16 de mayo 2024.
Por Jaime Farfán.
Fotografías por Javier Martínez.
No fue necesaria una gran banda, audiovisuales complejos ni parafernalia. Envuelta en un velo de luces rosadas, verdes y violetas, al igual que en la portada de su disco debut, anoche la cantante inglesa Romy Madley-Croft, mejor conocida como Romy, puso todos los corazones de Blondie a sus pies con su dance pop minimalista pero vital. Una invitación a vivir las emociones a través del baile que convenció hasta al corazón más rebelde a saltar, en la fiesta que fue ayer el Club Mid Air.
Madley-Croft, quien inició junto al exitoso grupo británico The XX, brilló desde un principio por su tono de voz suave y aterciopelado y su sensibilidad para un pop moderno, influenciado por la mejor electrónica que los productores underground londinenses podía destilar. Esto le significó algunas colaboraciones, en particular con a su compañero de banda Jamie XX, además de Emile Haynie y Fred Again. Con el último se forjó una fuerte amistad, que generó varias sesiones musicales de las cuales nació Mid Air, el álbum con el que la artista lanzó su carrera solista en septiembre del año pasado. Considerado por la cantante una carta de amor a los clubs gay a los que concurría mientras crecía, es una celebración de la diversidad, el duelo y el autoconocimiento, aclamado por la crítica y por fanáticos por igual.
La cita prometía fiesta y hits hasta altas horas de la madrugada. Abrió la noche Kamila Govorčin, la DJ nacional que, tras su exitoso paso por la versión de DGTL de este año, desplegó los primeros beats en hipnóticas y rítmicas oleadas, que rápidamente pusieron a bailar a una pista cada vez más repleta. Cerca de las 22:00, en medio de una gruesa capa de vaporoso hielo seco, subió al escenario Romy, quien inició con la suave “Weightless”, una balada celestial de melancólicas vocales, que culmina en un eufórico final donde la misma cantante se encarga de llevar parte de las máquinas al límite, con placenteros resultados.
La directora de las teclas, de todas formas, era Francine Perry, quien manejó los sintetizadores con musicalidad y talento, construyendo el fondo de bajos y subidas explosivas que repletaron el ambiente de vibras y estática. Cómoda y sonriendo constantemente por el cariño local, Madley-Croft fluye conmovedora en “The Sea”, mientras en “Did I” salta bailando a lo largo del escenario, con los brazos girando por los aires, alimentada por la energía que el público le brinda de vuelta sin dejar de corear su nombre.
Por casi una hora, Blondie se tranformó en uno de los mejores clubes londinenses. “Lights out”, interpretada en una versión semiacústica, golpea cómo una ráfaga de nostalgia en medio de la fiesta, aún más fuerte cuando es mezclada con versos del clásico “Better Off Alone” de Alice Deejay. Para el final guarda “Strong”, símbolo de la invitación a la vulnerabilidad y a exorcizar a los miedos a través del baile que generó Romy en Club Mid Air, enfocándose en entregar vocales deliciosas, que brillan frágiles y pálidas, al centro de la exuberancia de la electrónica que la rodea.
Setlist:
Intro
Weightless
Lifetime
The Sea
She’s On My Mind
Angels
Twice
Did I
Ariana x Binary Finary
Always Forever
Love Her
Mid Air (interlude)
Enjoy Your Life
Lights Out
Strong
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