Por Guillermo Ziem.
Hablar de Kiss en este momento de la historia, es quizás referirse a una de las bandas más ambiciosas del rock, con una propuesta fresca en los 70´s y que se ha reinventado en la forma y a veces en el fondo. Desde sus inicios como banda, se propuso ser única e inconfundible, y a fuerza de ingenio y en algunas oportunidades, ridiculez, lo han logrado.
Con cuatro décadas de carrera y acercándose a la quinta, con más de una decena de músicos que han pasado por sus filas, una treintena de álbumes y cientos de proyectos concretados y algunos aun en la ensoñación, estos enmascarados del rock han hecho de todo, desde merchandise como “Kiss condom”, ataúd kiss, juguetes Kiss, radio, lonchera, máscaras de latex, sus trajes, venta de discos de oro y cuanto metal existe, crucero con Kiss, propietarios de un equipo de football americano, dueños del diseño de sus guitarras y bajos, dueños de los maquillajes que han sido usados por otros músicos dentro de la banda. Sponsor de carreras de auto, asesores de bandas que hoy son connotadas y que recibieron el empujoncito de Simmons y Stanley, como Van Halen, Bon Jovi, Iron Maiden (como opening a su tour de 1980), y últimamente el lanzamiento del Rock & Brews Restobar en cadena americana y Kiss Cola, en fin, la compañía de Simmons y Stanley, a estas alturas de la vida como únicos miembros originales que permanecen en la banda, parecen no querer rendirse. En la actualidad se proyectan posiblemente como una banda “virtual” la que podría permanecer en la existencia musical como un concepto que ya no tendría ningún miembro original pero aun así seguir con la espectacularidad de sus shows y sus personajes maquillados pero con otros músicos, los que claramente deberían mantener un lineamiento ceñido al concepto ya establecido.
Entre tantos logros a punta de egocentrismo, egoísmo y capacidad visionaria del cerebro de negocios de Kiss, Gene Simmons, también hay falsos logros, por no decir fracasos, entre ellos el disco conceptual “Music Form The Elder”, que no tuvo tour ni shows asociados, pero que es un disco interesante, así como cuando los cuatro miembros originales, Frehley, Stanley, Simmons y Criss al unisonó lanzaron un disco solista cada uno, transformándose en la primera banda con un lanzamiento cuádruple con casi 40 canciones inéditas de un solo golpe. También incluyeron su propia sangre en la tinta de la impresión de su propio comic bajo el alero de Marvel, o cuando se grabó “Carnival of Souls” en los albores del internet masivo en 1996, provocando que el disco se filtrara y fuera gratamente pirateado, pese a las normas de seguridad de la marca. Pero, además, hemos de recordar el paso de la banda por el cine.
Kiss tiene a su haber muchos home video sobre su carrera, entre conciertos, especiales, documentales, etc, y también dos películas, con casi 20 años de diferencia, y que claramente son solo para fanáticos, si no de la banda, por ultimo del entretenimiento del rock.
La primera es «Kiss meets the Phantom of the park», de 1978, con el Director Gordon Hessler y con los guiones de Jan Michael Sherman, Don Buday, y la producción de Hanna-Barbera Productions/Kiss Productions. Contó con la participación de toda la banda y un elenco conocido solo por series de tv, esta película fue pensada para el cine, aprovechando la fama de la que gozaba la banda en ese entonces como la novedad de los 70s, la trama es muy básica e infantil, en un parque de diversiones hay un inventor que crea clones robóticos de los músicos y sus personajes, quien aprovechando la fama de la banda provoca que estos robots creen un caos que los perjudica con los fanáticos. Cabe señalar que la banda tiene una mística espacial con poderes que le son entregados por talismanes que representan sus personajes. El montaje fue gigantesco, había escenas en las que Kiss estaba en concierto, y este fue de verdad con 10.000 extras participando y una treintena de actores que fueron caracterizados como los miembros de la banda peleándose unos con otros, en realidad es una película cómica por lo ridículo de su trama, pero en ese entonces fue la mezcla perfecta entre Star Wars y Saturday Night Fever, pero con rock, es para fanáticos.
Datos importantes son que en durante la época de la película la banda estaba inmersa en una crisis de personalidades, con algunos de sus miembros alcoholizados o consumiendo drogas, o viviendo la vida loca con sexo, drogas, rock and roll y excesos por diferentes vías, que hacían suponer la disolución del grupo, sin embargo, la salida del baterista Peter Criss no fue sino en 1981 y Ace Frehley en 1982. La película nunca se estrenó para el cine, ha sido proyectada posteriormente, pero no tuvo la glamorosa alfombra roja que se esperaba. Ace Frehley solo tuvo dos líneas, el resto fueron gemidos y ruidos guturales sin sentido, la voz del baterista Peter Criss no es la de él, fue doblada porque a Gene Simmons y Paul Stanley no les gustaba su acento de Brooklyn. En voz del mismo Paul Stanley, en los 70s, reconoció que la película era espantosa y sin sentido, pero Kiss ya tenía su propia película.
La segunda película, que si tuvo alfombra roja y estreno en cines fue «Detroit Rock City» (en algunos países de habla hispana se llamó Cero en Conducta) de 1999, con la Dirección de Adam Rifkin y la Producción de Barry Levine y Gene Simmons, con el Guion de Carl V. Dupré.
La trama transcurre en los años 70s, más específicamente 1977, y trata de un cuarteto de adolescentes fanáticos de la banda, que tienen una banda de cover llamada Mistery, y se desarrolla en torno a la impetuosa búsqueda de poder asistir a un concierto de KISS en su ciudad. Para ello enfrentan a la madre de uno de los adolescentes que es fanática religiosa convencida que KISS es Kings In Satan Service. Son golpeados por los fanfarrones del colegio, flirtean con lindas chicas, pierden las entradas para el concierto, y se las viven de Kiko y kako para llegar al show. Es una película llena de iconografías solo para fanáticos, Aparece Ron Jeremy (amigo de Gene Simmons) como proxeneta quien los ayuda a conseguir dinero para avanzar hacia el encuentro de sus ídolos. Aparecen un auto Pointiac rojo, que además se describe al inicio de la canción Detroit Rock City, etc, son muchas las cosas de las que Kiss, que en ese entonces ya tenía 24 años de carrera, utilizaron para saciar a los fanáticos sedientos de verlos nuevamente, pero esta vez en el cine. Cabe señalar que esta película fue rodada justo después del Reunion Tour de 1996, aprovechando la fiebre “Kissera” que se provocó por la reunión de los miembros originales del grupo, fruto de buenas negociaciones económicas que favorecieron a todos los miembros. La película fue bastante mejor que la anterior, pero sigue siendo material para fanáticos.
Si eres fanático del Rock, estas son dos buenas alternativas de ver a una banda icónica en este género. Una banda que ha sustentado quizás el 50% de su carrera en la pirotecnia, espectacularidad, fantasía y tecnología en el escenario. Un grupo que ya no suena como hace 20 años pero que sigue siendo un show entretenido y colorido.