Parque del Estadio Nacional, 2 de noviembre.

Por Sebastián Allende.
Fotografías por Javier Martínez.

El Parque del Estadio Nacional sería el escenario escogido para cobijar la versión 2024 del festival Knotfest el que durante este año llegaría con 11 artistas, para así, intentar convertirse en el evento de metal más grande de nuestro país. Desde temprano nos daríamos cuenta de que la consigna era con varias representaciones que parecían rendirle culto a las guitarras y a los sonidos pesados y que podríamos apreciar desde distintos detalles desde la ornamentación del lugar hasta en cada uno de los looks de los presentes, los que trataban de hacerse sentir y marcar presencia, sobre todo, en los fanáticos de la banda principal de este evento, Slipknot, quienes se presentarían con sus overoles y máscaras para darle vida y color desde el comienzo de la jornada de este pasado sábado.

Una vez instalados en el recinto de Ñuñoa para partir, desde las 13:10 se subiría al escenario Nico Borie, músico y youtuber chileno quien con más de 1 millón y medio de suscriptores en Youtube se ha convertido en uno de los músicos más reconocidos a través de las redes sociales, debido al éxito que ha demostrado su proyecto que presenta distintas versiones en español de clásicos de rock y metal. Para partir su show, Nico nos presentaría el debut de su carrera solista con la canción “Lo que Realmente Piensas”, sonidos rockeros, bien afines a lo que era conocido como alternativo durante los años noventa, que si bien lo alejan de lo que fue parte de su carrera con los metaleros de Parasyche, fueron muy bien recibidos por los presentes que también disfrutaron de tremendas versiones de temazos como “Numb” de Linkin Park y “Killing in the Name” de Rage Against The Machine, entre otras.

Posterior al comienzo de la música con Borie y su banda, la velada continuaría sin respiro con el desembarco de Svvvnt, la flamante banda ganadora, de entre 500 agrupaciones nacionales, del concurso que se efectuó para abrir este tremendo evento. Los oriundos de Puerto Montt se instalaron a partir de las 13:30 hrs para mostrar parte de su propuesta que mezcla influencias de diversos géneros musicales, que van desde el metal moderno, hasta el soul, el pop y el indie, entre otros, que sonaron muy fuerte gracias a canciones como “Megacage”, “New Age Boomers” “The Mirror”, “Maneva” y “Comments”, en donde nos expusieron temas potentes con tildes de sensibilidad que fueron vacilados por los presentes que respetuosamente escucharon una muestra de la nuevas tendencias sonoras que se vienen desarrollando en nuestro país, y que darán mucho que hablar, gracias al profesionalismo, tecnicismo y buen sonido que escuchamos en el parque del Estadio Nacional.

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Para continuar, llegaría el momento de conectarnos con nuestros orígenes con Mawiza, banda de metal perteneciente a la nación mapuche que canta en Mapuzungun. Esta agrupación que se formó en 2014 bajo el nombre de Nunca Seremos Dichosos, sería la encargada desde las 13:50 hrs de mostrar sus sonidos guturales en donde visibilizan la cultura e historia del pueblo Mapuche. Una verdadera ofrenda sonora hacia el territorio fue lo que logramos percibir en canciones como “Kütxal” y “Mawiza ñi piwke”, entre otras, en momentos en donde si bien el calor ya se hacia muy presente, no mermaba las ganas de los cientos de fanáticos que ya comenzaban a llenar el sector de la cancha del parque para entregarnos los primeros mosh de la jornada gracias a los sonidos fuertes y poderosos que fueron presentados por los nacionales con mucho newen, corazón y sentimiento. Buen apronte del cuarteto para dar paso al último número local.

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Para cerrar los sonidos locales, llegaría el turno de Rama, banda liderada por Sebastián Cáceres y Daniel Campos, quienes vivirían una especie de revancha en el escenario debido a la cancelación que sufrieron en la primera edición de este festival. Este cuarteto que con los años se ha transformado en un referente para muchos cuenta con un sequito de fans acérrimos que disfrutaron desde comienzo a fin con el breve pero intenso show que nos entregaron en donde repasaron las canciones “Imposible”, “Despegar”, “Ramazuka”, “Vidrios rotos” y “La señal”, siendo en esta última el epilogo de este correcto show que viene a manifestar a una banda que viene entregándonos desde hace mucho tiempo canciones bien ejecutadas y de un gran nivel que ya los tiene encumbrados como referentes sonoros en la escena rockera nacional.

Finalizando el cuarteto de artistas nacionales, nos tomamos un tiempo para recorrer los stands disponibles alrededor de los escenarios, ya que Knotfest no es solo música sino que también es una oportunidad para distintos expositores independientes para mostrar parte de sus productos a toda una audiencia que también tiene la posibilidad de adquirir productos afines a sus bandas favoritas, como también el merchandising oficial y además, en esta oportunidad, ingresar al Museo de Slipknot, en donde los fanáticos podían conocer elementos históricos de esta agrupación incluyendo las máscaras y guitarras, entre otros, en donde también se conoce parte de la historia de la banda. Una instancia que para los cientos de padres y niños y niñas que se podían apreciar con poleras de sus bandas favoritas nos presenta como es el vivir el metal como una forma de vida, de familia, que traspasa generaciones y que genera mucha pasión.

Volviendo a la música, llegaría el momento para experimentar las primeras muestras de mosh de la jornada y del movimiento de cabezas de los “chascones” y los no tanto que se encontraban apilados a la reja para sentir la brutalidad de Orbit Culture. Oriundos desde Eksjö, Suecia, este cuarteto nos presentó parte de sus sonidos de death metal melódico que vienen entregando desde el 2013 y que ya lo han plasmado en 4 discos de estudio, siendo Descent su último lanzamiento el año 2023. Fue esta canción que daría nombre a su última placa, “Descent”, la elegida darle comienzo a este show, que también tendría brutales canciones como “Carvings”, “From the Inside”, “Saw” y “While We Serve”, entre otras que se transformaron en evidencias del dominio y la técnica que le insertan a su música y que fue tremendamente bien recibida en este debut de la banda de Niklas Karlsson.

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Ya pasando las 15:20 horas sería el turno de la artista norteamericana de metal alternativo Poppy, quien junto a su banda nos entregaría de sus sonidos que mezclan el metal con elementos pop y electrónicos y que tienen a su vocalista como piedra angular de este proyecto que ya posee 5 discos de estudio. “Bloodmoney” daría el vamos al éxtasis de las chicas presentes quienes verían a Poppy como una de sus referentes y para lo cual disfrutarían de cada una de las interpretaciones que nos entregaría esta artista. «I Disagree», «Bite Your Teeth», «Crystallized», «X», «New Way Out» y «Concrete» fueron parte de este gran espectáculo que sería el preludio de la presencia femenina en este festival que muy fuerte se haría sentir durante toda la jornada.

Con BabyMetal viviríamos uno de los momentos más atractivos tanto sonoros como visualmente de la tarde noche, en momentos en donde los cientos de padres con sus hijas trataban de tomar las mejores posiciones para ser parte de este show, y en donde era posible ver a muchas pequeñas encumbradas arriba de sus padres para no perderse la mejor vista para el comienzo del show de las niponas. En momentos en que aparece en la pantalla del escenario el logo de la agrupación comienzan a subir uno a uno la banda de apoyo llamada Kamiband, para que posteriormente ingresen la vocalista Su-metal, acompañada de las bailarinas y coristas Moametal y Momometal, para que así, comience este show con “Babymetal”, e introducir a todos los presentes en el mundo del kawaii metal. «Pa pa ya!!», «Megitsune», «Ratatata», «Gimme Chocolate!!» y «Road of Resistance» sonaron poderosas, eclipsantes en parte por las coreografías de las chicas que generaron furor en los presentes que demostraban que estaban ahí por ellas y que cantaban a todo pulmón y demostraban su cariño con globos, banderas especiales para la banda y aplausos cerrados ante la presentación total entregada por BabyMetal.

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Los sonidos suecos de tilde death metal volvería a rugir en el Knotfest gracias a la presencia de Amon Amarth, banda que con los años se ha transformado en una de las favoritas de la escena metalera chilena, ya que con esta visita sería la séptima a nuestro país. Los parlantes retumbarían con los sonidos que evocan a toda la gloria de los vikingos con este show que partió muy potente con la tripleta “The Pursuit of Vikings”, “Deceiver of the Gods”, “Raven’s Flight”, canciones precisas para que los fanáticos revolvieran el polvo moviéndose como locos gracias a la bestialidad de los sonidos que saldrían de las guitarras de Olavi Mikkonen y Johan Söderberg. Con un Johan Hegg que se mostró bastante emocionado y contento por el recibimiento de su pueblo vikingo que estaba presente durante esta velada, transmitía el orgullo de tener en sus filas a un integrante con sangre chilena: su baterista Jocke Wallgren, nacido en Santiago quien lucia orgulloso una camiseta de la selección de futbol nacional y nos masacraría con sus tarros y su banda en canciones como “Guardians of Asgaard», «First Kill», «Raise Your Horns», «Crack the Sky» y «Twilight of the Thunder God», entre otras, las que fueron las pruebas del porque son reconocidos como referentes en su estilo.

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Tras el zarpazo de los suecos, llegaría uno de los debuts más esperados de esta jornada, ya que era el momento del ingreso de Mudvayne. Las masas que se mueven de un lado para el otro para obtener una buena ubicación para que comience a sonar la intro característica de la banda conocida como “Monolith”, para que tomen posición el vocalista Chad Gray, el guitarrista Greg Tribbett, el baterista Matt McDonough y la bestia al bajo Ryan Martinie y parta toda la furia con “Not Falling”. La energía brutal que se desata y que genera que se active la energía en los presentes que disfrutarían de sonidos bien afines al numetal con parte de las mejores canciones de esta agrupación como lo fueron «Internal Primates Forever», «Fall Into Sleep», «-1», «Death Blooms» y «A New Game», por nombrar algunas, que fueron parte de este destello de poderío sonoro. Con un Chad Gray que se mostraba locuaz y bastante conversador, la banda repasó parte de su discografía para finalizar en pleno con dos de las favoritas de la audiencia: «Happy?» y «Dig».

Una vez finalizado el golpe de Mudvayne y casi sin dar respiro vendría otro de los números grandes del cartel: Disturbed, quienes volverían a presentarse a nuestro país tras su primera visita ocurrida en agosto del 2011. David Draiman, Dan Donegan, John Moyer y Mike Wengren suben a la escena sin más artilugios que sus instrumentos y su voz para comenzar con su show con las potentes «Hey You» y «Stupify» para demostrarnos desde el inicio de la tremenda factura presente en este festival en gala gracias a una gran calidad tanto de sonido como vocal, que se podía visualizar que era destacado por los presentes. La banda de Draiman nos entregó un show que cubrió toda la carrera discográfica de la agrupación y que destacó con dos covers que forman parte de aquella y que fueron interpretados en forma magistral: “Land of Confusion” de Genesis y particularmente “The Sound of Silence” de Simon & Garfunkel que incluyó una sección de cuerdas que logró una tremenda ovación. «Indestructible», «The Light», «Unstoppable», «Down With the Sickness» y «Inside the Fire» formaron parte de los sonidos que se disfrutaron en una tarde que ya menguaba y daba pie para la banda estelar de este festival y que veía como Disturbed demostraba que era una de las bandas con el mejor sonido de la velada exponiendo un bagaje y un oficio que es la prueba de porque los tiene arriba de la media de sus contemporáneos.

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Ya cerrando la noche, faltaría el plato estelar: Slipknot. La banda vendría a entregarnos una cuarta visita a nuestro país, esta vez como parte de su gira que celebra sus 25 años de trayectoria como banda y de lo que fue su disco debut, una placa que marcó un antes y un después en la música extrema y que los ha llevado a liderar y ser parte de la primera línea de agrupaciones a nivel global. Tras el corte de la música incidental de fondo vendría la introducción sonora de “742617000027”, la cual nos haría saber que tras el asentamiento de uno a uno de los músicos que componen Slipknot parta el descontrol y la anarquía con “(sic)”. Este es un show de reconocimiento y fiesta para la placa debut y sonarían sin dar pausa “Eyeless” y “Wait and Bleed”, a lo cual la gente que salta, se golpea y disfruta de las melodías que salen de los instrumentos de los gusanos que están arriba de la escena. También se disfruta de las performances que entregan Shawn “Clown” Crahan y Michael “Tortillaman” Pfaff quienes además de tocar las percusiones se transforman en verdaderos animadores de la velada, que es comandada por un Corey Taylor que manda arriba del escenario y que entrega una gran muestra vocal. «Me Inside», «Liberate», «Purity», «Prosthetics», «No Life», «Spit It Out» (en una versión un poco más distinta), «Surfacing y «Scissors», formaron parte de la revisión completa de uno de los discos más importantes para la carrera de Slipknot, con un show que fue correcto, con un buen uso de artificios, del escenario y las pantallas, para que así, nadie se perdiera ningún detalle. Punto aparte y a destacar la tremenda interpretación que le da a la agrupación el ingreso de Eloy Casagrande, un baterista hecho a la medida para esta agrupación que le entregó vitalidad, agresividad y precisión a cada una de sus intervenciones.

En resumen, Knotfest Chile 2024 cumple con un festival que poco a poco se encuentra arraigado en nuestra cultura, gracias a las grandes presentaciones y a una banda que cuenta con una fanaticada leal (Slipknot), que hace que destaque en lo variopinto del evento y que para muchos de los que amamos las guitarras se agradece, por la oportunidad de conocer distintos sonidos, en un entorno en donde la familia puede disfrutar.

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