Nicolas Jaar en Chile: Cuando el espectáculo es arte
Teatro La Cúpula, 26 de enero 2017.
Por Omar Saldías.
La noticia de la visita de Nicolas Jaar a nuestro país nos dejó a todos bastante emocionados, no es solo el hecho de que sea uno de los artistas chilenos más valorados en el exterior o que sus discos sean reseñados en los principales medios extranjeros como verdaderas joyas. Para mí el valor de Nicolas Jaar radica en su temeraria y valiente postura a saltar sin timón hacia un océano invadido por introspectivas filosóficas o inclusive surrealistas, es que el hecho de escuchar discos como “Space is only noise” o su reciente “Sirense”, proyectan emoción, proponen y sugieren, saliéndose siempre de la grilla.
En un contexto donde la electrónica toma ribetes bastante pirotécnicos e inocuos, Nicolas Jaar se nos pone enfrente con su música no con su imagen, él es sinónimo de vanguardia y experimentación. En ese contexto donde el en vivo de Jaar se posiciona y es donde empieza la experiencia, esta vez, en La Cúpula del Parque O’Higgins, uno de los recintos con mejor acústica de la capital.
Pocas veces he visto La Cúpula tan repleta. Sin duda, la experiencia en los conciertos está dada por el público y este que agotó los tickets en pocos días, abrazo la propuesta de Jaar con cariño y admiración.
Lo de ayer fue magistral, no tan sólo en la ejecución sino que a través también del concepto desde donde hablaron, sin duda, Ricardo Villalobos o el siempre andino y místico Nicola Cruz hasta Piero con su clásico Viejo.
La puesta en escena fue de buen gusto con cálidas luces y no se excedió con las estroboscópicas, sino que el uso bien logrado de volumétricas ambientaron los impredecibles cambios de tiempo en el set.
Por momentos, Nicolas Jaar parecía navegando por sus máquinas perdido en un tiempo que tan sólo él conoce y logra traspasar a su público, mensajes como la voz de un subastador rematando arte, llegando a millones y más millones nos hacen pensar en el valor del arte de lo banal o lo irreal de los tiempos actuales.
Un artista que se hace famoso en el exterior es de manera inmediata famoso e “idolatrado” en Chile, cosa no menor y carente de significado, nos nutrimos por otros prismas. Pero ayer lo vimos por los nuestros y si existe alguna perilla que mueva el tempo, la nota, encienda pistas o alguna frase que cantar cualquier propiedad con tal de llenar nuestras perspicaces mentes esta se movió.
Nicolas Jaar no tan sólo dejó en claro su profunda conciencia musical sino que llegó a refrescar una escena cada día más inocua.
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