Charly García en Movistar Arena: Una luz que nunca se apagará
13 de junio 2019.
Por Jorge Fernández.
Fotografías por Carlos Muller / Lotus Producciones.
Nikola Tesla era un revolucionario como pocos. El foco de su mente se prendió y no se apagó nunca más. Su genialidad, como no, estaba adosada a su locura. Así lo ratificó en parte David Bowie cuando lo interpretó alguna vez y así también lo invocó el loco lindo Charly García con su esperado concierto en Chile, ese mismo que lleva por nombre La Torre de Tesla.
Concierto relámpago, si seguimos con las analogías intencionadas pues, como se ha hecho común en el último tiempo, el anuncio de este fue solo unos días antes y los resultados no se hicieron esperar ya que, durante la fría y lluviosa noche del jueves 13 de junio, el Movistar Arena lucía repleto de punta a cabo.
90 minutos clavados deambularon entre el ayer y el hoy. Desde sus grandes clásicos a interpretaciones frescas de su más reciente y aclamado álbum Random (2017). De esta manera aparecieron, de seguro futuros éxitos, que dan cuenta de la vigencia del astro trasandino tales como “Lluvia”, muy ad hoc a la jornada, “Rivalidad”, en el que ironiza sobre su relación con Gustavo Cerati y “La máquina de hacer feliz”, single muy contagioso y quedo.
Sentado sobre un cómodo berger de cuero negro y nunca alejado más de unos centímetros de su instrumento de la vida, Charly no se movió de su espacio de confort a un costado del escenario. Diseminada por todos lados, estaba su fiel compañía musical. Entrelazados en un mar trasandino, chilenos y argentinos unidos por los instrumentos y con un peso mayor llevado a cabo por la corista Rosario Ortega, encargada de ser la escolta visible de la resquebrajada voz que a sus 67 años tiene el maestro.
No importa la edad, los años ni el cansancio, el público es un éxtasis continuo durante toda la jornada. Tras cada nota, tras cada canción, los vítores y aplausos surgen incluso antes de terminar cada una de las melodías. “De mí” fue la encargada para abrir el telón y dejó el sello de que nadie se olvidará de él porque aún es un artista con todas las credenciales para seguir estimulándonos. Otro de los puntos altos de la primera parte, fueron “Yendo de la cama al living”, “Cerca de la revolución” y “Parte de la religión”.
Tras el escenario, más allá del telón, había una pantalla gigante que con recursos audiovisuales complementaba cada una de las canciones que se iban sucediendo: Psicosis, 2001 Odisea en el Espacio, King Kong, el Duque Blanco, The Beatles y la gran Mercedes Sosa, fueron solo algunas de las referencias que dieron fondo a lo forma en que se presentó el concierto.
Charly es definitivamente un artista de magna impronta a nivel latinoamericano. Trampolín y bisagra de artistas de la talla de Fito Páez, Fabiana Cantilo o Pedro Aznar. Y es que es harto el kilometraje que lo precede. Por eso mismo es que además de sus canciones como solista, también incorporó parte de su material en sus bandas anteriores. Durante el festín nos deleitó con “No llores por mí, Argentina” de Serú Girán y “El día que apagaron la luz” de Sui Generis.
Los momentos más álgidos de la jornada estuvieron de la mano de alguno de sus mayores éxitos, los que aparecieron al final de la primera parte y comienzo del encore. Así de manera continuada se dibujó “Rezo por Vos” para el principio del fin y las incombustibles “Demoliendo Hoteles” y “Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)”. La última patita incluyó, además, “Ojos de videotape” y “Total interferencia”.
Es Charly y seguirá siendo Charly, un loco lindo y así se le quiere. Sus composiciones son un manjar de poesía y esa es la ambrosía que disfrutamos cada vez que nos visita. La locura, los años, el prestigio y la devoción. Todo es una bella amalgama para disfrutar cuantas veces sea necesario de este dinosaurio inextinguible.
Setlist:
De mí
La máquina de ser feliz
Rivalidad
Yendo de la cama al living
In the City Never Sleeps
Cerca de la revolución
King Kong
Lluvia
Parte de la religión
No llores por mí, Argentina.
Cuchillos
Canción de dos por tres
El aguante
Rezo por vos
Encore:
Demoliendo hoteles
Nos siguen pegando abajo (Pecado mortal)
El día que apagaron la luz
I´m not in love
Asesíname
Ojos de videotape
Total interferencia