Por Carlos Barahona.
Slowdive, banda británica formada en Reading en 1989, se ha erigido como uno de los pilares fundamentales del shoegaze, un género musical caracterizado por sus capas de sonido etéreo y su enfoque introspectivo. Influenciados por el dream pop y la psicodelia, la agrupación ha dejado una marca indeleble en la escena musical desde sus primeros días.
Teniendo como miembros fundadores a Neil Halstead (voz, guitarra), Rachel Goswell (voz, guitarra), Christian Savill (guitarra), Nick Chaplin (bajo), y Simon Scott (batería), Slowdive emergió en la época dorada del shoegaze, influenciados por bandas como My Bloody Valentine y Cocteau Twins, contribuyendo a definir el sonido distintivo de este particular estilo musical, caracterizado por sus densas capas de guitarra y letras etéreas.
Su álbum debut, Just for a Day, se lanzó en 1991. Este álbum estableció la firma del sonido etéreo y shoegaze de la banda. Canciones como «Spanish Air» y «Catch the Breeze» son ejemplos destacados de la mezcla de guitarras ambientales y voces suaves que caracterizarían su carrera.
Considerado por muchos como su obra maestra, Souvlaki se lanzó en 1993. Este álbum consolidó la posición de Slowdive en la escena shoegaze. Canciones como «Alison» y «Dagger» son emblemáticas de su sonido distintivo y atmosférico.
Pygmalion, de 1995, marcó un cambio hacia un sonido más experimental y ambiental. Menos centrado en las guitarras distorsionadas, este álbum adoptó una dirección más minimalista. Aunque no fue tan comercialmente exitoso como sus álbumes anteriores, ha ganado reconocimiento con el tiempo por su enfoque único.
Cuando Savill y Chaplin dejaron la banda después del lanzamiento de este disco los miembros restantes formaron la banda Mojave 3. Tuvieron que pasar más de dos décadas desde su último álbum para escuchar un nuevo material discográfico, el homónimo en 2017. Este lanzamiento recibió elogios de la crítica y fue bien recibido por los fanáticos, destacando el sencillo “Sugar for the pill”. Slowdive captura la esencia del sonido clásico de la banda mientras incorpora elementos contemporáneos.
Durante este año, lanzaron el disco Evertything is Alive, placa que los vuelve a traer de gira por Sudamérica y lo más importante, nos permite volver a conectar con ese sonido tan particular que los caracteriza. La importancia del sonido de Slowdive radica en su capacidad para sumergir a los oyentes en una experiencia sensorial única. Las guitarras etéreas, las voces más bien ambientales y las texturas sonoras cuidadosamente elaboradas definen su sonido distintivo.
Las letras de la agrupación, a menudo enigmáticas y poéticas, añaden una capa adicional a su música. Exploran temas de amor, melancolía y la conexión con la naturaleza, creando una experiencia emotiva para el oyente. También han dejado su huella en el mundo audiovisual con colaboraciones en bandas sonoras de películas y series de TV destacando su capacidad para mejorar narrativas visuales. Colaboraciones notables incluyen apariciones en Lost in Translation y The O.C.
Slowdive se ha mantenido como una fuerza vanguardista en la escena musical, consolidándose como verdaderos pioneros del shoegaze. Su capacidad para fusionar sonidos etéreos con letras reflexivas ha resonado a lo largo del tiempo, asegurando que su legado perdure en la historia de la música. En el Teatro Coliseo, se espera que continúen tejiendo su hechizo musical, consolidando aún más su posición como verdaderos maestros de la introspección sonora.