El cantautor nacional Chinoy puso fin a cinco años de silencio discográfico con el estreno de su nuevo álbum, “Saliendo del Otro”. Es un trabajo compuesto por once canciones en que el músico incorpora sonoridades electrónicas a sus texturas acústicas. “Suena como una mezcla entre el Apocalipsis y el refugio para cobijarse de él”, afirma Chinoy. “Saliendo del otro” ya está disponible en todas las plataformas digitales.
Acerca del concepto que aborda en su nuevo disco, Chinoy detalla: “cuando el poeta Rimbaud decía la frase “yo es otro”, una teoría plantea que se trata de una especie de eco de él, del súper yo. Entonces el que escribía era un sujeto aparte, un instrumento del inconsciente. “Saliendo del otro” equivale a brotar desde los demás, es un evocador del encuentro con la experiencia, la existencia, con la vida”.
Chinoy desarrolló la mayoría de las canciones de su nuevo álbum junto al productor Rodrigo Gonzalez, quien también es bajista de la banda alemana Die Arzte. Ese encuentro provocó un cambio radical en el sonido del músico de San Antonio, quien incorporó bases electrónicas, teclados y beats a sus nuevas creaciones. “Esta fusión suena a cómo sería mi propio viaje espacial”, sintetiza Chinoy.
Desde que irrumpió en la escena de la música nacional, Chinoy ha mostrado una especial dedicación en sus letras. En esta ocasión quiso que sus textos mostraran sincronía con su propuesta sonora más radical: “las letras van en búsqueda de la poética, pero desde la confusión y desde la oscuridad de las ideas, dejando que se precipite la imagen. Usé una manera de escribir que es menos reflexiva y más enfocada en lo espontaneo, lo inmediato”, explica el músico.
Además de trabajar en su propio álbum, durante esta temporada Chinoy ejerció como co-productor del álbum debut de la artista argentina, Lucero Van, quien además es su pareja. La dupla acaba de lanzar su primera colaboración juntos, “Almas Saladas”. Chinoy planea varios lanzamientos para 2021, pero por ahora su foco está en “Saliendo del Otro”, cuya idea central define como “zafarse de la camisa de fuerza a través de la poesía y, desde ahí, crear imágenes de liberación”.