Por: Jorge Tello
La noche de ayer se vivió una jornada realmente intensa, era la primera vez que acudía a un recital de metal, con Sepultura y Slipknot de anfitriones, eran cerca de las 20:00 hrs cuando los primeros, oriundos de Brasil, hicieron enfervorecer a los miles de asistentes que llegaron al Movistar Arena en búsqueda de esos sonidos oscuros y electrizantes, porque ya son 30 años los que Sepultura celebra por estos días y así lo hicieron saber ayer en el concierto. Fueron cerca de 45 minutos sin pausas, donde generaciones se cruzaban en un mismo hemiciclo agitando sus cabezas quedando literalmente empapados, no solo del buen y ya clásico metal por el que la banda es reconocida por todo el mundo, sino por un sudor imparable en algunos, que los obligó a una buena hidratación a eso de las 20:45 hrs., cuando los de Belo Horizonte dejaron el escenario.
Fueron cerca de treinta minutos de pausa entre la primera y segunda banda, en ese lapso los técnicos de ambas agrupaciones hacían el máximo esfuerzo para volver a dar continuidad al show, en ese mismo instante, el público exigía que Slipknot entrara en escena a la brevedad. Con el correr de los minutos, cuando la fanaticada reaccionaba a cualquier juego de luces que surgiera desde el escenario, a eso de las 21:15 hrs. comenzó a sonar de fondo “Runnin’ With the Devil”, lo que bastó para que el publico estallara, ya que Slipknot entraba como plato de fondo. Una puesta escena digna de cualquier película de terror con asesinos enmascarados desquiciados moviéndose de un lado a otro, era sensación que me producía al verlos desde mi posición central de la cancha del Movistar.
Un mar de gente saltando y el resto con el clásico headbanging (acto de mover la cabeza con violencia) era lo que se apreciaba en todo el recinto, con las primeras canciones de los nativos de Iowa, Estados Unidos, comenzaron también a aparecer los primeros desmayados, en su mayoría chicas que rondaban los veinte años. Cabe mencionar que con tal cantidad de asistentes y una energía tan desbordante, el recinto resultaba una verdadera hoya a presión, más aún, habiendo todavía gente egoísta que solo quería satisfacer sus necesidades adictivas que prendían cigarrillos uno tras otro, en un lugar completamente cerrado, lo que contribuía a que muchos se sofocasen.
Slipknot es una banda con 20 años de existencia, desde que comenzaron a dar sus primeros pasos en 1995, a la verdadera maquinaria que son hoy en día, la fama de la banda, no fue hasta que en los primeros años del 2000, la banda pudo posicionarse y consagrar su estilo, años en los que el concepto de rock comenzaba a tener distintos matices y nuevas especias, es así que Slipknot se hacía notar frente a la aparición masiva de bandas como Papa Roach, Limp Bizkit o Linkin Park, donde sus videos musicales, eran recurrentes en las tardes del canal MTV. En aquellos años, la agrupación ganaba adeptos, atraídos sin dudas por el concepto que ellos representaban, una estética de enmascarados terroríficos y un metal moderno con tintes más dinámicos con sonidos premezclados o hechos en mesas electrónicas en vivo, planteamiento que acercaba a los jóvenes adolescentes al mundo un poco más oscuro de la música.
Es así como el público de Slipknot creció junto con ellos, como así también el número de seguidores, que vieron en la banda una consecuencia en su música a través de los años, alejándose de ser una banda para algunos netamente comercial que ensalzaba y elevaba su estética por sobre su música, lo cual se ha reflejado al compartir festivales con grandes del metal, como lo fue también el día de ayer, siendo ahora unos verdaderos referentes para muchos.
La banda deleitó una vez más, tal cual lo hiciera ya hace 10 años en el Velódromo del Estadio Nacional, el que ,sin dudas, al ser un recinto abierto para el intercambio de aire se extrañó anoche con tanta gente moviéndose y emanando más que felicidad.
Fue cerca de una hora y veinte minutos los que la banda tocó sin descanso, clásicos como “People=Shit” y “Duality” para todos los asistentes, antes de abandonar el escenario, no obstante el público estaba para más y la agrupación regresó para interpretar tres temas más antes de finiquitar definitivamente su presentación, cerrando con la canción “Surfacing” la que fue vitoreada por todos los que asistimos a la velada, una buena jornada de duras guitarras y baterías explosivas.
Setlist
Sarcastrophe
The Heretic Anthem
Psychosocial
The Devil in I
AOV
Vermilion
Wait and Bleed
Killpop
Before I Forget
Sulfur
Duality
Disasterpiece
Spit It Out
Custer
Encore:
(sic)
People = Shit
Surfacing