Banda Conmoción en Bar El Clan: Una emoción festiva y sin descansos
Por Jorge Tello.
Fotografías por Alvaro Gauna.
Como ya es costumbre en nuestras salidas nocturnas a la bohemia santiaguina, la noche de ayer acudimos a uno de nuestros recintos favoritos, el Bar El Clan, donde las bandas están a un par de pasos de sus seguidores, con un buen sonido y cómodo ambiente, un lugar que se ha transformado en una constante al contar con muy buenos músicos en escena semana a semana. En ese contexto, tuvimos la oportunidad de ver a una de las bandas más masivas en cuanto a músicos se refiere, y también, como ya lo hemos comprobado en sus presentaciones, cuentan a la vez con un gran número de fieles seguidores. Nos referimos a la Banda Conmoción, quienes brindaron, como es costumbre, fiesta y más fiesta de principio a fin, ad portas de la venida de Goran Bregovic, La Conmoción nos recuerda aquellos sonidos de instrumentos masivos, donde el folclor, el circo, el rock y otros condimentos propios, se mezclan, desintegran y fusionan nuevamente para entregar aquel sonido tan propio y reconocido que poseen.
La música y alegría es contagiosa desde el escenario hacia el público, sobre toda en aquella complicidad que entrega EL Clan, con una veintena de músicos, el sonido se hace potentísimo, considerando la variedad de instrumentos de viento que poseen, donde al menos una docena de los artistas demuestran su talento y capacidad pulmonar al unísono e intercalados. Cuento aparte es la performance de los que encienden al público con un lenguaje corporal y el sonido de sus platillos, quienes juegan un rol trascendental, como lo es también el diablo que a veces ha acompañado en ese mismo rol en otras instancias, ya que dan el toque perfecto a la fiesta que se desata en el plató. Con tres discos en su haber y una docena de canciones que son número obligado en sus presentaciones, como son por ejemplo “Ay cariño”, “Mi cholita linda flor” o “Pregonero” la banda entrega lo que sabe y se divierte con sus interpretaciones, es un show escuchar y observar a ellos mismo gozar con lo que realizan. A pesar de no contar con los chinchineros por un tema de espacio tal vez, el cual ya ha sido un acto recurrente, llamativo y hermoso las últimas veces que hemos visto a la Conmoción, pudo ser soslayado con la redonda actuación de anoche.
El público, estuvo a la altura, tanto por afluencia como por participación, a ratos los presentes saltaban y bailaban, donde los vasos quedaban vacíos por sed o por movimientos enajenados, quienes hicieron sentir la algarabía en su máxima expresión solicitando la continuación del show luego de que la banda se despidiera en una primera instancia, lo cual como es costumbre, fue escuchado y retribuido por la agrupación extendiendo aún más la fiesta, que incluso se prolongó en medio del publico por parte de uno de los integrantes que tocaba los platillos, el que prendió todavía más a los saltarines comensales, cerrando así una excelente, colorida y encendida jornada musical, dando paso a la fiesta propia del Clan, la cual es una historia aparte, ¿o no? querido fotógrafo.
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