Por Nicolás Morán.
Dentro del amplio espectro musical de cosas que me gustan, se encuentra la cumbia en sus más variadas formas, y como me gusta hallar cosas nuevas, entre búsqueda y búsqueda me terminé topando con un grupo que me sonaba de alguna parte. De esas noches de fiesta y visitas a bares santiaguinos.
Resultó ser La Pasotera. Agrupación que nace el año 2010 formada por 12 integrantes, que en su mayoría son profesores de música. Cosa que me encanta, ya que como colega, me emociona ver que no solo hay talento en el aula, sino también en el escenario.
Me pregunté cómo podría hacer la reseña sin el disco. Costó encontrar más que un par de temas sueltos hasta hace un par de semanas, ya que se lanzó a fines del 2016, pero como cuesta ganármela lo encontré igual en San Youtube. Tiene una duración aproximada de 37 minutos que son básicamente algo más de media hora de buena música latinoamericana. Mezcla cumbia, salsa, guajira, entre otros. Se nota que hay pasión al tocar.
De hecho, siempre he creído que para tocar estos ritmos latinos, es necesario tener el sabor en la venas. Esta música no puede ser como una cena; pausada y elegante.
El disco cuenta de 8 canciones, que abre con una de las que más me gustaron. El tema “1500”, que hace referencia a la vida de artista callejero. De ese que se salva con 500 pesos. Del que le hace feliz un aplauso o una sonrisa coqueta. A eso apunta en general el trabajo de los chicos de La Pasotera. A disfrutar de la música sin pretensiones. Volver a las raíces de tocar por amor y de conseguir triunfos con sudor. Porque el mal que tiene el artista chileno en general es que le resulta demasiado fácil sacar un disco, porque hay mucho hijito de papá con ganas de hacerse pasar por músico. Otro de los temas que más me llegaron fue “Rufina”. Con un ritmo salsero y bien prendido, cuya letra es de viejo rufián conquistando a la más guapa del lugar. Un tema bastante recurrente en la música latina. Nuestra identidad social es ser apasionados y en este disco eso queda clarísimo.
No todo puede ser brillante, hubo un par de temas que no me terminaron de convencer como “Canto valiente” y “Cesante Amor”. Será que soy medio difícil de contentar, pero no logré conectar lo que escuchaba y lo que pretendían hacerme sentir. No lo sé.
Aunque puedo decir que mi tema favorito es el último, que cierra bien los 37 minutos. “CumbiaSalto” desde el segundo 1 ya te hace querer bailar y más encima toca mi tema favorito de la vida. Los fines de semana.
Pero en general creo que es una buena producción. Valiente y atrevida, ya que no sigue la línea de los artistas que tocan cumbia para el “cuico” y esa mezcla con salsa también me parece interesante. Hay que ponerle ojo a este grupo, porque incluso han compartido escenario con bandas consagradas como Los Tres, cosa no menor.
Esperemos que no sea su único disco, y para eso igual hay que darle espacio a la nueva música chilena. Ya que mi meta es ir a la par con lo que está sonando en Chile, La Pasotera y su disco “De Calle Soy” es mi primer descubrimiento 2017. Espero poder asistir a alguna presentación en vivo, para ver si la energía que transmiten en el producto de estudio es más potente en el escenario.