Arcturus en Club Blondie: Cuando la reinvención del metal es ley
27 de febrero 2018.
Por Guillermo Ziem.
Fotografías por Felipe Morales.
Este martes, en el reducto santiaguino Club Blondie, la banda noruega Arcturus se presentó en el marco de su Star Crossing Kinet Pioners Tour, en lo fue la tercera visita de la banda a nuestro país, pero esta vez con esta mágica gira que recorre su carrera musical de casi 30 años que, pese a los baches y espacios de silencio, le ha permitido posicionarse como parte de la avant gard del black metal mundial desde la matriz del estilo.
Con un Club Blondie a media capacidad (quizás por el horario) el evento fue iniciado por Blaxem, banda nacional que con solo un disco, Who Cares, y rudos 19 años de sus integrantes tienen demostrado que la resistencia del metal es algo que se reinventa. Blaxem, formados en 2012, ya tiene a su haber una gira por Europa y eco en las principales páginas web metaleras a nivel planetario, lo que solo nos ratifica que en Chile tenemos potentes herederos del estilo. Daniel Hidalgo en voz y guitarra, Guillermo Malatesta en guitarra y coros, Fabián Prieto en bajo y Sebastián Rojas en la batería dan vida a un conjunto joven, maduro y respetable quienes, con un show breve de cinco temas, se posicionaron con fuerza en los tímpanos de los asistentes con su música y un importante discurso social que demostró que Blaxem está recién comenzando y que tiene fragua para mucho más.
Luego de la espera habitual se dio inicio al plato fuerte, Arcturus, banda formada en 1988 en noruega que tiene la particularidad de que, hoy en día, ninguno de sus miembros fundadores está en el grupo ya que la formación actual, que permanece desde 2005, cuenta con ICS Vortex en la voz, Steinar Sverd Johnsen en teclados, Jan Axel Blomberg en batería, Knut Magne Valle en guitarra y Hugh Mingay en el bajo. Los nórdicos fueron los encargados de empezar a cerrar el periodo estival de música pesada con un paseo por su discografía más icónica, demostrando una vez más que Arcturus es metal mágico, sideral y de primera línea.
Con una particular puesta en escena en la que se presentan caracterizados como sacerdotes de alguna oculta religión o algún personaje del mundo de Mad Max, el quinteto subió al tablado para desenfundar sus mejores armas, focalizando su show en un desglose de su último álbum, Arcturian (2015), además de los más reverberantes sones de los discos Sideshow Simphonies (2005), The Sham Mirrors (2002), The Maskerade Infernale (1997) y Aspera Hyems Simphonia (1995). De esta forma, Arcturus dejó en claro que, en su estilo, ellos son los que dominan y se permiten crear y desechar subestilos dentro del mismo.
Cabe señalar que durante el show existió más de un problema técnico: en algún momento, al inicio, hubo inconvenientes con la amplificación hacia el público lo que significó que la banda se escuchó un par de minutos solo con el sonido del escenario; luego, problemas con el micrófono principal, después algunas cuerdas de la guitarra se cortaron, provocando la ausencia sobre el escenario de Nut Magne Valle por algunos minutos. Sin embargo, frente a la adversidad se pudo observar dos fenómenos que claramente se ganan a punta de esfuerzo: la banda siguió tocando como si realmente nada pasara, aprovecharon de estrechar manos y golpear puños en forma de saludo con el público de la primera fila y hasta se dieron el tiempo de conversar con ellos.
Pese a que desde los desentendidos del género puedan pensar, por su estilo o imagen, que los integrantes del grupo son ogros o malvados, Arcturus es una banda que derrocha simpatía y que mostró una cercanía importante y humilde con el público nacional, con quienes generaron una importante interacción que facilitó el desarrollo armonioso del show. Incluso cuando ya la gente comenzaba a evacuar el recinto, Hugh Mingay se acercó a la barricada a firmar autógrafos en discos, camisetas y cuanto artículo soportara la tinta, así como tomarse fotos con sus fans, como pocos artistas que se dan ese espacio. Notable.
Quienes aún creen que el black metal, metal, heavy etc. son géneros para desadaptados, debo decir que es probable que sea un estilo adoptado por quienes no quieren formar parte de la sociedad tal y como está, por lo que buscan en ruidosos y macizos bajos, estridentes baterías y filosas guitarras la espiritualidad y armonía incomprendida para la simplicidad de otras corrientes musicales. Hoy a este tipo de rock se le augura un futuro que se extenderá, posiblemente, para muchas más generaciones de aquí en adelante, ya que no en vano es un género que lleva 70 años sonando y que parece no tener término ni fecha de caducidad.
Setlist:
Kinetic
Nightmare Heaven
Crashland
Painting My Horror
Alone
Hibernation Sickness Complete
The Arcturian Sign
Du Nordavind
The Chaos Path
Collapse Generation
Game Over
Master Of Disguise
Fall of Man
To Thou Who Dwellest In The Night
Angst
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