Maximum the Hormone en el Teatro La Cúpula: Dinamita made in Japan
26 de octubre 2017.

Por Jaime Farfán.
Foto por Kazushi Hamano.

A saldar una deuda con sus fanáticos chilenos vino el grupo japonés Maximum the Hormone (マキシマムザホルモン) al Teatro la Cúpula durante la noche del jueves 26 de octubre. La banda nipona, cuyo nombre era frecuentemente pedido en las redes sociales desde hace años, vino finalmente en el contexto de la Super Japan Expo que se realizó el 7 y 8 de octubre en el Movistar Arena, como sideshow.

Toda la tarde hubo movimiento alrededor del teatro que albergaría el show en las siguientes horas. Los fans que habían adquirido el meet & greet y algunos precavidos que querían obtener el mejor lugar hicieron fila desde temprano. Un conjunto de gente muy organizada, una comunidad emocionada que luce con orgullo poleras del grupo, mientras la expectativa crecía a medida que pasaba el tiempo. Y no es para menos ya que la espera había sido larga. La banda japonesa, ya con casi 20 años de trayectoria, alcanzó la fama mundial con su fórmula que mezcla elementos tan disímiles entre sí como el nu-metal, pop, hip-hop, funk y ska, tras formar parte de la banda sonora de la serie de anime Death Note. Es a partir del peak de la fiebre nipona en Chile, a finales de la primera década del milenio, que cada vez tienen más adeptos dentro del país.

Una vez dentro del recinto, el grueso de la gente se encontraba en la cancha, pegados a la reja, mientras las graderías se llenaban progresivamente. Gritos y rondas de aplausos espontáneos eran el precalentamiento para el resto de la noche. La cita era a las 21 hrs, pero pasado un par de minutos anuncian por los parlantes que se están presentando problemas técnicos, lo cual no fue recibido con alegría por parte del público. Tampoco se recibió con total satisfacción la decisión de la banda de no permitir fotografiar o grabar con cámaras o celulares, noticia que fue comunicada unos breves momentos antes de comenzar el show. Sin embargo, todo fue olvidado, cuando a las 21:30 hrs. se apagan las luces y la energía del teatro se desborda.

Es que la combinación que traen la potente voz de Daisuke-han, la batería de Nao, la guitarra de Maximum the Ryo-kun y el bajo de Ue-chan al escenario desde el otro lado del globo, cayó como dinamita sobre la Cúpula. Cuando suenan los primeros acordes de “Nigire!!”, un viejo tema del EP Mimi Kajiru con el que Maximum the Hormone abre la noche, la audiencia se desata en una danza frenética de sacudidas de cabezas, aplausos, mosh, gritos y pasos de baile improvisados, hipnotizados por el poderoso sonido que logran los nipones. Aunque todos los miembros cantan en mayor o menor medida, Daisuke es el que lidera, con momentos de ásperos y profundos guturales contrastados con lírica rapeada con ritmo y habilidad. A pesar del paso del tiempo y una operación de garganta que paralizó a la banda durante el 2008, su voz no ha perdido ni un ápice de fuerza, incluso mientras se movía y saltaba con toda la energía que lo caracteriza. Otra parte considerable de las voces la construye Ryo-kun, quien cantando más limpio hace la contraparte. Los riffs de su guitarra no se hicieron de rogar. Por su lado Ue-chan, es más que nada vocalista de apoyo, pero con una técnica de bajo sólida, no lo necesita.

No obstante, el corazón de MTH es Nao, la carismática baterista cuyo instrumento sonó macizo y conquistador, con un ritmo infeccioso que dejó a los asistentes rendidos a sus pies. Mientras la banda recorría temas clásicos y nuevos, pasando de canciones que los llevaron a la fama como “What’s up people?!” a trabajos recientes como “Benjo Sandal Dance”, la energía del público no hacía más que incrementarse. En el centro de la cancha el mosh no cedía, siendo solo interrumpido por las rondas de vítores, gritos y sacudidas en los coros y solos del show. Una que otra cámara tímida salía de los bolsillos y se atrevía a guardar un poco del momento, pero quienes intentaron ser osados fueron detenidos por varios miembros del staff establecidos dentro del recinto.

Maximum the Hormone fue muy cercano al público chileno y la química resultó en una dinámica muy participativa, mientras la banda se tomaba varios interludios cada dos o tres canciones para aprovechar de interactuar con los asistentes. Nao fue la primera en romper el hielo hablando en japonés, aunque en unos primeros momentos la barrera idiomática se percibió, hizo su esfuerzo aprendiendo unas cuantas expresiones en español desatando la emoción de los presentes. Daisuke puso de su parte lanzando algunas frases de memes locales, y usando su inglés. También de gran ayuda fueron un par de intérpretes voluntarios del público, quienes facilitaron las instrucciones en una serie de dinámicas que animaron aún más la noche. Al salir al encore lo hicieron con una bandera chilena, regalada y firmada por muchos de sus fanáticos.

A pesar de los primeros contratiempos, los nipones sonaron bien en La Cúpula y dejaron satisfechos a sus seguidores y asistentes. Suenan más maduros y aunque se ha perdido un pequeño fragmento de la energía con los años, lo compensan con experiencia en el cuerpo. Con una duración cercana a las dos horas, en los 18 temas que compusieron el show pasaron por clásicos y nuevos. Muy interesante resultó escuchar sus viejos éxitos actualizados, disminuyendo el riesgo de que sus mayores hits, como “Zetsuboy Billy”, sonaran desgastados. Esto no evitó que fueran los puntos culmines de la noche, mientras un teatro lleno coreaba con pasión las letras. “Estamos muy felices de que gente que no sabe japonés haya cantado con nosotros” dijo Daisuke a través del intérprete del público. Sin duda el idioma tampoco fue una limitación para que los japoneses conquistaran la jornada, y cumplieran con creces las expectativas acumuladas por más de una década.

Setlist:
Nigire!!

Maximum the hormone

What’s up, people?!
Benjo Sandal Dance

Abara Bob

A-L-I-E-N

Minoreba Rock

Bikini Sports Ponchin

Zetsuboy Billy

Tsume Tsume Tsume

Buiikikaesu!!

Louisiana Bob

Shimi

“F”

Koi no sperm

Encore
:
Futoshi

Chu chu lovely muni muni mura mura purin purin boron nururu rero rero

Koi no mega lover