Billy Idol en Teatro Caupolicán: La verdadera escuela del rock
1 de septiembre 2022.
Por Sebastián Allende.
Fotografías por Javier Martínez
Hay músicos que a pesar de los años se mantienen muy vigentes y van adquiriendo un denominativo mucho más allá de su música. Son artistas rupturistas, que generaron cambios, marcaron a fuego a generaciones y dejaron un sello inconfundible en la industria musical. Este jueves 1 de septiembre, el Teatro Caupolicán sería testigo del desembarco de uno de aquellos: Billy Idol.
Con más de 40 millones de álbumes vendidos, numerosos álbumes de platino en todo el mundo, y éxitos que continúan sonando en las radios de todo el orbe, Billy desembarca en nuestro país junto a su insuperable compañero de ruta, el guitarrista Steve Stevens, en esta fecha que promete ser una jornada repleta de hits y emociones para los cientos de fans que poco a poco comenzaban a aglutinarse en el recinto de calle San Diego.
La apertura de la noche correría de la mano de la banda nacional Franklin, quienes nos presentan dosis de su rock alternativo, presente en su única placa a la fecha, Altamar, del año 2021. La banda formada por eximios músicos de la escena local que han integrado filas de agrupaciones como BBS Paranoicos, Sin Perdón, Insurgentes del Sur y Juguete Enfermo, dio vida el 2019 tras la separación del grupo Sin Perdón, en una instancia en que Ismael Bustamante y Carlos Kretschmer comenzaron a desarrollar ideas más ligadas al rock alternativo que al punk y Hardcore característico de sus bandas madres. La prueba de esto fue la presentación de canciones como “Luces en el mar, “Fantasma”, ”Perfección” y “Fotografías”, canciones que demostraron los sonidos de este quinteto capitalino que fueron bien recepcionadas por los presentes.
Tras Franklin, la puesta de los equipos del show titular aplacaría poco a poco de la espera de los fans presentes, quienes ya comenzaban a impacientarse por escuchar de lo mejor de Billy Idol. La pantalla que acoge el fondo del escenario se tiñe de rojo para la puesta a punto de los equipos del dueño de la noche. Las luces que se apagan, el griterío que estalla y los sonidos de guitarra, liderados por Steve Stevens, dan pie a la fiesta sónica que viviremos está noche. Suena el clásico “Dancing With Myself” mientras Billy corre rápidamente por todo el escenario, despertando el entusiasmo de todos los presentes al acercarse al borde del escenario, y realmente uno se cuestiona al ver tanta energía desplegada en un hombre de cerca de 67 años, pero no, uno recuerda no es cualquier persona, sino que es don Billy Idol.
«Hola Santiago…» comienza diciendo la travesía de “Cradle of Love” donde la fiesta, el baile, y las sonrisas recorren en toda la escena en base a la música y al tremendo artista que hoy tenemos frente. Antes de “Flesh for Fantasy” Steve Stevens ya da muestra de su virtuosismo en las 6 cuerdas que de verdad dejan en manifiesto la calidad de artista que hoy tenemos presente.
Suenan “Cage” y posteriormente “Speed”, pero no sin antes la puesta a punto estilística de Billy, quien se cambia de ropa en el escenario logrando los primeros gritos de las chicas presentes. Billy se pasea de un extremo a otro como un león, Steve en cada momento que puede demuestra su talento, todo se mantiene como un show normal, hasta que Billy hace una pausa, el aire comienza a cambiar su ritmo, ya no es el mismo de antes, notamos que Billy comienza a ahogarse por situaciones anexas al show . Sale un emisario de la producción y nos dice que se cierra la música hasta que se ventile bien todo y podamos disfrutar de cómodos del show.
Tras la limpieza del aire, en donde la mascarilla a más de alguno salvo de un momento incomodo, vuelve la música y el concierto se retoma en donde quedó con “Speed”. Billy quién lo más seguro, tiene más de una anécdota en estos 40 años de carrera, sumará una más con su experiencia bombástica en Santiago.
“Are you ok Stgo?”, Billy se nos presenta bien y nos indica que hay música nueva y parte de ella es “Bitter Taste”. Suena “Eyes Without a Face”, una de las favoritas del repertorio de la noche y de verdad que hace que casi se caiga el teatro en base a los gritos de las chicas presentes y del acompañamiento de los fans. Es el momento del solo de Steve Stevens, en donde toca Un fragmento de “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin la que fue acompañada por los presentes.
“Mony Mony”, “Runnin’ From the Ghost” y “One Hundred Punks” seguían alimentando el baile, el rock y el descontrol de la noche, para posteriormente “Rebel Yell”, “Born to Lose” y el adiós con “White Wedding” cerraran el ritmo y la esencia del rock and roll que demostró Billy Idol en su primera presencia en nuestro país que de seguramente no pasará desapercibida, y que demostró cual es el verdadero espíritu del rock and roll y que de seguro buscará de una y otra forma volver a repetir.
Setlist:
Dancing With Myself
Cradle of Love
Flesh for Fantasy
Cage
Speed
Bitter Taste
Eyes Without a Face
Solo en guitarra de Steve Stevens
Runnin’ From the Ghost
One Hundred Punks
Blue Highway
Rebel Yell
Born to Lose
White Wedding
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