Por Tomás Soto.
En la actualidad, los celulares se han convertido en un aparato indispensable en nuestras vidas. Debido al avance de la tecnología ya casi nadie se ve ajeno a ello, puesto que nos hace un poco más fácil el poder comunicarnos, encontrar ubicaciones, capturar momentos y, fundamentalmente, mantenernos «en línea» constantemente.
Sin embargo, ¿te atreverías a compartir cada mensaje que recibas sin ocultar siquiera una llamada a lo largo de una cena con tu grupo de amigos? El director italiano Paolo Genovese, trae a la pantalla grande aquello que, todos pensamos, podría ocurrir al hacernos la anterior pregunta.
El film nos instala dentro del departamento de una pareja, conformada por Rocco (Marco Giallini) y Eva (Kasia Smutniak). Cada uno de ellos, aproximadamente de unos 40 años, se encuentran cocinando y preparando cada detalle para recibir a 2 parejas de amigos y un soltero y así compartir una tranquila cena, una buena copa de vino y, además, poder presenciar un eclipse lunar pronosticado para aquella noche. Luego de haber comido y bebido algo, se colocan sobre la mesa diversos temas hasta llegar a preguntarse qué tan bien se conocen unos con otros y si acaso realmente no hay secretos entre una u otra pareja, a lo que responden, ¿qué secretos podemos tener?, nos conocemos muy bien. Pues entonces, una de ellas propone realizar el siguiente juego. Durante la cena, cada mensaje, llamada o actividad que aparezca en cada teléfono debe ser observada y presenciada por todos, a lo que ellos aceptan jugar, confiados y sin imaginar los problemas y discusiones que traería esto consigo.
Es básicamente esto lo que propone Perfectos Desconocidos, que entre paréntesis, su título es todo un acierto ya que el film refleja plenamente eso, eso es lo que somos y es totalmente eso en lo que nos hemos ido convirtiendo con la llegada de los celulares, nos olvidamos de las personas que tenemos a nuestro lado, ya casi no hay comunicación ni interés por cruzar palabras con quienes tenemos alrededor, preferimos buscar una relación o aventura rápida sin compromiso en lugar de ver qué es lo que le acompleja a nuestra pareja, no escuchamos a nuestros amigos que creíamos y asegurábamos saber todo de ellos y ocultamos los problemas que nos asechan a diario sin compartirlos con nuestra familia y buscando la satisfacción y aprobación a través del tan alabado celular.
Sin contar con una magistral ni desbordante actuación de los protagonistas, el largometraje cumple realmente su misión: entretener y no aburrir. A su vez, integra al espectador, hace que se involucre en las conversaciones interesantes que se plantean y logra que se sienta uno más del grupo de amigos, no se queda atascado en un solo aspecto y en todo momento tocan temas de interés actual. Otro punto a destacar es que la película no debe su éxito a la exposición de grandes escenarios, paisajes ni nada por el estilo, cosa que podría haber ocurrido fácilmente ya que es una película de origen italiana, sino que los 97 minutos del film se desarrollan solo en el departamento de la pareja y eso le agrega un punto a favor debido a lo monótono que se podría haber tornado sin ser apoyado de un buen diálogo.
Rápida, agradable cuando lo tiene que ser, pero que sabe tornarse dramática y profunda cuando se le requiere. Así es como definiría a Perfectos Desconocidos a grandes rasgos, film que se estrena en cines este jueves 6 de Julio.