Banda invitada: Actitud Contra Cultural
15 de junio 2024.
Por Daniela Díaz.
Fotografías por Francisco Aguilar A / Spider Prod
El esperado debut de Discharge en Chile, se convertía en un evento ansiado que conectaba dos mundos: el de Stoke-on-Trent, donde nació el D-beat, y Santiago, en el que se presentaba por primera vez, la leyenda británica de los ritmos agresivos y reivindicativos. Considerados los arquitectos del hardcore punk, demostraron por qué su música sigue siendo relevante y poderosa después de 4 décadas, en el Teatro Coliseo.
Antes de ese bombardeo sonoro, recibimos una ligera advertencia de los nacionales Actitud Contra Cultural (ACC). A las 8 en punto, liderados por Carlos Solar en la voz, abrían el concierto con el contundente golpe de «Distancia», acompañado de unas baterías crudas por Paula Marín. En el tercer y cuarto ataque, «Transcriminal» y «18/10», invitaron a su amigo Yuri Salinas, quien también es parte de bandas como Fuerza Negra y Matahero. ACC era capaz de demostrar su enfoque directo y postura crítica, hacia diversos aspectos sociales, con canciones como «Derechos», que menciona la desigualdad, la represión política y la lucha por los derechos humanos, bajo el alero de Patricio Saavedra en guitarra y Luis Urrutia en bajo.
Utilizaron su música como una plataforma para expresar descontento, combinando elementos del hardcore punk, con influencias del crossover thrash. Con temas como «Avatar» y «Depredación», inspirados por la gente que destruye el ecosistema y privatiza lugares, ACC logró un sonido agresivo y enérgico. Despidiéndose con «Crisis», con ritmos disonantes y un lema demoledor, en su conexión con la comunidad contracultural dentro del panorama musical chileno, dieron su compromiso con la crítica social y su estilo musical distintivo.
Posteriormente, el hambre por disfrutar por primera vez a Discharge en nuestro país consumía el ambiente. Una vez que Discharge subía al escenario, el público ya estaba en éxtasis. Esta banda, pionera del hardcore punk inglés desde 1977, demostraba desde el primer minuto con un recinto lleno en su totalidad, por qué sigue siendo relevante y poderosa hasta el día de hoy, no solo influenciando a generaciones de bandas, incluyendo a Metallica, Anthrax, Machine Head, Prong y hasta Queens of the Stone Age, sino también por moldear subgéneros como el thrash y el grindcore.
A las 9 en punto, resonaban las guitarras distorsionadas y chirriantes de «The Blood Runs Red», evocando intensos ritmos que se combinaban magistralmente con las voces viscerales de «JJ», quien entregaba intensamente letras políticas sobre temas anarquistas. Bones, fundador y guitarrista, personificaba el sonido característico de guitarras llevadas al máximo nivel de intensidad hardcore en “Fight black” y “Hear nothing see nothing”, siendo esta última como una de las canciones más emblemáticas. Complementados por la presencia de Tezz y la conexión de «JJ» con el público era inmediata, pasando mucho tiempo cerca de ellos, arrodillándose y compartiendo la intensidad del momento, a base de litros de alcohol que recibía de la gente.
La banda legendaria era capaz de demostrar ser maestra en el arte escénico, manteniendo un set dinámico lleno de una energía inagotable, con melodías feroces y provocativas con “The nightmare continues” (1982) siendo intensa y poderosa, reflejando la ferocidad y el estilo característico de Discharge, con ritmos rápidos impulsados por Proper en la batería, riffs abrasivos, con letras crudas y directas. Junto a un pesado y retorcido bajo de Rainy, complementaba el demoledor sonido y los anti-melódicos gritos del vocalista en “Ain´t no feble bastard” y la afamada “Protest and survive” creando una experiencia sonora visceral y potente, que resonaba profundamente en todos los que estuvimos presentes, y atentos a cada movimiento, por tener a los primeros en interpretar del d-beat, influenciados por Buzzcocks.
Con un público incitado a la violencia, se encendía la primera bengala en “New world order” con una pesadez altamente rítmica, distorsión y atonalidad en las guitarras, en adición de algunos problemas técnicos en al menos en 3 ocasiones. Sumado a un fanático en “Hatebomb” desmayado junto al llamado del vocalista, pausando el concierto para recibir ayuda de la asistencia inmediata; seguían dando golpes e impactando en el inconsciente colectivo, que percibíamos en este concierto.
Realmente siendo una conexión con lo que te hace sentir vivo, al experimentar un show en vivo de esta magnitud, abundaban los stage diving, en incluso fanáticos que tuvieron que ser bajados por seguridad. Los presentes esquivaban botellas y latas, que caían desde el público hasta el vocalista en “Realities of war” con un enfoque directo en la brutalidad y las realidades de la guerra, se daba la tónica en la que se manifestaba la segunda bengala lanzada hasta el escenario. En medio de la euforia, se liberaban endorfinas con «You Deserve Me» y «The Possibilities», convirtiéndose en un espectáculo, con manos alzadas, saltos y gritos, por ser conmovidos gracias a la energía que emanaba este quinteto experimentado, con un profundo conocimiento y bagaje musical, reflejado en su propuesta, con un sonido que retumbaba y envolvía hasta los huesos.
Y así es que culminaban con su último golpe con «Decontrol» entregaban su mensaje con su himno clásico del punk, apostando ritmos vertiginosos y letras cargadas de la rabia y frustración de la juventud de aquella época. Pues lo que hizo únicos a Discharge no fue solo su música, sino también su mensaje y reafirmación, al canalizar la disidencia real contra el militarismo. Hablar de Discharge es adentrarse en un hardcore punk denso, crudo, nauseabundo, pero directo y observador. Siendo uno de esos conciertos donde sientes que te transportas a un club británico, un espectáculo poco común de presenciar, por lo tanto, había que disfrutarlo al máximo.
Con una alineación que nos hizo temblar los cráneos, sumado a una furia primitiva contra lo políticamente correcto, letras directas y crudas, demostraban como perdura su legado, transmitiendo su mensaje de resistencia y rebelión, en un mundo cada vez más convulso y polarizado.
Setlist ACC:
Distancia
Circo
Transcriminal
18/10
Lecciones
Derechos
Avatar
Depredación
Crisis
Setlist Discharge:
The blood runs red
Fight black
Hear nothing see nothing
The nightmare continues
A look at tomorrow
Drunk with power
Hell on earth
Cries on pain
Ain´t no feeble bastard
Protest and survive
Hype Overload
New world order
Corpse of decadence
Hateboom
Never again
State violence
Realities of war
Accessories of Molotov
War is Hell
You deserve me
The possibilities
Decontrol
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