RockOut Fest 2016, la experiencia: un deleite para los oídos rockeros
Estadio Santa Laura, 3 de septiembre 2016.
Por Álvaro Gauna.
Edición: Bernardita Ovalle/Francisco Aguilar A.
Ayer llego el día en que el Estadio Santa Laura, que tras haber sido protagonista de un emblemático accidente en un recital de Deep Purple el año 1997, abre sus puertas nuevamente 19 años después. Con una capacidad máxima cercana a las 18 mil personas, ayer recibió a fans de multitudinarias bandas nacionales e internacionales que dejaron su recorrido musical en estas apoteósicas e imponentes tablas para brindarnos una ejemplar jornada musical este 3 de septiembre de puro RockOut Festival.
Como ya estaba dispuesto en la organización de Rockout, abrió cronológicamente a las 14:30 horas en punto la banda chilena punk hardcore Valium. Francisco Fernández, Noel Frez y Erwin Werb, presentaron su último disco “Nuestro Lugar” y contó con la muchachada que poco a poco llagaba al recinto de gladiadores. Junto al nuevo, pero no innovador sonido del riff característico y brillante, el trío impuso todo el baile en el coliseo, que recién a esas horas comenzaba a sumergirnos en el delirio acústico, coreando al ritmo de la batería y el bombo y abriendo paso al mosh entre un apañador público que estaba siendo testigo de una agrupación que poco a poco se ha estado instalando en el acontecer rockero nacional, con el precedente de haber sido telonera de la prestigiosa banda NOFX, logrando posicionarse como un nuevo exponente local de punk rock melódico.
El reloj funcionaba perfectamente y tras de dejar la escena los músicos de Valium, aparecía en el escenrario Transistor los locales All Tomorrows, que tras irrumpir en el género hermético del metal nacional con su complejidad rítmica, se adueñaba de las tablas del Santa Laura con Pepe Lastarria, Ramón Pasternak, Pablo Martínez y Oscar Arenas, que a eso de las 15 horas lograban una rápida interacción con el entusiasta público, mostrando sus afiladas y exigentes guitarras, dando pie a la ovación general de parte de los presentes tras materializar temas como “Eidien” y “Dajjal”.
La tarde ya se tornaba color primaveral, con tonos amarillos y rojos en las galerías y en cancha se sentían las ganas de mosh Anti-Flag y sus letras anti imperialista. Tras presentarse sobre el escenario Pennsilvania, quien llegaba al Santa Laura a dejar toda su anti bandera y sus prosas con bases ideológicas de lucha y critica a la religión, el fascismo y el militarismo. Esta banda de punk rock con riffs melódicos abre el zapateo en la cancha con “Fabled World”. Tras una enérgica exclamación de “Santiago Chile” y una rápida conexión con su público que ya a esa hora completaba el escenario dispuesto para la banda. Temas como “Fuck Police Brutality”, “Sky is Falling” y “1 Trillion Dollar” fueron coreados y ovacionados entre los asistentes, quienes se sorprendieron posteriormente con el cover de The Clash ”Should I Stay or Should I Go”, tema que obtuvo un momento de baile álgido en el territorio de estos chicos americanos, dando fin a su presentación con ”Die for the Government”, de su primer álbum de estudio editado en 1997, llevándose un frenético aplauso generalizado en ambos escenarios.
Y como una banda de super héroes, pero en este caso de super músicos, se presentó en el coliseo Hellyeah, banda que abrió con un show que sorprendió a todos con todo el Groove Metal de doble bombo a un ritmo que muestra brutalidad y riffs de una guitarra profunda y psicodélica. Los super músicos Chad Gray y Greg Tribbett (voz y guitarrista de Mudvayne respectivamente), el bajista Bob Zilla (miembro de Damageplan), Tom Maxwell (guitarrista de Nothingface) y Vinnie Paul Abbot (antiguo baterista de Pantera y miembro de Damageplan), captaron aún más la atención del público en el momento en que se disponían a relucir su tema “Blood for Blood”, cuando de pronto Zilla expulsa un flujo sangriento directamente en la cara de Chad Gray, quien se llevó las miradas llenas de asombro y delirante clamor. Temas como “Demons in the Dirt”, “Moth” y “Human” hicieron vibrar la estructura del escenario que tuvo como último bocado el tema “Hellyeah!”, el que aceleró y dejó completamente complacida a la concurrencia.
La organización no fallaba en cuanto a los timing y los veteranos del punk rock Death Kennedys salían con una energía que desplomaba a cualquier presente del Festival. Tomaron un desplante en escena propio de sus años gloriosos de música, pasando temas como “Forward to Death”, “Police Truck”, “Nazi Punks Fuck Off” y cómo no recordar la canción que ha sido parte de su set en vivo casi desde sus inicios ”Viva Las Vegas”, escrita por Doc Pomus y Mort Shuman e interpretada por Elvis Presley, que conserva esa estructura melódica, pero dándole un ritmo más acelerado, el que abrió el clásico zapateo de la década del 70. Es un placer nuevamente tener a una banda legendaria en Chile que ha llevado una larga trayectoria en las líneas contestatarias y musicales y, si bien ya no sigue comandada por Jello Biafra, nos entrega igualmente un punk rock nostálgico e igualmente vivo conmemorándolo en esta que fue una excelente jornada musical.
El primaveral día ya nos avisaba el inicio de la tarde un poco más fresca, que se preparaba para recibir a Meshuggah, el conglomerado sueco formado por Jens Kidman (voz), Fredrik Thordendal (guitarra), el baterista Tomas Haake y el guitarrista rítmico Mårten Hagström. Simplemente demoledor, llevando el tecnicismo al techo de esta sesión y mostrando toda la brutalidad de sus descendientes vikingos y aumentando paulatinamente el clamor de la concurrencia con un setlist elaborado a la perfección, como” Perpetual Black Second”, “Swarm”, “In Death – Is Life”, que se extendió hasta la asomada noche acompañada de brutales mosh y una explosión emergente del suelo.
Hasta este punto la jornada había dejado un conglomerado de bandas atrás que estuvo acorde a los distintos fans que llegaron paulatinamente de acuerdo a la programación de un festival perfectamente cronometrado, que aún esperaba los dos platos fuertes: The Offspring y Rammstein, bandas que analizaremos individualmente en este frenético y entusiasta portal.