8 de abril 2025.
Por Eliseo Muñoz.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Sería imposible reducir lo vivido anoche en unas simples palabras, porque el sentimiento de esperanza con el que se cruzó el umbral de las puertas al salir del Teatro Caupolicán necesita ser valorado. Es que una dosis tan potente de música en mitad de semana transforma cualquier jornada común en algo inolvidable.
¿De qué estamos hablando? Nos referimos al regreso de los nipones ONE OK ROCK, que ofrecieron su tercer concierto en nuestro país tras 8 años desde su última visita. Presentando su último disco DETOX y celebrando 20 años de carrera, agotaron todas las entradas para el show, en un Teatro Caupolicán totalmente lleno. La agrupación, conformada por Takahiro Moriuchi (voz), Toru Yamashita (guitarra), Ryota Kohama (bajo) y Tomoya Kanki (batería), desbordó el escenario del coloso santiaguino con actitud, carisma y entrega total al público.
Previo a la apertura de puertas, la expectación se contagió en las veredas de San Diego, repletas de fanáticos ansiosos por entrar al recinto. Faltando aún 2 horas para el inicio del show, nadie dudó en llegar lo más temprano posible para asegurar la mejor ubicación y disfrutar del espectáculo.
Marcan las 20:00 horas y, con la cancha llena, sube Dead Kings al escenario para rasgar los primeros acordes de la fecha. El quinteto nacional, formado en 2023, gira la manivela musical de la velada con un portafolio de rock moderno. Tiñeron de tintes oscuros la neblina del teatro con potentes riffs y una voz que vacilaba entre lo melódico y lo gutural. Se bajaron del escenario tras electrificar al público y ganar rápidamente su apoyo en una breve pero explosiva presentación.
Pero lo que estaba por venir, no tenía cómo preverse. Al primer vistazo de Toru recibiendo la guitarra de su técnico, la ensordecedora voz del público se manifestó y marcó presencia en la jornada, como una invocación del más allá, invisible pero innegable. One Ok Rock comienza con “Puppets Can’t Control You” y la inmediata respuesta del público es la locura, con lightsticks encendidos, bullicio y saltos. El recibimiento no podría ser más cálido para una banda que viaja desde tan lejos a nuestras tierras.
Siguen con “The Beginning” para terminar de establecer la tónica de la noche. Su clásico himno es coreado a todo pulmón, la ensordecedora multitud cubre y envuelve la voz de Taka, como un manto invisible que recoge y no deja escapar las ondas del sonido. La producción de los japoneses es impecable: el sonido envolvente, con dos pantallas laterales transmitiendo el show para que nadie se pierda el momento y una gran pantalla principal en el escenario donde mostraron lyric videos en varias canciones del setlist, escenografías vibrantes, además de acompañar la música con juegos de luces y láseres. El coloso de San Diego nunca se vio tan bonito como aquella noche.
Como si se tratase de una banda de idols, la euforia colectiva se traduce en agudos gritos de la fanaticada que corea una a una las letras de las canciones. “Tropical Therapy”, el «santuario de sanación», como lo llamó la banda. Es un momento de comunión entre los presentes. Con las manos levantadas y los flashes encendidos, los elementos se sincronizan en una sola voz colectiva, formando un oasis de paz y calma, donde Taka enfatizó la importancia de la salud mental, la comprensión mutua y cuidar a los de tu alrededor.
El pasaje “Instrumental”, es una declaración a la versatilidad de la banda, muestra otro pliegue en su amplio abanico de estilos y emotividades, con sonido denso y arrollador, sirve como introducción perfecta a “C.U.R.I.O.S.I.T.Y.”, la canción más pesada de la noche, accionando el detonador para abrir la puerta al lado más heavy de la banda, seguido por “Dystopia”, Taka se envuelve con la bandera chilena entregada por los fanáticos en la primera fila. En este punto la energía sigue en ascenso, la fanaticada “lo dio todo” ambas canciones, pero, la fiesta no se detiene, sigue “Make It Out Alive” y alcanza el punto de efusividad máximo en la presentación, la multitud ardiente, los gritos ensordecedores, imposible no contagiarse de la energía encapsulada en el recinto.
La entrega del público en cancha es tal, que lamentablemente, terminando la canción, Taka no duda en parar el show para asistir a varios fans en las primeras filas de la cancha, entregando agua y pidiendo espacio a los demás asistentes de la explanada para socorrerlos. Se genera una pausa de varios minutos donde Taka reafirma el sentido de comunión que expresaron previamente, pidiendo cuidarse los unos a los otros.
El remolino de emociones continúa en “Wherever you are”, cuando deciden subir al escenario a Sabrina, una afortunada asistente, que sorprendió saludando a Taka en japonés fluido y lo acompañó durante la canción. Emotivo momento que sin duda será atesorado por ella y los asistentes.
Takahiro, rebosante de energía, iluminó en todo momento el centro del escenario con su presencia y propagó fuertemente su ánimo en todo el teatro. El prometido show más grande de ONE OK ROCK en Chile cumplió y superó toda expectativa. Los 20 años de trayectoria fueron celebrados de manera acorde: el espectáculo fue potente, emotivo y desbordante de conexión entre el público y la agrupación, una visita recibida con los brazos estrechamente abiertos.
Setlist Dead Kings:
THE DK HUMAN EXPERIMENTATION AND RESEARCH PROJECT
Now or Never
The Interview
Genuflect
Someday
Dark
Inside
Crawl Away
Final Broadcast
Setlist One Ok Rock:
Puppets Can’t Control You
The Beginning
Save Yourself
Let Me Let You Go
NASTY
Renegades
Tropical Therapy
Tiny Pieces
Instrumental
C.U.R.I.O.S.I.T.Y.
Dystopia
Make It Out Alive
Delusion:All
Stand Out Fit In
The Pilot 3
Wherever You Are
+Matter