, logra alcanzar otro nivel de impacto gracias a la dirección de Bjarni Frímann, el director de orquesta que condujo las secciones de cuerda con mano firme. Solo pausando para entregar sus conocidos y arrastrados “Gracias”, la cantante islandesa continua con la prístina “Aurora”. Desde hace varios años no se puede observar el rostro directo de la cantante, era una máscara de escamas aguamarina lo que rodeaba sus profundos ojos.
Detenerse en el traje u otros detalles menores no tiene mucho sentido, lo que Björk entregó fue la música, una alquimia emoción y belleza. Se saldó así una deuda antigua, con los fanáticos devotos absorbiendo cada nota. La única iluminación disponible era el sol y el atardecer, que progresivamente fue envolviendo de un suave halo dorado a cada uno de los músicos. Particularmente fascinantes resultaron “Notget”, con sus violines ansiosos, o la conmovedora rendición de “Jóga”. En “Hyperballad” la islandesa conecta con los locales, y nos recuerda su faceta juguetona y rupturista. Apuntando a la despejada cordillera, cambió la letra de uno de sus sencillos más conocidos, recitando “This beautiful view from the top of those mountains”.
La emoción no amaina y una turbulenta Mitski, tomó control total del escenario donde se agolpaban los fanáticos esperando a Travis Scott, brindando una intensa y desgarradora interpretación. La artista norteamericana, recorrió los mejores cortes de su carrera, incluyendo la esperada “Nobody”, una intrincada “Geyser” y varios temas de su disco reciente, Laurel Hell, como “The Only Heartbreaker”. Así, mediante dramáticas coreografías y con estudiados movimientos sobre las tablas, la cantante se entregó por completo a su público, quienes no fueron indiferentes a los atormentados versos de la cantautora. Algo similar ocurrió en el escondido Primavera Stage, cuando Father John Misty ayudó a espantar los malos espíritus, esgrimiendo con su fluida y atractiva voz, letras sentimentales, sarcásticas y autobiográficas.
Sacando el sudor de su mojada frente, una joven maquillada de colores neón cerca mío se quejó audiblemente – por favor, que pare dos segundos para descansar -. Como una ametralladora disparó decenas de hits, la verdadera titán del pop de la noche, Charli XCX. Cerrando el domingo, la sensual estrella británica aprovechó cada instante de la hora que tuvo disponible para hacer disfrutar a sus efervescentes seguidores, que corearon a todo pulmón desde la clásica “I love it”, pasando por “Boom Clap” y hasta “1999”. Es en “Vroom Vroom” la última explosión del día, donde los presentes pierden realmente la cabeza.
Concluyendo con la increíble interpretación vocal de Caroline Polachek, que nos dejó prácticamente sin palabras, se terminó una intensa pero exitosa primera versión de Primavera Sound. Una propuesta novedosa que se sumó a la amplia parrilla de festivales locales, buscando responder al oyente más exigente, trayendo propuestas nuevas y modernas. Ante la caída de grandes estrellas de la música mundial, como Kanye West – que formó parte de la primera edición del Lollapalooza en Chile -, cabe hacerse la pregunta de quién tomará esos puestos de popularidad. Desplegando espectáculos de primer nivel, donde la calidad musical, la innovación y la experimentación estuvo presente en todo momento, en este festival queda clarísimo que talento hay de sobra. Solo basta abrir los oídos, la mente, la curiosidad, y escuchar con atención.