10 de noviembre 2024.

Por Daniela Díaz.
Fotografías por Javier Martínez.

A las 19:31 hrs, el público de Blondie esperaba con anticipación cuando los integrantes de Samael tomaban posición en el escenario, a cargo de Michael Locher o más conocido como Vorph y compañía. Desde ese momento, quedó claro que esta velada sería una explosión de poder y misticismo. El cuarteto suizo inició su espectáculo con una energía inigualable, acompañada de un aire de misterio que envolvía cada nota bien lograda en el recinto. La conexión con el público se tornaba inmediata, junto a las palmas al unísono parecían ser el combustible perfecto para los riffs oscuros y contundentes, que se lanzaban desde el estrado.

La voz imponente de Vorph llenaba de fuerza y autoridad, lo que se fundía a la perfección con la guitarra de Ales Campanelli, y los potentes teclados industriales, logrando un sonido característico que ha definido la evolución de Samael a lo largo de los años. Abriendo con “Rain”, “Shining kingdom” y “Slavocracry”, cada integrante mostró una ejecución impecable, dando vida a un show oscuro y vibrante, que fue creciendo en intensidad con cada tema, y que claramente el público chileno se maravillaba conforme se desarrollaba esta performance, que para algunos significaba un regalo tener nuevamente a la agrupación en Chile.

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Desde un inicio, el Club Blondie se encontraba repleto, mostrando el entusiasmo de los fans y el éxito rotundo de la convocatoria en una atmósfera única, con el público entregado en cuerpo y alma a esta congregación de sonidos pesados. Samael, con una presencia magnética, llenó cada rincón con su propuesta única, en la que se mezclaba el poder del metal con experiencia. Por lo que su show se experimentaba como una constante explosión in crescendo, en que todos nos impactamos por la calidad del sonido de la banda.

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Durante el show, el calor del fuego parecía cobrar vida en cada acorde y en cada golpe de batería, creando una especie de torbellino con “Son of Earth”, en un instante en que invocaban su disco que marcó un hito en la escena metalera, Ceremony of opposities, 1994, y siendo el motivo por su retorno a nuestro país, cumpliendo los 30 años este increíble lanzamiento. Samael no solo interpretaba sus canciones; brindaba una verdadera lección de cómo hacer buen metal, demostrando una técnica depurada, resultado de años de experiencia y evolución constante en “Jupiterian vibe”, “The ones who came before” y “Ceremony of opposites”, en medio de un género a veces infravalorado por prejuicios, la banda ofrecía una cátedra de música bien hecha, que invitaba a los asistentes a sumergirse en el lado más refinado del metal.

Las luces en tonos rosa crepuscular bañaban a la banda, creando una atmósfera surrealista y envolvente en “Samael” y “Infra Galaxia” en que el ambiente se volvió una perfecta sintonía. A lo que más tarde Vorph mencionaba que esta sería una de las últimas oportunidades para presenciar una noche tan inolvidable, como un recordatorio de la importancia y singularidad de tal momento. Finalmente, el clímax de la noche llegaba con temas icónicos como “Baphomet’s Throne”, “Black Trip”, y “Black Supremacy”, que cerraron la velada de manera épica, y de los más esperados por los más adeptos. En que Samael nos entregó una ceremonia de poder, oscuridad y una experiencia inolvidable para todos los presentes.

Las ansias y el nerviosismo nos marcaban completamente, en el esperado retorno de Katatonia a Chile, en prácticamente un año de diferencia. Y a eso de las 21:00 hrs, el tiempo se detenía, para llevarnos a una cita con la melancolía y la introspección. Lentamente aparecían los suecos en el escenario de Blondie, con un magno inicio, de la mano de «Austerity» y «Colossal Shade», en que Jonas Renkse dejó claro su dominio de la atmósfera oscura y envolvente.

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Las técnicas de guitarra de Nico Elgstrand eran notables, junto con los efectos de delay y reverb de Sebastian Svalland, construían paisajes sonoros densos, invitándonos a un viaje sin retorno, transmitiendo la nostalgia en cada frase, lo cual era casi hipnótico para todos los fanáticos agradecidos por esta nueva visita, porque ver a Katatonia, simplemente en siempre bienvenido y necesario.

Mientras los bajos distorsionados de Niklas Sandin, se hacían evidentes en temas como «Lethean» y «Deliberation», donde como público respondimos con ovaciones inherentes por tales joyas que nos dejaban a todos emocionados hasta las lágrimas. Los cambios rítmicos liderados por Daniel Moilanen en la batería, mantenían a la audiencia en un vaivén entre la calma y la explosión emocional, como una montaña rusa, y como lo sabe hacer a la perfección Katatonia. «Forsaker» y «For My Demons» fueron otros puntos destacados de la noche, demostrando la precisión con la que la banda ejecutaba estos temas, especialmente en las líneas de bajo de Niklas Sandin, que dotaban a las canciones de una base sólida y oscura.

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La intensidad de los riffs en «Leaders» y «Behind the Blood» añadían una dosis de energía, rompiendo el ambiente melancólico y transportándonos por un clímax de emociones más efusivas, hasta que llegaban «Opaline» de su última placa Sky Void Of Stars, 2023, «Soil’s Song» y “Birds”, entonces el juego de luces parecía sincronizarse perfectamente con las texturas sonoras, que fueron capaces de crear una experiencia visual y auditiva envolvente, pese a que esta banda no requiere de elementos pomposos para sorprender.

Hasta el que el cierre de la noche se vino con un receso que no estuvo exento de los característicos gritos de “Chi chi chi le le le Katatonia”, incluyendo clásicos emocionantes como “My twin”, “July”, estas dos piezas de la increíble producción del disco The great cold distance, 2023, además de “Onward into battle” y “Evidence”, marcando una sensación de gratitud y comunión, en que todos nos fusionábamos por el amor que le tenemos a esta banda tan consagrada y experta en crear experiencias sonoras.

En síntesis en 1 hora y 26 minutos, la banda como siempre supo equilibrar los momentos de intensidad con aquellos de introspección, logrando que cada canción fuese una experiencia distinta. Estos suecos conocidos por su capacidad de transformar melancolía en una forma de arte, fusionaron la oscuridad melódica del doom, con la precisión y las texturas enigmáticas del metal progresivo. Con casi tres décadas de evolución musical, Katatonia ha perfeccionado un estilo propio, lleno de cambios impredecibles, silencios cargados de tensión, y momentos de pura intensidad, en un espectáculo casi como un ritual, donde de manera colectiva tuvimos un encuentro con la liberación profunda. Gracias por volver a Chile nuevamente, y darnos esta gran experiencia introspectiva.

Setlist Samael:
Intro passage
Rain
Shining kingdom
Slavocracry
Son of earth
Jupiterian vibe
The ones who came before
Ceremony of opposites
Samael
Infra galaxia
Reign of light
Baphomet´s throne
Black trio
Black supremacy

Setlist Katatonia:
Austerity
Colossal shade
Lethean
Deliberation
Forsaker
Opaline
For my demons
Leaders
Behind the blood
Soil´s song
Birds
Old heart falls
Criminals
My twin
July
Onward into battle
Evidence

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