Por Sebastián Allende.
Este año hemos sido testigos de un nuevo proyecto del siempre inquieto Mike Patton. Si bien, la iniciativa nació gracias al interés de Dave Lombardo (viejo partner de Patton en Fantömas y conocido por ser el ex baterista de Slayer) por adentrarse en los sonidos afines al hardcore punk de la vieja sepa norteamericana y, además, fue él quien aglutinó a la formación al bajista Justin Pearson y a Michael Crain, a cargo de los metrallazos, en las 6 cuerdas. Siempre que se presenta una nueva aventura del vocalista de Faith No More se genera una gran expectativa en nuestras tierras por todo lo que pueda producir su inquieta y enferma mente.
Con esos antecedentes se nos presenta el disco debut de esta nueva agrupación titulado, Dead Cross. En tan sólo 27 minutos y divididos en 10 canciones, este primer LP, que fue producido por Ross Robinson, capta en plena forma la furia desenfrenada de lo que fue la escena hardcore norteamericana de la década de los 80´s.
El comienzo es total con “Seizure and Desist», canción que se transforma en una verdadera declaración de principios de lo que encontraremos en este disco. Un tema rápido, crudo, rudo y alocado.
Este es un disco de hardcore tradicional y el segundo track del álbum “Idiopathic” pone en manifiesto toda la fuerza de la batería de Lombardo en conjunto al canto alocado de Patton, quien en esta larga duración saca a relucir lo más extremo de su repertorio vocal, evocando a lo editado anteriormente con bandas como Dillinger Escape Plan y Fantömas, por designar a unos actos notables de Mister Mike.
“Obedience School” es una de esas canciones que dejan en manifiesto el gran tributo que es este disco a próceres del estilo como Circle Jerks, Black Flag, 7 seconds y Bad Brainds por nombrar a algunos. Velocidad, crudeza, riff de guitarras demoledores y bases de batería creados para morir en el mosh pit.
https://www.youtube.com/watch?v=pgGxrCEQT80
La gran sorpresa del disco es la inclusión de una nueva relectura de la canción de la banda Bauhaus, “Bela Lugosi’s Dead” que, si bien mantiene la esencia de la versión original, el tono penetrante de la voz de Patton junto al bajo distorsionado de Justin Pearson llevan a otro nivel a este gran tema, demostrándonos que las paredes sonoras existentes en las “cruces muertas” pueden ser ampliadas mucho más allá del hardcore que caracteriza este debut, al crear en esta oportunidad un tema potente y a la vez hipnótico.
El debut de Dead Cross termina siendo un disco honesto, que suena muy fuerte y en vivo. Del cual sus integrantes han manifestado en distintas entrevistas que se encuentran orgullosos de su sonido crudo, directo y alocado, como si fuera parte de un choque de trenes que terminan en una gran explosión. Si me permiten definirlo con un chilenismo, Dead Cross es un verdadero “combo en el hocico”.