Andrés Calamaro en Movistar Arena: Siempre nos falta un poco más, no hay nada que sobre
6 de Noviembre 2022.
Por Jorge Fernández.
Fotografías por Eric Parra.
Domingo por la tarde. El sol todavía no se ocultaba del todo y el Movistar Arena se empezaba a llenar con un mar de gente que ansiaba corear cada una de las letras que aparecieran. Era un día más bien inusual, con una hora prudente para terminar antes de que la locomoción colectiva escasease por las calles de la ciudad. Un concierto dispuesto para nadar contra la corriente de lo usualmente establecido. Y era que no, si el que iba a subir al escenario no era otro que el mismísimo salmón: Andrés Calamaro, en gloria y majestad.
Eran pasadas las 20 horas cuando el trasandino y sus secuaces músicos subieron al escenario del recinto ubicado en Parque O´Higgins. Y lo hicieron sin tanta pomposidad, pero con una ovación devastadora. Un saludo fugaz y a tocar por casi dos horas de manera prácticamente ininterrumpida y con un repertorio de canciones variado en cuanto a discos y tiempos eclécticos.
Los fuegos se abrieron con el disco Bohemio de donde aparecieron la canción homónima y “Cuando no estás”, mientras que más entrado el espectáculo también el músico interpretó “Tantas veces” y “Rehenes”. Cada una de ellas cantadas a todo pulmón por los fanáticos. Y eso que este disco es de la década recién pasada. Por lo mismo, hay que imaginarse lo que pasó cuando los éxitos se sucedían en reversa.
Fue el caso, por ejemplo, de canciones emblemáticas del paso de Calamaro por Los Rodríguez, donde no faltaron los indiscutiblemente clásicos “Para no olvidad”, “Mi enfermedad” y “Sin documentos”. Cuento no más aparte el de la inclusión de la canción “Para siempre” de la banda argentina Ratones Paranoicos, tomando en cuenta que el invitado de honor de la noche fue, nada más y nada menos que “Juanse” Gutiérrez, vocalista y guitarrista de la reconocida agrupación ochentera.
Y es que Andrés Calamaro es un músico y compositor tan virtuoso que podría haber hecho más de un concierto con canciones diferentes de su extenso repertorio. Porque, digámoslo, en el concierto no sobró ninguna canción, pero hicieron falta muchas más para haber dejado más satisfechos aún, a su público devoto. Quizás es mucho pedir, pero cuando la calidad es magnánima, no dan ganas de levantarse del asiento, aunque la noche cubra el cielo de sopetón y parezca recibir la madrugada sin previo aviso.
Un escenario más bien minimalista donde lo que principalmente destacaba eran unas luces iridiscentes que muchas veces cegaban al público y una pantalla gigantesca atrás donde se alternaban videos complementarios a las canciones o se incrementaban los músicos y su arte en un fondo pulcro en blanco y negro. Atrás apareció Diego Armando Maradona, cuando el trasandino cantó la canción con la que le rinde tributo. Atrás también se vio la simulación de la típica pantalla informativa de vuelos en un aeropuerto al tocar “Los aviones”. Atrás también aquellos chicos que se fueron antes que él, y lo dejaron solo.
Y si de más clásicos se quiere hablar, hubo variaciones elegantes en la interpretación de canciones como “Me arde” o “Flaca”, junto con momento electrizantes y hermosos cuando se atronaba el coro de “Paloma” o “Estadio azteca”. Alto nivel de concierto el que nos regaló Calamaro. Con sus recatadas y precisas muestra de amor por Chile. Con su alta impronta y calidad de él y sus músicos. Con el increíble set de canciones que lo trajo de vuelta a los escenarios del país. Grata jornada de domingo y máxima felicidad entre los asistentes al ver un espectáculo de tan alta factura como el que nos brindó el músico argentino.
Setlist:
Bohemio
Cuando no estás
Verdades afiladas
Para no olvidar
Mi enfermedad
All U Need is Love.
Tantas veces
Rehenes
Los aviones
Maradona
Espérame en el cielo
Estadio Azteca
Tuyo siempre
La parte de Adelante / Loco
Para siempre
Me arde
Sin documentos
El salmón
Flaca
Alta suciedad
Paloma
Encore:
No se puede vivir del amor
Crímenes perfectos
Los chicos
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