En 2015 el cuarteto que lidera Sebastián Ruiz-Tagle sorprendió a la crítica musical chilena debutando con un Ep en el que dejaron en claro su gusto por las melodías y la sicodelia, entregando canciones emotivas, frescas, simples.
Comenzaron las presentaciones en vivo y Aztecas se ubicó entonces en el mapa musical chileno, cosechando elogios y convirtiéndose en una de las bandas más prometedoras de ese año.
Tan solo unos meses más tarde serían invitados a entrar nuevamente al estudio para grabar el sencillo Flamingo, iniciativa de Ballantine’s Records.
Para principios de 2017 la banda había reunido material suficiente como para registrar su primer largaduración. Decidieron grabar en el estudio Tower Records bajo la producción de Simón Larraín, ex compañero de Sebastián Ruiz-Tagle y Juan Ariztía en la banda Puta Marlon. El resultado es un disco de 9 canciones en las que dejan atrás los guiños al folk y se concentran más en timbres oníricos, creando un paisaje siempre movedizo.
El sencillo Vietcong da luces respecto a lo que encontraremos en Olas Bravas; un inspirado viaje musical, low-fi, sin embargo, pop, melódico y sicodélico.