El nuevo trabajo discográfico de la banda santiaguina contiene temas que aluden al folklor criollo, recogiendo mitos como el tue tue y el cabeza de chancho; y aborda una visión distinta sobre la muerte, ligada a la cultura ferroviaria, y a creencias populares y ancestrales.
Luego de un año de intenso trabajo de investigación bibliográfico y en terreno, la banda de blues rock, Cochayuyo, lanza su segundo trabajo discográfico, titulado “Kollof”.
La banda santiaguina, de formato power trío, está compuesta por Cristian “Pelao” Alonso en guitarra y voz, Felipe Aravena en el bajo y Jorge Yáñez en la batería (integrante nuevo, proveniente de Puerto Montt).
El trabajo de la agrupación busca resignificar el patrimonio sociocultural inmaterial, abordando en sus letras mitos, leyendas y relatos latinoamericanos, junto a una visión distinta sobre la muerte, ligada a la cultura ferroviaria, bajo la perspectiva de un viaje, junto a creencias populares y ancestrales como la cosmovisión selknam, incorporada en uno de los temas del EP.
En febrero de este año, la banda comenzó la gira del nuevo disco, con el cual hace un pequeño homenaje a la cultura mapuche a través de su nombre, Kollof, con el objetivo de generar conciencia sobre la situación que vive este pueblo y dar valor a nuestras raíces. Además, la agrupación da un giro musical orientado hacia el blues, a diferencia de su primer disco “Terror criollo”, en el cual presentó una propuesta más rockera.
“Nuestra música se funda sobre las bases del blues rock, pero tenemos la sutileza necesaria para viajar por diversos estilos, aplicando un agudo trabajo para desmenuzar las métricas, de manera de transitar por el funk, jazz, rock, pop y latín jazz, entre otros estilos, siempre bajo una renovada y fresca línea de blues rock”, señaló Alonso.
Los temas de Kollof fueron compuestos por su líder, Cristian «Pelao» Alonso, junto a la banda (integrada en ese minuto por Aravena y el baterista Leonardo Páez); grabados, mezclados y masterizados por Mauricio Barrientos, en el estudio Supra Producciones, de Puerto Montt; con participación de Mauricio Flores en el teclado. La ilustración del disco pertenece a José Canales (KAT).