Javiera Mena en Teatro Coliseo: Un espacio seguro en la noche
29 de Octubre 2022.
Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Javier Martínez.
Nocturna es el quinto y más reciente disco de la reina nacional del electropop disidente, Javiera Mena, estrenado hace exactamente un mes. Dicha producción es el motivo por el que tendremos a Javi de vuelta por un tiempo en Chile. Su gira de lanzamiento en suelo nacional comenzó anoche en el Teatro Coliseo de Santiago con una noche de euforia, cariño y baile. Las próximas fechas incluyen las playas del norte chico, el 31 de octubre en el Teatro Centenario de La Serena, y el litoral central, el 4 de noviembre en el Teatro Municipal de Valparaíso. Luego de eso, el camino sigue fuera de Chile, con una presentación en el Festival Primavera Sound en Buenos Aires, entre otras ciudades Argentinas, para terminar al otro lado del charco, en varias ciudades de España, que la dejarán más cerca de su actual residencia en Madrid. Después del show entregado anoche, es importante advertir al público que se apreste para un evento de altísima calidad del que saldrán con ganas de seguir bailando en alguna disco son sus amigues, para que lo consideren dentro del presupuesto.
Usualmente, las canciones nuevas que el público viene a escuchar en vivo por primera vez se tocan al final. Sin embargo, la primera canción con la que Javiera y su banda salieron al escenario fue “La isla de Lesbos”, canción que forma parte de Nocturna y que abre, como suele hacerlo esta artista, espacios de visibilización del lesbianismo que escapan de la visión hegemónica y estereotipada del mundo lésbico y da cuenta de la diversidad dentro de ese grupo. El público, que ha sido siempre muy fiel a Mena, ya había hecho la tarea de aprenderse la canción para cantarla junto a su artista idolatrada. Y en seguida después del gran estreno, comenzó la fiesta con “Luz de piedra de luna”. Sin titubear, una vez terminada la canción, Javiera saludó con su ya característico “¡hola gays de Chile!” y brindó por todos los presentes con un vaso de whisky.
Luego de “Debilidad”, perteneciente a Nocturna, y “La joya”, se dejó atrás el ánimo discotequero y se pasó a “la primera balada de la noche”, donde destacó un elemento nuevo en su banda, un joven saxofonista que aportó con la sensualidad y la cursilería de las baladas en inglés de principios de los noventa. En “Dos”, una que versa sobre “tener en el corazón a dos personas al mismo tiempo”, Javiera, experta en drama, terminó de rodillas en el suelo con el saxo a su lado, tocándole solo a ella, cual Kenny G y ella, como George Michael en “Careless Whisper”, sufriendo por ser móvil de la traición. Al momento baladístico le siguió “Esquemas Juveniles”, canción en la que aprovechó de saludar a sus amigas entre el público, incluida Daniela Vega, quien fue aplaudida con amor por la población de la cancha que tuvo la fortuna de encontrarla entre la gente. Luego de terminado el bloque del sufrimiento amoroso, la disco se volvió a prender con los lentes de “Otra era”, con la que se desató toda una latin party entre bases de reggaetón y salsa, seguida de “Cuando hablamos” e “Intuición”, canción que contó con la voz grabada de Li Saumet, de Bomba Estéreo, con quien fue grabada originalmente. “Me siento en la mejor discoteque, porque me siento segura”, dijo la cantante santiaguina, recibiendo el aplauso masivo de la gente que identifica detrás de esa sencilla frase, la importancia de rodearse de amistades y cuidarse mutuamente en tiempos en que la comunidad LGBTIQA+ sigue viendo amenazada su seguridad en muchas ocasiones.
Cuatro canciones más de su última producción salieron al encuentro del público. Primero, “Me gustas tú”, que marcó un momento de guitarreo playero, como lo planteó Javiera, en el que, sentada en el suelo, la cantó acompañada de sus músicos con guitarra acústica y flauta traversa, para luego dar paso a “Eclipse Total”, terminando de sellar su relación con el joven del saxo, tocando espalda con espalda como una luna y un sol en pleno eclipse. “Corazón Astral”, una de las primeras canciones del disco dadas a conocer por allá por tiempos de una pandemia extrema, configuró un viaje a la cuarta región con sus referencias a las papayas, el Valle de Elqui, la serenense Avenida del Mar y, como siempre, la playa. Finalmente, “Culpa” tiñó de rojo el escenario con guiños a la idea de luchar contra una culpa que podríamos llamar judeocristiana, con gestos que dentro de esa lógica se considerarían una cosa endemoniada, pero que Javiera usa irónicamente para negar aquella dicotomía entre el bien y el mal.
El concierto terminó oficialmente con “Sufrir”, “Que me tome la noche”, canción con la que hizo un llamado a todas las personas que compartieran su pasión por las noches de interminable fiesta, para rematar con “Al siguiente nivel”. Pero el público no se cansó de pedir su regreso. Volvió sola y se sentó en el piano, algo que no se vio mucho durante el concierto. Se tomó entonces el espacio para dar en el gusto a sus fans históricos con “Cámara Lenta”, canción que decidió tocar a último minuto debido a la gran cantidad de solicitudes por instagram que hubo para que apareciera en vivo. Para seguir con la emotividad de los 2010, interpretó “Sol de invierno”, para la que pidió al público que cantara las partes correspondientes originalmente a Gepe. Finalizó con el cover de “Mujer contra mujer”, haciendo un verdadero homenaje a la comunidad LGBTIQA+ y a las lesbianas en particular, lo que fue respondido con los gritos del público que repetían “¡Hola gays de Chile!” una y otra vez. Obviamente, el concierto terminó con la que más hace saltar a la gente y con la reincorporación de la banda para interpretar “Espada”, esta vez sin bailarinas, pero con una Javiera que se roba la atención con su propio baile y su energía desbordada para hacer juego con su público.
La imagen de una Javiera Mena DJ, encorvada sobre un sintetizador y un teclado ha ido cambiando a lo largo de los años. Hoy, vemos a una mujer mucho más cómoda con estar de frente al público solo con su micrófono, que ha tomado un carácter de front woman del pop nacional y latino tanto sobre el escenario como a nivel de carrera. Y aún más importante, ha construido desde un rol de diva completamente cercana y abierta a sus fans, un espacio seguro para que quien quiera expresarse tal como es, pueda hacerlo sin ser juzgado o juzgada. Un concierto de la Javi es un espacio plural, diverso y relajado, sin pretenciones ni poses innecesarias. Es el reflejo de la autenticidad de la artista en sus fanáticos y el respeto mutuo que eso conlleva. Eso, y la fiesta nocturna que apenas comienza.
Setlist:
Isla de Lesbos
Luz de Piedra de Luna
Debilidad
La joya
Dos
Esquemas juveniles
Otra era
Cuando hablamos
Intuición
Yo no te pido la luna
Me gustas tú
Eclipse total
Corazón astral
Sincronía Pegaso
Culpa
Sufrir
Que me tome la noche
Al siguiente nivel
Encore:
Cámara lenta
Sol de invierno
Mujer contra mujer
Espada
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