“Fictions” es una de esas joyitas que uno descubre tardíamente, luego de sacudirse los prejuicios y superar la adolescencia maluli. Un rock melódico que nada tiene que envidiarle a bandas como The Hollies, The Animals, The Kinks o The Yardbirds, Los Vidrios Quebrados nacieron en el año 1964 aunque con otro nombre. Primero fueron Los Lawyers y luego Los Cuervos, para finalmente en 1966 pasarse a llamar como el emblemático grupo chileno que cantaba en inglés y que sacó, lamentablemente, un único pero soberbio disco, “Fictions”, con el sello UES Producciones.
La banda estaba integrada por Héctor Sepúlveda, guitarrista, vocalista, y ocasionalmente a cargo de otros instrumentos como flauta; Cristián Larraín en el bajo y la voz; Juan Enrique Garcés en la batería, y Juan Mateo O´Brien en la voz y guitarra. En 1966 lanzarían su primer sencillo, un año después su gran disco, grabado en tan solo nueve horas, y en 1969 lamentablemente se separaron para seguir proyectos y aspiraciones personales. No hubo nada de mala onda, fue una disolución pacífica: “Eramos super buenos compañeros. Hasta para comprar una uñeta íbamos todos juntos.” Aclara Sepúlveda. Si no han escuchado “Fictions”, se los dejamos acá:
Con influencias como Elvis Presley, The Beatles y Eric Clapton, este grupo dejó una imborrable huella pese a su escueta carrera ¿Cuántas bandas pueden decir eso? Fue una banda autogestionada y que vivió porque tenía corazón: “Yo, para sacar un tema, tenía que ir a un wurlitzer que había en un negocio cerca de mi casa, para cachar las melodías y los tonos y llegaba después a mi casa a sacarlo. Las guitarras las cortábamos, las pegábamos y le armábamos los trastes a puro ojo y sierra”, cuenta el guitarrista en una entrevista en la Enciclopedia del Rock Chileno.
Lamentablemente Los Vidrios Quebrados, considerada por muchos como la mejor banda chilena de los 60 o de todos los tiempos, se disolvieron cuando Héctor Sepúlveda se fue a Inglaterra, y sus compañeros no pudieron acompañarlo. Ahí Sepúlveda tocaba en la calle y hasta en el Marquee, un local por el que pasaron artistas de la talla de The Rolling Stones o Jimmy Hendrix. Como todo músico sesentero que viaja (bueno, no todos, es un estereotipo, lo sé), Héctor Sepúlveda incursionó en los viajes espirituales, las experiencias místicas, la meditación, el tarot y las astrología. También grabó el LP London 69 para el sello Deca.
Héctor retornó varios años después, y participó en proyectos como Sun en 1971, Escarlata y Nuevas Direcciones entre 1973 y 1977, y grabar para luego presentar en 1974 Hector Sepp Trío, ahora más en una onda blusera conservando sus raíces de Eric Clapton pero añadiendo sonidos más hard rock, y acompañado de Luis Rojas en el bajo y Jaime Labarca en la batería. Acá les dejamos una de sus presentaciones del año 2013:
Este 2017 se cumplieron 50 años desde que salió “Fictions”. Héctor Sepúlveda falleció a los 72 años el domingo 2 de abril, pero las presentaciones que hizo serán siempre inolvidables. “Nosotros cantábamos en inglés para diferenciarnos de la música comercial de la época, la Nueva Ola. La cosa de improvisar y de experimentar nos salió muy naturalmente porque estábamos en la época en que necesitábamos buscar cosas nuevas. Las letras hablaban de las cosas que nos pasaban a diario, de la falta de libertad, de los atados por tener el pelo largo, en fin, queríamos ser portavoces de la gente que le pasaba lo mismo, en un mundo muy formal. Si bien empezamos haciendo covers, todos los temas de nuestro disco fueron originales.” Buen viaje maestro. Dejaste una huella que nadie podrá borrar.