Bandas invitadas: Gordom y Moritory
28 de abril 2025.

Por Ricardo Olivero.
Fotografías por Javier Martínez.

Luego de la explosión del punk en 1977, muchos críticos musicales de la época vaticinaban el fin del género como explosión contracultural. La disolución o la búsqueda de otros horizontes musicales por parte de bandas insignes hicieron pensar que el punk fue un fenómeno efímero, una anécdota en la historia de la música que no tendría mayor relevancia o trascendencia. Es en este contexto que surgieron, en la denominada segunda ola del punk entre los años 80 y 82, bandas que levantarían las banderas del punk de manera más violenta, musical y estéticamente, revitalizando el movimiento contracultural más importante en décadas, para decir; aún estamos aquí y vamos por todo.

Bandas como GBH, Discharge o Disorder aparecieron inyectándole velocidad y actitud, generando una nueva revuelta en donde, por cierto, emerge The Exploited que al grito de “Punk´s not dead” (los punks no están muertos) darían vida a una de las bandas más relevantes, atrevidas y salvajes que el punk haya conocido en toda su historia. El 28 de abril del 2025, el Teatro Caupolicán de Santiago fue testigo de una noche histórica para los amantes del punk. La legendaria banda escocesa, liderada por el carismático, problemático, amado y odiado frontman, Wattie Buchan, ofreció su último concierto en Chile como parte de su gira de despedida, «The Final Tour: On The Road Since 1980».

Su última visita a Chile incluyó tres ciudades: La Serena, Concepción y Santiago. En Santiago, el show se llevó a cabo en el emblemático Teatro Caupolicán, con la banda presentando un repertorio cargado de clásicos repasando todas sus placas musicales a la fecha, mostrando la evolución de estas, que iniciaron con un punk cargado al hardcore con tintes callejeros (denominado Street punk), a sus últimos discos más cargados al trash y al crossover, pero siempre con actitud punk por delante. La Jornada la abrieron los nacionales de GORDOM, cultivadores del último estilo mencionado, que ya inyectaba intensidad y rapidez a la parrilla musical, moviendo las cabezas de los impacientes que ya se apostaban en el teatro. Los nacionales venian de telonear exitosamente a los europeos Gutalax y ayer también dejaron una buena impresión sobre el estado del crossover chileno y la vigencia actual de un puñado de bandas que abrazan la música acelerada con contenido social.

La banda rusa Moratory fue la sorpresa de la noche. Con su estilo que fusiona punk y metal, al más estilo D-BEAT de bandas como Wolfbrigade o Disfear, mostraron calidad musical y potencia con una buena puesta en escena, que animó los primeros mosh en el recinto e hizo que más de un presente saliera afuera de la cancha a su tienda de Merch a adquirir el material de discos y poleras que la banda trasladó desde Rusia a nuestro país. Punto aparte y a favor es que Moratory toco en otros lugares en Chile antes del show en el Caupolicán, pasando desde Viña a Graneros, tocando en bares hasta okupas, dándose “cero color” y ganándose a la gente en cada lugar que tocaron. Su inclusión fue un gran acierto y elevo la calidad del evento.

El concierto en Santiago marcó el cierre de una etapa para The Exploited. La banda expresó su gratitud hacia los fanáticos chilenos, quienes han sido fieles seguidores a lo largo de los años. La noche estuvo llena de energía y con una marcada conexión especial entre la banda y el público, que Wattie en “su inglés cuma con acento escoses”, no paraba de repetir de lo mucho que amaba a los “Chileans punks”, dando por iniciada la descarga musical con “Let´s start a war (said Maggie one day)”, clásico de 1983 que desato la locura en el Caupolicán. Lo siguieron clásico tras clásico como “Dogs of War”, “The Massacre” de su brutal disco llamado de la misma manera, “Chaos is my life” de la placa Fuck the System del 2003 o clásicos como “Alternative”, un himno para la juventud secuestrada por el servicio militar obligatorio de todo el mundo, “Beat the Bastards”, para patear a todos los bastardos de siempre y por supuesto “Fuck the USA” del álbum Troops of Tomorrow que sabemos perfectamente a quien estuvo dedicada.

Recordar que, si bien la guitarra de la banda ha cambiado constantemente de integrante, uno de los integrantes más longevos de su nueva era es “Irish” Rob que ya a estas alturas, ha puesto su impronta en la banda como encargado del bajo, además de la presencia en esta gira del baterista afro americano “G-man” Sullivan, que en el último tiempo trabajo nada más y nada menos que con Harley Flanagan en Cro-Mags y también con los B-52´s, dándole un impulso a The Exploited por medio de las baterías, haciendo que poco importara el bastante similar set list de su última visita al país, porque la noche solo estaba para clásicos y la banda estaba afiatada y comprometida con lo mismo.

En el setlist no podían faltar los clásicos de su primer histórico disco del 81 Punk´s not dead, como “Army life”, “I believe in Anarchy” y por supuesto “Sex & Violence”, que sucedió a la inundación total del escenario por parte de la gente, para cantar y bailar este clásico con la banda, para después bajarse tranquilamente del escenario (quien lo diría) para continuar con el encore del show que remataba con la emotiva “Was it me”, cerrando una noche que tuvo un público que llenó el sector cancha del teatro, coreando, saltando todos los temas de la clásica banda, que insistimos, estaban siendo interpretados por última vez en nuestro país.

La última vez que vimos a Wattie, fue en un local de Maipú que tenía quejas de vecinos por constantes balaceras. Este se encontraba arriba del escenario vomitando, empujando a los paramédicos que querían asistirlo y así terminar con la tocata, que sabían perfectamente que había tenido dos ataques y operaciones al corazón, pero a pesar de todo, siguió cantando hasta el final del show, por lo que siempre pensamos que esa era efectivamente la última vez que los veríamos (además de una de las cosas más punks que hemos visto en la vida), pero nos equivocamos rotundamente.

La cuarta y última visita de The Exploited a Chile fue un evento que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes. Con su gira de despedida, la banda escocesa cerró un capítulo importante en la historia del punk, dejando un legado que continuará inspirando a quienes se sumerjan en las siniestras aguas del punk callejero. Para quienes tuvieron la oportunidad de presenciar su último show en Santiago, fue una experiencia única e irrepetible.

The Exploited no fue un faro de esperanza ni rectitud, fue más bien una radiografía de tiempos convulsos. Criticó la brutalidad policiaca y la milicia y las guerras, pero no tuvo más propuesta que la rabia y el desenfado. Fue una banda polémica, que acertó, que se equivocó, que rectificó y que también fue calumniada. En resumen, fue una banda que fue odiada o amada, pero que nunca fue intrascendente y que murió como pocos pueden morir; con las botas puestas. En tiempos en donde nadie levanta banderas por temor a encasillarse, The Exploited por última vez en nuestro país, gritó que no se avergüenzan de lo que son y dejaron en claro que las bandas pasan, pero que el punk, al que tanto contribuyeron y defendieron, nunca va a morir.

Setlist:
Let’s Start a War (Said Maggie One Day)
Fight Back
Dogs of War
The Massacre
UK 82
Chaos Is My Life
Alternative
Noize Annoys
Troops of Tomorrow
Never Sell Out
I Believe in Anarchy
Drug Squad Man
Rival Leaders
Beat the Bastards
Affected by Them
Cop Cars
Disorder
Don’t Forget the Chaos
Fuck the System
Porno Slut
Army Life
Fuck the U.S.A.
Sex and Violence
Punks Not Dead
Was It Me

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