Por Guillermo Ziem.
Llegamos al término de la revisión en la que desmenuzamos algunos de los hitos más importantes de las carreras de estos gigantes del metal, Arch Enemy y Kreator. Ahora es el turno de la vedette del show, los alemanes de Helloween.
Corría el año 1978 y en Hamburgo ya se percibían los primeros coletazos del naciente NWOBHM, por lo que no podía ocurrir algo distinto de que los guitarristas Kai Hansen y Piet Sielk, junto con el baterista Ingo Schwichtenberg y el bajista Markus Grosskopf decidieran formar el grupo Gentry, banda que fusionó lo que ya conocían de la nueva tendencia con sus intereses e inquietudes, gestando lo que sería un nuevo estilo, el Power Metal.
Luego de varios ajustes en su carácter, deciden en 1984 cambiar su nombre a Helloween y sumar la contribución del diseño del logo con calabazas por parte de Ingo. En ese periodo Piet Sielk ya había dejado el grupo y en 1985 ingresa Michael Weikath en su reemplazo, cerrando así la primera formación oficial, dando pie a la publicación de su álbum debut, Walls of Jericho, con Kai Hansen como vocalista.
Iniciando 1986 Kai Hansen asume que tiene constantes dificultades en su rendimiento vocal además de problemas para coordinar su voz y sus riffs de guitarra, restando, según él, calidad al material del grupo. En vistas de dicho problema la banda ve la posibilidad de sumar un quinto integrante a cargo solamente de la voz, lo que se convirtió en la oportunidad para un desconocido joven de nombre Michael Kiske. Con el nuevo cantante entran al estudio para preparar su segundo disco, Keepers of the Seventh Key (part.1), disco que inicialmente fue pensado como un álbum doble, pero su sello decidió parcializar el material, algo que en ningún caso impidió que fuera un éxito y catapultó a Helloween a su internacionalización, partiendo por Estados Unidos en una gira con Armored Saints y Grim Reapper. A su regreso la banda ya estaría posicionada como el grupo más exitoso de Europa.
Ya en 1988 la banda reingresa a los estudios, en esta oportunidad para grabar Keepers of the Seventh Key (part.2), álbum que terminó de consolidar a la banda en un verdadero nivel de estrellas. De este disco se obtuvieron los mayores éxitos de Helloween, tales como los himnos, “Eagle Flight Free”, “I want out” y “Dr Stein”.
Sin embargo, la miel sobre hojuelas se transformó en natre cuando Kai Hansen, descontento con los aspectos contractuales del sello y el nuevo sonido de la banda, sintió el impulso de dar un paso al lado y abandona la banda, pero siembra la semilla de lo que luego se conoció como Gamma Ray. La agrupación tomó un receso de dos años, pero en su retorno incorporó a Roland Grapow para hacerse cargo de la guitarra.
Aunque la nueva alineación propone continuar con el éxito ya conocido, un nuevo sonido inquieta al grupo. Y es que Kiske y Weikath constantemente buscan nuevas formas para el éxito, así surgen los discos Pink Bubbles go Ape y Chameleon, álbumes que hoy consideramos clásicos en Helloween, pero que en su momento fueron aletazos de ahogado para tratar de sobrevivir.
No obstante, todo iba empeorando al interior de la banda, Weikath asumiendo el liderazgo en Helloween decide expulsar a Ingo Schwichtenberg quien, aquejado de serios problemas de dependencia a las drogas y con una declarada esquizofrenia, decide terminar con su vida al poco tiempo de ser despedido. Esa fue la gota que rebalsó el vaso y facultó la salida de Kiske. Permaneciendo solo Weikath, Grapow y Groskopf en la banda, el futuro era incierto.
Con estas turbulencias y con la necesidad de mantener vivo a Helloween, los miembros restantes convocan a Uli Kusch para ser el nuevo baterista y a Andi Deris para hacerse cargo de las voces, alineación con la que los alemanes lanzan Master Of The Ring en 1994 y The Time of The Oath en 1996, estos discos confirmaron que Helloween había para rato y con más energía que antes, lo que quedo plasmado en el disco en vivo High Live de 1996. En 1998 los músicos nos visitaron por primera vez en el marco del Monster of Rock 98 en el Velódromo del Estadio Nacional, junto a Slayer y Anthrax y su visita se enmarcó, además, en la promoción del disco Better Than Raw.
Helloween despide el milenio con un recuento de sus influencias en el disco Metal Jukebox, un álbum de re versiones de sus ídolos entre los que destacan covers de Cream, Scorpions y The Beatles, luego de eso inician el 2000 con The Dark Ride, Rabbit Don’t Come Easy y como intención de cerrar un círculo lanzan Keepers Of The Seven Keys, The Legacy.
Nuevos cambios vienen en esta etapa: sale Kusch entra Löble, sale Grapow y entra Sacha Gerstner y así, en esta nueva era realizan el disco Live on 3 Continent grabado en sus shows en América, Asia y Europa. Posteriormente el foco se posicionó en Gambling With The Devil como su nuevo proyecto, un disco no tan impactante, pero jamás desechable.
Helloween ya se encontraba en su cuarto de siglo, con altos y bajos, pero era momento de celebrar, para lo que publican el disco Unarmed: Best Of 25th Anniversary, material en el que realmente hacen un genial esfuerzo para reversionarse a sí mismos, haciendo que sus éxitos suenen renovados en diversos estilos, excepto metal.
Armed Again: Seven Sinners, Straight Out of Hell y My God-Given Right son álbumes geniales en los que vemos que la composición de los mismos siempre mantiene un sonido propio, con identidad. Durante este periodo, del 2012 al 2015, Helloween se reunió en muchos conciertos con Gamma Ray, que a su vez giraba con Unisonic, de Kiske, por lo que fue un periodo de mucha ilusión para los fans alrededor del mundo ya que, a excepción de Ingo, podrían estar todos los fundadores de Helloween de nuevo en el escenario, pero y ¿qué pasaría con Andi Deris? Nada, solo son rumores.
Sin embargo, las calabazas se traían algo importante y es así como en Noviembre de 2016 Helloween anuncia su Pumpking United Tour, increíble, impensado, impresionante la reunión de todos los miembros de Helloween: en total 7 músicos en el escenario, dos vocalistas, Kiske y Deris; tres guitarristas, Gestner, Weikath y Hansen; un bajo, Grosskopf y una batería, Löble. Así, Helloween solo viene a posicionarse donde merece estar.
¿Qué más se puede pedir para la visita que se aproxima? Objetivamente lo que se viene es un espectáculo necesario de ver: Helloween, Arch Enemy y Kreator traen consigo lo mejor de sus carreras que, como hemos visto, suma mucha historia del mejor metal. Por eso y muchas cosas más, este 31 de Octubre no puedes faltar a la cita fijada en el capitalino Movistar Arena.