La frenética puesta en escena de Paul Gilbert en Chile
Por: Guillermo Ziém
Fotografías: Víctor Santibañez
Paul Gilbert nos visitó para mostrar parte de su último disco “I can Destroy” y los clásicos de sus proyectos de toda la vida.
Paul Gilbert, un genio en la guitarra, auspiciado por una prestigiosa marca de ellas y del mismo nivel que las de Satriani, nos visitó ayer en Club Amanda de Vitacura. Un local que, últimamente, se ha posicionado como un escenario para grandes eventos musicales.
Gilbert, miembro fundador de Mr. Big y RacerX, nos visitó para mostrar su nuevo trabajo “I Can Destroy”(2015), en un Club Amanda repleto y ansiosos por oír nuevamente a este genio de las cuerdas.
Cabe señalar, que Gilbert cuenta con una veintena de álbumes solistas, algunos más con sus bandas Mr. Big y Racer X, tiene su columna en una revista especializada en guitarras, ha hecho clínicas asociadas a la marca que lo auspicia durante los últimos veinte años, y proviene de la escuela de Malmsteen y Van Halen. Vemos que tiene antecedentes y créditos de sobra.
Su show se inició con la breve presentación del ganador de la última versión Guitarfest Chile, el joven Anthony Martínez, una gran promesa para el rock nacional. Luego de algunos minutos, sube a escena el oriundo de Illinois, Paul Gilbert y su banda compuesta por el bajista, Pete Griffiny Thomas Lang en la batería, sin dudas, una triada impresionante.
El inicio del show de este “I can Destroy World Tour 2017”, ya se corona con Massive Medley, para casi sin cortes ni pausas los músicos, perfectamente alineados, tocan tema tras temas con distancias de solo segundos entre unos y otros. De hecho, sin silencios instrumentales, los ejecutores se pasean por un repertorio que da cuenta de lo mejor de las creaciones de Gilbert, con trucos técnicos como tocar guitarra con un taladro con uñetas adaptadas girando a toda velocidad, para luego compartir con Pete Griffin en una ejecución en la que se requiere, al menos, tres manos en la guitarra.
La presentación de Gilbert y sus músicos es, sin dudas, una clínica musical en toda su longitud: de bajo, batería y claramente guitarra, en donde los músicos demuestran ampliamente su complementación en la ejecución. De manera precisa, Paul Gilbert Band fue capaz de sostener la fanaticada del rock nacional con su música extravagante que se pasea por el heavy metal, rock, soul, blues y matices punks, que se ajustan al perfil de melómano de Parlante.cl, pero sin encasillarse en estilos autodefinidos, sino más bien cercano a quienes gozan del buen rock.
Parte del setlist fue Massive Medley, Everybody Use Your Goddamn Turn Signal, Blues Just Saving My Life, One Woman Too Many, Enemies (In Jail), I Can Destroy, Woman Stop, Better Chords, Technical Difficulties, I Am Not the One (Who Wants to Be With You), Adventure and Trouble, Little Wing de Jimmy Hendrix y SVT.
El show frenético y casi sin pausas duro un poco más de una hora, en la que Paul Gilbert Band derrocho estilo, técnica y simpatía en un Club Amanda repleto de quienes gozaron con el astronauta del rock y uno de los más reconocidos intérpretes de la guitarra.
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