Måneskin en Movistar Arena: Una cita con el futuro del Rock
14 de septiembre 2022.
Por Paulo Domic.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Los italianos de Måneskin, uno de los grupos de rock revelación del 2021, llegaron a nuestro país con uno de los shows más desenfrenados de este año. Aterrizaron en el Movistar Arena para hacer su ansiado debut, luego de su exitoso paso por Rock in Rio. Victoria (bajo), Damiano (voz), Thomas (guitarra) y Ethan (batería) aún no llegan a los 25 años de edad y ya están en la cima. Su visita a Chile ocurre en su mejor momento y en plena vigencia a nivel planetario.
Måneskin ha sido descrita como una fusión entre pop rock, rock alternativo, glam rock y hard rock, generalmente comparada con el rock de los años 1970 tanto en sonido como estética. Han revitalizado un estilo que muchos piensan que está muriendo pero que la verdad sigue más vivo que nunca, inspirando a nuevas generaciones de artistas a expresarse a través del rock.
Nacidos en Roma, partieron tocando música en las calles de la capital italiana. Comenzaron a participar de los programas de talentos en la televisión, cosechando buenos resultados, mientras iban también grabando material y creciendo su audiencia de la mano de la exposición mediática. Alcanzaron la fama debido al exitoso lanzamiento del álbum Il Ballo della Vita (octubre de 2018), y tras convertirse en los ganadores del 71° Festival de Sanremo y el Festival de la Canción de Eurovisión en Rotterdam con la canción “Zitti e Buoni”. Gracias a estos triunfos de 2021, la música de Måneskin comenzó a hacerse viral y así fue como a través de videos de Tik Tok la canción “Beggin’”, originalmente lanzada en su disco Chosen de 2017, despegó a alturas insospechadas, alcanzando en su video de YouTube más de 10 millones de visitas y las más de 1.000 millones de reproducciones en Spotify, transformándose en la canción más exitosa del cuarteto hasta la fecha. Con toda esta corta e intensa historia llegaron a este lejano país y nada menos que a un recinto como el Movistar Arena que se repletó para recibirlos.
Adelaida DJ Set fue el encargado de abrir la música en la fresca tarde primaveral santiaguina. El cuarteto liderado por Jurel Sónico, reconocidos con el Pulsar 2018 como mejor artista rock por el álbum Paraíso, en esta ocasión se redujo a una persona, reproduciendo música desde una estación. Canciones de la banda se mezclaron con otras músicas del rock alternativo internacional. Positivamente recibido por el público presente a esa hora en el domo del Parque O’Higgins, sin mayor algarabía, considerando que la juventud de la audiencia se prestaban para hacer una fiesta. Luego de 30 minutos de presentación, ya la mesa estaba puesta para el plató principal.
Si pudiéramos definir de alguna forma a las miles de personas que llegaron al Movistar, podríamos decir que fue un público similar al que podemos ver en Lollapalooza. Mucha gente joven, en su mayoría mujeres, de entre 15 y 23 años, sin ningún tipo de clara tendencia caracterizada en su ropa. Desde rockeras a alternativas, algunas muy producidas y maquilladas, a jóvenes normales sin ninguna otra preocupación que ir a pasarlo bien. También mucha gente con identificación de género a través de banderas arcoíris. Toda la más amplia gama de la juventud santiaguina en toda su maravillosa diversidad. Algo que Måneskin por sí mismo representa muy bien a través de su estética y actitud. Una banda tan joven como quienes son sus fanáticos y que conecta con ellos tanto con su imagen, como con su música: un rock amplio, ecléctico, desenfrenado y energético. Un testimonio elocuente de que esa frase tan lúgubre de que “el rock está muerto” y que enarbolan sus más antiguos guardianes, está lejos de ser verdad. El rock cambió, se ha renovado y sigue seduciendo los oídos de las nuevas generaciones, que necesitan también ver en sus intérpretes a personajes que resuenen en su mente y sentimientos. Los italianos lograron eso y por ello fueron capaces de congregar a tanta gente en su primera visita a Chile.
Con “Zitti e Buoni” saltaron al escenario, puntualmente a las 21:00. Una larga túnica de blanco perlado lucía Damiano, como un profeta del 2022 listo para bautizar a sus fanáticas en el ritual de su música. Y en honor a la religiosidad de sus incondicionales, luego vino “In Nome del Padre”, que pese a ser en italiano, fue coreada íntegramente por la enfervorizada audiencia. Una prueba irrefutable que en el mundo de hoy es de que “si no cantamos en inglés no seremos famosos”, está muy lejos de ser verdad. Al ser un idioma de raíz latina, el italiano puede ser fácil de reproducir desde los hispanoparlantes y aquello quedó absolutamente demostrado anoche.
Muy temprano en el repertorio vino “Beggin’”, su mayor éxito, que prácticamente hizo estallar el domo. Lo mismo cuando vino “Supermodel”, otro de sus súper ventas que remeció cada asiento y puso a todos de pie. La audiencia encendió las luces de sus teléfonos móviles y se coordinaron para acompañar la música moviendo sus celulares de arriba a abajo, de un lado al otro. Un espectáculo que incluso impresionó al propio Damiano que quedó impactado por tan bella manifestación.
El repertorio del cuarteto fue intenso. Y también su puesta en escena. La energía de su juventud les permite saltar y moverse por el escenario de un lado al otro, ofreciendo una puesta en escena que contagia adrenalina e invita a moverse junto a ellos. El repleto recinto por momentos parecía bullir con la pasión colectiva desenfadadamente liberada.
Tal como en otros conciertos de esta gira, también dieron espacio a un par de covers, interpretados desde su muy auténtica interpretación. El primero fue “My Generation” de The Who, y luego “I Wanna Be Your Dog” de The Stooges. Un gesto que también significa que ellos tienen muy claro de dónde viene su sonido y por qué esa influencia también les da un sonido muy característico que los identifica y hace originales, frente a otras bandas de rock que tal vez no tienen influencias tan profundas en la historia del rock clásico. Estamos hablando de canciones tienen más de 50 años de vida y que tal vez ni siquiera para sus padres fueron relevantes, sino más bien para sus abuelos.
Con “Lividi Sui Gomiti” cerraron la noche, canción en la que subieron a un par de decenas de personas del público al escenario, conformando un final muy intenso para su concierto. Pero por supuesto, siempre responden a los pedidos de “otra” y regresaron para interpretar “Le Parole Lontane” y “I Wanna Be Your Slave” por segunda vez. Una fiesta, por donde se le mire. Y un concierto de rock puro y duro, desde todo punto de vista. Por mucho que los más puristas del rock intenten desahuciar el estilo y quitarle la etiqueta de “rockera” a cualquier banda contemporánea que ose mezclar su sonido con otros más modernos, aún está presente y convocando a miles de personas en todo el mundo. Porque el rock no sólo es una forma de sonar, sino también una actitud. Y en ese sentido, Måneskin tiene todo para convertirse en rockstars del futuro.
Setlist:
Zitti e Buoni
In Nome del Padre
Mammamia
La Paura del Buio
Beggin’
Coraline
Close to the Top
Supermodel
For Your Love
Touch Me
My Generation (The Who cover)
I Wanna Be Your Slave
I Wanna Be Your Dog(The Stooges cover)
Lividi Sui Gomiti
Encore:
Vent’anni
I Wanna Be Your Slave
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