Pillanes en Club Chocolate: veteranos emergentes de la música chilena
30 de enero 2019.
Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Suena extraño decir que Pillanes es una banda emergente. Pero lo es. En un lugar como el Club Chocolate acostumbramos ver tanto a artistas consolidados, como a bandas que han alcanzado un incipiente nivel de fama. Sin embargo, para un fanático de la música chilena ver a Mauricio y Francisco Durán (ex Los Búnkers) en un escenario tan pequeño y cotidiano, resulta, como decíamos, raro. A su lado, los hermanos Pablo y Felipe Ilabaca (Chancho en Piedra) nuevamente nos parecen enormes en un lugar tan reducido, considerando su trayectoria. Finalmente, como último integrante encontramos nada menos que a Pedropiedra ocupando un gran espacio en el escenario desde los teclados. No por nada los han llamado “Superbanda”; pero así como sus integrantes son ya leyendas del rock nacional, su fanaticada anoche no fue de más de mil personas, que no alcanzaron a llenar el recinto y que, aún así, venían con una potente energía por ver a la banda de estrellas que hace poco todos conocimos. Incluso unos llegaron con un lienzo con el nombre del grupo escrito en su original tipografía. También debemos considerar que antes de que empezara el concierto se realizaba un “after office” en Chocolate, un cumpleaños con varias personas y con música muy poco apropiada para introducir el concierto que venía. Por lo que, realmente quienes fueron a ver a Pillanes exclusivamente fue un grupo aún más selecto. Son una banda nueva y emergente, de eso no cabe duda.
Cerca de las 22:40 se interrumpió el reggaetón de la fiesta de oficinistas y comenzó el concierto con “Despegue”, la primera canción del disco homónimo, que introduce una atmósfera relacionada con lo mapuche, con la tierra y lo indígena. A esta le siguió “Somos lo peor”, canción que encendió inmediatamente la energía del público presente. Al ir escuchando cada una de las canciones, un conocedor podría distinguir, de manera más o menos clara, quien influyó más en la composición de cada una, pero lo cierto es que nada del material entregado en el disco había sido compuesto con anticipación por ninguno de los integrantes, sino que nació de la reunión de todos en Valparaíso ya con la idea de hacer un disco hace un tiempo, el cual grabaron en tres semanas.
El concierto continuó con “Loro”, un homenaje a Horacio Salinas que comenzaba a darnos luces sobre el origen del nombre de la banda. Los pillanes, aquellos antepasados mapuche que viven en la naturaleza y que protegen la existencia de su pueblo son, para estos músicos, los grandes artistas chilenos que han inspirado generaciones con su valentía y creatividad. Así lo demostraron también al recordar a Víctor Jara con un cover de “Lo único que tengo”, por quien pidieron un aplauso por su valentía apuntando al cielo, al pillán.
Avanzaba la noche y la banda se fue ampliando fuera de su quinteto principal. Aparte del baterista que los acompaña, Javiera Vinot fue la encargada de las voces en “Tú sabes”, tanto en vivo como en el disco. Con la canción “Valparaíso Concepción”, mostraron su lado más sicodélico con un distorsionado solo de guitarra del “Mauri” y las voces con eco de Pablo Ilabaca. Con “Facho Pobre”, expusieron una faceta musical que no relacionábamos tanto con los integrantes más rockeros, pero si con Pedropiedra, aunque dándole el sello propio de la nueva agrupación. Una canción muy “villera”, pero con contenido político que requirió el acompañamiento con las palmas y el baile del público, dejando claro que no son simplemente una banda de rock, sino que son la mezcla perfecta de los estilos musicales de sus integrantes.
Uno de los puntos cúlmines de su presentación vino con la canción “Pillanes”, la que promete convertirse pronto en un himno dado su talante ligeramente épico que, además, canta a la naturaleza y a los antepasados, a los animales, a las fiestas y procesiones humanas. En medio de la canción hicieron también un homenaje a otro pillán del hip hop, Zaturno, citando la canción “2001” justo antes de que Mauricio Durán comenzara la sección rapeada de la canción que no deja de sorprender a los fanáticos de Los Búnkers y que es rematada por Pedropiedra con su gran talento para “rapear sin rapear”.
Con la canción “Barrabás”, una sección instrumental del disco, hubo un pequeño gesto hacia Los Jaivas, pillanes ancestrales, y una destacada participación de Toño, el baterista que los acompaña en vivo. Javiera Vinot apareció nuevamente en “Convénceme” donde dejó a todos boquiabiertos con un despliegue vocal digno de “The great gig in the sky” y acompañó a la banda hasta el final con “El mundo es un lugar tan triste”, su primer single publicado el 18 de octubre del año pasado.
El público pidió el regreso de la banda al escenario entonando la canción “Pillanes”, canto que “Franci” acompañó con su guitarra y que luego Felipe Ilabaca agradeció profundamente, como un honor que ya haya gente cantando sus canciones. Comenzaron a despedirse con “Montañita”, una canción tranquila que recuerda a “Pancho” de Los Tres, con guitarra de palo y lindas armonías, para cerrar definitivamente con su último pillán, un cover de The Talking Heads, “Burning down the house”.
Siendo apenas su quinta presentación en vivo desde su creación, tenemos argumentos para decir que esta nueva superbanda es, sin duda, tan emergente como cualquier otra, pero con una diferencia: El volcán del que esta lava surge es antiguo y lleno de experiencia. Sus cinco integrantes son leyendas por sí solos y, sin embargo, rejuvenecen con este nuevo proyecto, se les ve cómodos y renovados, con canciones nuevas y tocatas en lugares más pequeños. Su música tendrá que hacerse un espacio entre un público que aún no los conoce, pero que ellos ya saben manejar con años de trayectoria en la escena nacional.
Setlist:
Despegue
Somos lo peor
Loro
Tú sabes
Valparaíso Concepción
Carmesí
Mis manos
Facho pobre
Pillanes
Barrabás
Convénceme
El mundo es un lugar tan triste
Encore:
Montañita
Burning down the house
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