Por Amaranta Cartes.
El 2019 fue un año importante para las mujeres. Tanto en Chile como en el mundo – y desde Chile hacia el mundo – el feminismo y la nueva imagen femenina se ha abierto paso para poder decir que este 2020 será el año de la consolidación del Girl Power. Ya lo vemos en el line up de Lollapalooza Chile, festival en el que, durante tres días (27, 28 y 29 de marzo), grandes exponentes femeninos, como Lana del Rey o Rita Ora, ocuparán los escenarios en igualdad de relevancia que sus colegas del sexo opuesto. Sin embargo, si queremos hablar de aquella mujer hace más de dos décadas cantaba de feminismo, que nos hizo querer ser diferentes, poderosas y rockeras en nuestra adolescencia, teñirnos el pelo rosado y no ser tratadas como niñitas, debemos referirnos a Gwen Stefani. La cantante, compositora y diseñadora de moda estadounidense, será la encargada de cerrar la última noche del festival junto a The Strokes y allí estaremos para presenciar su histórico retorno a nuestro país. Porque Gwen estuvo una sola vez antes en Santiago, pero fue hace 23 años con No Doubt y no le fue muy bien, según dicen los copuchentos. Muchos de los que asisten a Lollapalooza ni siquiera habían nacido en 1997, por lo que les haremos un repaso de la carrera de esta rubia platinada para entender en que pasos anda por estos días y cómo la recibimos su debut en el festival de los festivales.
Corría la década de los 80 y no muchas bandas tenían a mujeres al frente. Por supuesto, algunas como Deborah Harry o Cindy Lauper eran referentes para otras más jóvenes como Gwen. Sin embargo, musicalmente la banda que nacería en 1986, conocida como No Doubt, venía con sonidos bastante novedosos influenciados por el ska y la música 2 tone, que pasarían a ser parte de los ritmos característicos de la década de los 90. Esta agrupación nace por iniciativa de Eric Stefani, el hermano mayor de la artista, quien tomó la decisión de ponerla al frente. Como muchas de las bandas emergentes gringas, en Chile recién vinimos a saber de su existencia con su segundo álbum de estudio, Tragic Kingdom, lanzado en 1995, disco que, hasta el día de hoy, mantiene su mayor éxito, “Don’t Speak”, sonando en todo tipo de radios, desde las más rockeras hasta las más romanticonas.
Canciones como “Spiderwebs” o “Just a Girl” circulaban por las pantallas de MTV varias veces al día y dejaban boquiabiertos a los televidentes con la potencia de sus letras y el aspecto de su vocalista, de tenida deportiva y peinado de modelo pin-up. Hace poco la canción volvió a sonar en el soundtrack de Capitana Marvel, dando cuenta de su vigencia y de su importancia como discurso feminista.
Tragic Kingdom llegó a vender 16 millones de copias en el mundo y obtuvo cuatro nominaciones a los Grammy tanto por el disco como por la canción que lo hizo famoso. Cinco años más tarde, en el 2000, llegaría con Gwen de pelo rosado y con una onda mucho más new wave el disco Return of Saturn, del que merecen especial mención canciones como “Ex Girlfriend”, “Simple Kind of Life” y “Bathwater”, manteniendo ese sonido tan característico de No Doubt, con mucho apoyo de vientos y guitarra acústica en medio del estilo rockero que permite clasificarlos dentro de ese género. Este trabajo les valió nuevamente una nominación a los premios Grammy, pero no conocerían el triunfo hasta Rock Steady, su cuarto álbum, esta vez clasificado en categoría pop, pero que pasaba por géneros como el reggae, dancehall y hip hop, sin perder la identidad que la banda imprime siempre a sus canciones.
La canción ganadora fue “Hey Baby” y luego de unos años, también lo fue “Underneath it all”, llenando escenarios de eventos y programas de televisión con este nuevo pop que en 2001 contrastaba con las referentes más potentes y jóvenes de la época como Britney Spears y daban a Gwen un carácter de veterana en el rock junto a figuras como Sherley Manson, Courtney Love o Nina Persson.
Se evidencia la mano de Pharrell Williams en canciones como “Hella Good” que hizo bailar a muchos y que puede haber generado ciertos roces con los fanáticos y fanáticas más conservadores de la banda californiana. Ya comenzábamos a escuchar un poco más del sonido que sería propio de la carrera solista de Stefani. Lo último nuevo que escuchamos de No Doubt en la primera década de los 2000 fue el cover de la canción de Talk Talk “It’s my life”, con la que se adjudicaron un nuevo Grammy a partir de un disco de grandes éxitos donde incluyeron el sencillo.
A partir de 2004, Gwen comenzó a moverse sin compañía por el mundo de la música con su primer álbum solista Love. Angel. Music. Baby, disco más bien pop, pero como siempre, poco apegado a su época, ochentero en muchos aspectos, mezclado con hip hip y R&B, con videos ligados a la cultura coreana, algo que era mucho más llamativo en esos tiempos. El disco fue recibido con todo el entusiasmo y respeto que merecía una gran artista como ella y fue uno de los más vendidos a nivel mundial en 2005. Fue criticado por contar con demasiadas colaboraciones, algo que hoy sólo sería visto como algo normal. Singles como “What you waiting for?”, “Rich Girl” y “Cool” la consolidaron como una artista por sus propios medios y el tercer sencillo del disco, “Hollaback Girl”, fue la primera canción en llegar al millón de descargas digitales lo que la llevó a ser considerada “la reina de la era digital”.
A su primer LP le siguió The Sweet Scape, en 2004, del que recordamos canciones como “The Sweet Scape”, acompañado de Akon, que debutó tercera en la lista Billboard de ese año y “Wind it up”, que contó nuevamente con la colaboración de Pharrel Williams.
En esta década, Gwen ha aparecido en películas, se ha convertido en diseñadora de moda y hasta un disco navideño le conocemos. Donde más la hemos podido ver aparecer últimamente es en The Voice, uno de los programas de talento más importante de Estado Unidos, como parte del jurado, junto a su actual pareja, Blake Shelton. Su trabajo más reciente es This is what the truth feels like, de 2016, por lo que podemos esperar escuchar sencillos de este disco en Lollapallooza 2020 como “Make me like you” o “Misery”.
Sin embargo, esperamos que este festival nos entregue también algo de su faceta más noventera y algunas canciones del recuerdo de la banda que inspiró nuestra adolescencia. Gwen ya no es la rockera que fue, al menos por fuera. A sus 50 años, la cara se le mueve bien poco y su música ha evolucionado hacia otros sonidos, pero, por lo mismo, la expectativa debe ser la de presenciar un show de su altura y su espectacularidad, caracterizado por su actitud irreverente, que el tiempo no le ha arrebatado. Sea como sea, ya es suficientemente importante ver a una mujer de su impronta en letras grandes en los afiches, sobre todo por los avances que veremos este año en los espacios para las mujeres en la música. Sabemos que Gwen ha sido referente para muchas y estamos ansiosas de poder verla en acción el 29 de marzo.